PREGUNTA SOBRE PAGAR EL TRIBUTO AL CÉSAR.
SÁBADO DE LA VIGESIMOSÉPTIMA SEMANA
DESPUÉS DE PENTEOSTÉS.
MEDITACIONES
PARA EL TIEMPO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS
DE LA OBRA “VIDA Y DOCTRINA DE JESUCRISTO
SACADA DE LOS CUATRO EVANGELISTAS
Y DISTRIBUIDA EN MATERIA DE MEDITACIÓN
PARA TODOS LOS DÍAS” DEL P. NICOLÁS AVANCINI
ORACIÓN PARA COMENZAR
TODOS LOS DÍAS:
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Poniéndonos en la presencia de Dios, adoremos su majestad infinita, y digamos con humildad:
“Omnipotente Dios y Señor y Padre mío amorosísimo, yo creo que por razón de tu inmensidad estás aquí presente en todo lugar, que estás aquí, dentro de mí, en medio de mi corazón, viendo los más ocultos pensamientos y afectos de mi alma, sin poder esconderme de tus divinos ojos.
Te adoro con la más profunda humildad y reverencia, desde el abismo de mi miseria y de mi nada, y os pido perdón de todos mis pecados que detesto con toda mi alma, y os pido gracias para hacer con provecho esta meditación que ofrezco a vuestra mayor gloria… ¡Oh Padre eterno! Por Jesús, por María, por José y todos los santos enseñadme a orar para conocerme y conoceros, para amaros siempre y haceros siempre amar. Amén.”
Se meditan los tres puntos dispuestos para cada día.
SÁBADO DE LA VIGESIMOSÉPTIMA SEMANA
DESPUÉS DE PENTEOSTÉS.
PREGUNTA SOBRE PAGAR EL TRIBUTO AL CÉSAR.
1.- Maestro, sabemos que eres veraz, y enseñas en verdad el camino de Dios, que no te mueves por respeto alguno, porque no eres aceptador de personas (1). Es ésta una alabanza de Cristo muy verdadera. ¡Ojalá que tú la merecieras tal sin adulación, ya que profesas seguir a Cristo! ¿Eres por ventura veraz para ti mismo? ¿No te mientes a ti, diciéndote que lo bueno es malo, y lo malo bueno? ¿Tienes o andas el camino de Dios en verdad? ¿El camino de los mandamientos y de las reglas? ¿ o vas acaso siguiendo las huellas de tus compañeros y pasiones?¿No tienes ansia de alguna cosa más que de Dios? ¿No eres aceptador de personas? ¿No adulas a éste? ¿No te arrimas a aquél? ¡Qué lejos estás de la alabanza del Maestro de quien eres tan mal discípulo?
2.- ¿Qué te parece? ¿Es lícito pagar tributo al César o no (2)? La pregunta en las voces no parece mala, pero se oculta en sus ánimos su veneno. El intento de los que la hacían era poder cogerle en palabras. Por eso los reprende así: ¿Para qué me tentáis, hipócritas? mostrando cuánto le desplace el engaño. Pide le den a ver la moneda del tributo. Muéstransela. Díceles: ¿De quién es esta imagen e inscripción? Tú ¿de quién eres imagen? De Dios. Pero ¡que disforme! Tú la hiciste imagen del hombre terreno. Tiempo es de que así como llevaste la imagen del terreno, así lleves ahora la del hombre celestial (3). Refórmate a ti continuamente hasta que se forme en ti Cristo (4), y puedas decir: Vivo yo, ya no yo, sino Cristo vive en mi (5).
3.- Dad pues al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios (6). A cada uno se le ha de dar lo que es suyo. De Dios es todo cuanto eres: cuerpo, alma, sentidos y todas las potencias. ¿Das a Dios el cuerpo y todos tus sentidos? ¿Usas de él para gloria de Dios, o para tus comodidades? ¿Dásle tu alma, pensando en Él, amándole, temiéndole? ¿Andas acaso arrastrando con tus afectos por las criaturas? Repara por cuántos títulos te debes a Dios. Él te crió, te redimió, te guardó, te llamó, te colmó de tantos beneficios. Da también al prójimo lo que le debes, que es la caridad. Es imagen de Aquél por quien tú fuiste criado, y con la misma sangre redimido.
(1) Matth., 22. (2) Matth., 22. (3) I Cor., 15. (4) Galat., 4. (5) Gal., 2.
(6) Matth., 22.
ORACIÓN PARA FINALIZAR
TODOS LOS DÍAS:
Os doy gracias, Dios mío, por los buenos pensamientos, afectos y propósitos que me habéis inspirado en este rato de oración…
Todo os lo ofrezco a vuestra mayor honra y gloria… y os pido gracia eficaz para ponerlos por obra…
¡Oh Padre Eterno! Por Jesús, por María, por José y Teresa de Jesús dadme gracia ahora y siempre para cumplir en todas las cosas vuestra santísima voluntad. Amen."
Padrenuestro, Avemaría y Gloria
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Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.
Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.
Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.
Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.
Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.
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¡Querido hermano, si te ha gustado esta meditación, compártela con tus familiares y amigos!
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Ave María Purísima, sin pecado concebida.