IV DOMINGO DE PASCUA
Forma Extraordinaria del Rito Romano
En aquel tiempo: Dijo Jesús a sus
discípulos: voy a aquél que me ha enviado, y ninguno de vosotros me pregunta:
¿A dónde vas? Mas porque os he dicho estas cosas, se ha llenado de tristeza
vuestro corazón. Pero os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; que si no
me voy, no vendrá a vosotros el Consolador; pero si me
voy, os le enviaré. Y cuando venga él, convencerá al mundo en orden al pecado,
en orden a la justicia y en orden al juicio. En orden al pecado por cuanto no
han creído en mí; respecto a la justicia, porque me voy al Padre, y ya no me
veréis; y tocante al juicio, porque ya ha sido juzgado el príncipe de este
mundo. Aún tengo otras muchas cosas que deciros; mas
por ahora no podéis comprenderme. Mas cuando venga el Espíritu de
verdad, él os enseñará todas las verdades; pues no hablará por sí,
sino que dirá las cosas que habrá oído, y os anunciará las venideras. Él me
glorificará a mí, porque recibirá de lo mío, y os lo anunciará.
Juan 16.5-14