miércoles, 4 de octubre de 2023

DÍA 5. EL NACIMIENTO DEL NIÑO JESÚS. Y DIO A LUZ A SU HIJO PRIMOGÉNITO

DÍA 5. EL NACIMIENTO DEL NIÑO JESÚS. Y DIO A LUZ A SU HIJO PRIMOGÉNITO

 

ORACIONES PARA TODOS LOS DÍAS

 

wPara comenzar todos los días

+Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Bendita sea la Santísima Trinidad que formó a María Santísima Inmaculada desde el primer instante de su ser, conservándola pura antes del parto, en el parto y después del parto, y enriqueciéndola con todas las gracias y dones de su divino Espíritu, por todos los siglos de los siglos. Amén. 

 

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén. (x 3)

 

ORACIÓNA MARÍA SANTÍSIMA

Soberana Reina de los cielos, Abogada de los pecadores y consuelo de todos los afligidos, que quisiste inspirar al gran Patriarca Santo Domingo de Guzmán, tu fiel siervo, la devoción del Santísimo Rosario, para que con ella pudiera vencer a los obstinados herejes albigenses, enemigos implacables de nuestra Religión y de nuestra fe, proveyendo al mismo tiempo en ella un medio sencillo y eficacísimo para conseguir vuestra protección y atraer sobre nuestra alma las gracias del cielo; alcánzanos de tu divino Hijo, nuestro adorable Redentor, que hagamos este santo ejercicio del mes de Octubre a Ti consagrado, con la mayor piedad, atención y recogimiento, para que por este medio consigamos ser, durante toda nuestra vida, incansables devotos de tu Santísimo Rosario. Tú, ¡oh, Virgen María, cuyas gracias y misericordias para con los que te invocan, no se agotan jamás, haz que en estos días participemos de ellas con mayor abundancia, a fin de que, considerando en esta vida tus virtudes y procurando al mismo tiempo imitarlas, podamos algún día cantar tus alabanzas en la gloria por toda la eternidad. Amén. 

 

 

DÍA QUINTO

Y dio a luz a su Hijo primogénito (Lc 2, 7)

 

PUNTO 1º- ¡Qué misterio tan grande, alma mía, tienes hoy que considerar! Es este el nacimiento del Hijo de Dios en el portal de Belén. Mas ¿Cómo nace, en dónde nace y en compañía de quién nace Jesús? En cuanto a lo primero, nace sin detrimento de la virginidad de su Madre santísima, realizando con esto un nuevo prodigio. Así como la luz traspasa los cuerpos diáfanos sin romperlos ni mancharlos, antes, por el contrario, llenándolos de mayor brillo y esplendor, así sale Jesús del vientre de su madre, dejándola incorrupta y con mayor perfección material y espiritual de tal modo que la Iglesia dice de María que fue Virgen antes del parto, en el parto y después del parto. Puesto que ella amaba tanto la virtud de la virginidad no quiso su Hijo divino que la perdiera, aun en el sentido material. Mira, pues, alma mía, cómo provee Dios en todas las necesidades a las almas, que de corazón le sirven y están siempre dispuestas a cumplir su voluntad. Si tú tuvieses siempre esta grande confianza en la Providencia, y te entregaras toda al servicio de Dios, El velaría constantemente por ti y te defendería de las asechanzas de todos tus enemigos. Por más que en algunas ocasiones quisiera probarte con alguna tribulación, nunca te dejaría abandonada a tus solas fuerzas, concediéndote, por otro lado, grandes consuelos espirituales. 

PUNTO 2º- Pero ¿en dónde nace Jesús? En un mísero portal, en un establo de bestias, en la más pobre morada de la tierra. Y ¿cómo se explica tanta pobreza en un Dios tan grande, tan magnifico y tan poderoso? ¡Ah! Él viene a dar al mundo ejemplo de todas las virtudes, y como las riquezas y el poder son la causa de la mayor parte de los pecados, por eso nace tan desvalido y pobre. Apenas tiene con qué cubrir los ateridos miembros de su tierno cuerpecillo. Los padres que ha escogido, aunque santísimos, carecen de todos los bienes de fortuna; por lo cual no pueden proporcionarle siquiera lo necesario, aunque con gran sentimiento de su corazón. ¡Tal es el ejemplo que te da en el pesebre Jesús, alma mía! ¿Y no te moverás a seguirlo, despreciando en adelante todo lo superfluo, dándolo a los pobres o para el culto de sus templos? ¿Y no te conformarás con la pobreza, cuando Dios quiere probarte con este trabajo, que Él sufrió primero por ti? 

 

PUNTO 3º- ¿Y en compañía de quién nace Jesús? Parece que tan gran Rey debiera tener en este instante grandes vasallos, que le rindieran toda clase de homenajes. Sin embargo, de ello, no hay en todo aquel portal más personas que San José y la Virgen Santísima. Si buscas más compañía en aquel lugar, encontrarás dos brutos irracionales, que no conociendo al que está en medio de ellos, por carecer de inteligencia, comen con ansia la paja que forma el humildísimo lecho de Jesús. Prefieren llenar sus estómagos a prestar esta pequeña comodidad al recién nacido niño. Mas, no es esto lo que tú debes extrañar aquí, alma mía; sino el que muchos hombres a quien Dios concedió inteligencia, y el conocimiento de Él, obran de esta misma manera, no dando a Dios lo que es de Dios, por satisfacer sus gustos y caprichos. ¿No has obrado tú también así, alguna vez? Medítalo bien y procura en adelante la enmienda de estas faltas. 

 

ORACIÓN A JESÚS RECIÉN NACIDO

EN EL PORTAL DE BELÉN

¡Oh, Jesús de mi corazón y único dueño de mi alma, que por darme a mí ejemplo de pobreza y humildad, naces en ese establo tan pobre y desvalido! No sé ciertamente qué admirar más al contemplarte de esta manera, porque, por una parte, contemplo con los ojos del alma tu velada grandeza y majestad; y por otra, no encuentro con los ojos del cuerpo cosa alguna que pueda indicar al mundo esta grandeza, pues naces con todas las flaquezas de los demás niños. No solamente te veo pobre en ese portal, sino enteramente olvidado de los hombres. Sólo algunos pastores avisados por tus ángeles vienen hasta Ti para ofrecerte sus dones. ¿Y permitirás, Señor, que yo, después de contemplarte de esta manera, camine loco tras de los bienes del mundo? No sea así, Señor y Dios mío, antes bien, por intercesión de mi Madre amantísima del Rosario, haz que imite todas tus virtudes, y sea en adelante tu fiel siervo y celador de tu gloria. Amén. 

 

Obsequio de María: Privarnos de la cosa que más nos agrade en la mesa y darla a un pobre, si es posible. 

 

w Oraciones para terminar cada día:

 

La Virgen María prometió a Santa Matilde y a otras almas piadosas que quien rezara diariamente tres avemarías, tendría su auxilio durante la vida y su especial asistencia a la hora de la muerte. Confiados en tal promesa, invoquemos a la Madre de Dios diciendo:

Dios te Salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito el fruto de tu vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. (x 3)

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Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.

Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.

Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.

Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.

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¡Querido hermano, no dejes de honrar en este día a la Santísima Virgen con el rezo del santo Rosario! Si te ha gustado esta meditación, compártelo con tus familiares y amigos.

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