DÍA 20. VIDA INFELIZ DE PECADORES Y VIDA DICHOSA DEL QUE AMA A DIOS
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ORACIONES PARA TODOS LOS DÍAS
Ejercicio de Preparación para una buena muerte extractado de los textos de San Alfonso María de Ligorio
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Poniéndonos en la presencia de Dios, hagamos un acto de contrición, reconociéndonos pecadores:
Señor mío Jesucristo,
Dios y hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío.
Por ser Vos quien sois, Bondad infinita,
y porque os amo sobre todas las cosas,
a mí me pesa de todo corazón haberos ofendido.
También me pesa porque podáis castigarme
con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia
propongo firmemente nunca más pecar,
confesarme y cumplir la penitencia
que me fuera impuesta. Amén
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DÍA 20
VIDA INFELIZ DE PECADORES
Y VIDA DICHOSA DEL QUE AMA A DIOS.
No hay paz para los impíos, dice el Señor (Is 48, 22).
El ser irracional, creado para la vida de los sentidos, busca y encuentra la paz en los bienes de la tierra. Pero el alma, creada para amar a Dios y unirse a Él, no halla su paz en los deleites sensuales; Dios únicamente puede hacerla plenamente dichosa.
El hombre, escribe San Bernardo, podrá hartarse, mas no satisfacerse con los bienes del mundo. El mismo santo decía que había visto muchos locos con diversas locuras. Todos—añadía—padecían hambre devoradora; pero unos se saciaban con tierra, emblema de los avaros; otros con aire, figura de los vanidosos; otros, alrededor de la boca de un horno, atizaban las fugaces llamas, representación de los iracundos; aquellos, por último, símbolo de los deshonestos, en la orilla de un fétido lago bebían sus corrompidas aguas. Y dirigiéndose después a todos, les dice: «¿No veis, insensatos, que todo eso antes os acrecienta que os extingue el hambre?»
¿Qué es un alma privada de Dios? Un mar tempestuoso, dice el Espíritu Santo (Is 57, 20). Podrá beber, comer, danzar, recibir honores, obtener altos cargos, pero no tendrá paz, porque la paz Dios la da a los que le aman, no a sus enemigos.
San Agustín, mientras se atuvo a la vida sensual, jamás halló paz; pero cuando se entregó a Dios, confesaba: «Ahora conozco, ¡oh, Dios!, que todo es dolor y vanidad, y que en Vos sólo está la verdadera paz del alma.»
¿Qué vamos buscando? Busquemos a Jesucristo que es la paz que excede a todos los placeres del mundo.
AFECTOS Y SÚPLICAS
¡Oh, tiempo que perdí, Dios mío! ¿Por qué os abandoné y perdí vuestra gracia? Lo hice por breves y envenenados placeres, que, apenas disfrutados, desaparecieron y me dejaron el corazón lleno de heridas y de angustias... ¡Oh amadísimo Redentor mío! cuan ciego fui al apartarme de Vos, Sumo Bien y fuente de todo consuelo. Yo bendigo vuestra misericordia, Señor, que con tanta paciencia me ha sufrido. Os amo, Redentor mío, pues disteis por mí la vida y me arrepiento de todo corazón de haberos ofendido.
Iluminadme, Padre Eterno, por amor a Jesucristo. Dadme a conocer el bien infinito, que sois Vos, y la vileza de los bienes que me ofrece el demonio para lograr que yo pierda vuestra gracia. Haced que Vos seáis mi único pensamiento, mi único deseo, mi único amor. Todo lo espero de vuestra bondad, por los méritos de vuestro Hijo.
María, Madre nuestra, por el amor que a Jesucristo profesáis, os ruego me alcancéis luz y fuerza para servirle y amarle hasta la muerte.
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PARA FINALIZAR CADA DÍA
Jesús, José y María, os doy el corazón y el alma mía.
Jesús, José y María, asistidme en mi última agonía.
Jesús, José y María, descanse en vos el alma mía.
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Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.
Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.
Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.
Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.
Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.
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Ave María Purísima, sin pecado concebida.
También pueden utilizarse SÚPLICAS FINALES A JESÚS CRUCIFICADO PARA OBTENER LA GRACIA DE UNA BUENA MUERTE http://misagregorianatoledo.blogspot.com/2022/10/suplicas-jesus-crucificado-para-obtener.html?m=1