jueves, 5 de octubre de 2023

DÍA 6. EL NACIMIENTO DEL NIÑO JESÚS. GLORIA A DIOS EN LAS ALTURAS

DÍA 6. EL NACIMIENTO DEL NIÑO JESÚS. GLORIA A DIOS EN LAS ALTURAS

 

ORACIONES PARA TODOS LOS DÍAS

 

wPara comenzar todos los días

+Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Bendita sea la Santísima Trinidad que formó a María Santísima Inmaculada desde el primer instante de su ser, conservándola pura antes del parto, en el parto y después del parto, y enriqueciéndola con todas las gracias y dones de su divino Espíritu, por todos los siglos de los siglos. Amén. 

 

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén. (x 3)

 

ORACIÓNA MARÍA SANTÍSIMA

Soberana Reina de los cielos, Abogada de los pecadores y consuelo de todos los afligidos, que quisiste inspirar al gran Patriarca Santo Domingo de Guzmán, tu fiel siervo, la devoción del Santísimo Rosario, para que con ella pudiera vencer a los obstinados herejes albigenses, enemigos implacables de nuestra Religión y de nuestra fe, proveyendo al mismo tiempo en ella un medio sencillo y eficacísimo para conseguir vuestra protección y atraer sobre nuestra alma las gracias del cielo; alcánzanos de tu divino Hijo, nuestro adorable Redentor, que hagamos este santo ejercicio del mes de Octubre a Ti consagrado, con la mayor piedad, atención y recogimiento, para que por este medio consigamos ser, durante toda nuestra vida, incansables devotos de tu Santísimo Rosario. Tú, ¡oh, Virgen María, cuyas gracias y misericordias para con los que te invocan, no se agotan jamás, haz que en estos días participemos de ellas con mayor abundancia, a fin de que, considerando en esta vida tus virtudes y procurando al mismo tiempo imitarlas, podamos algún día cantar tus alabanzas en la gloria por toda la eternidad. Amén. 

 

DÍA SEXTO

GLORIA A DIOS EN LAS ALTURAS Y PAZ EN LA TIERRA A LOS HOMBRES DE BUENA VOLUNTAD. (Lc 2 , 14)

 

PUNTO 1º- Considera hoy; alma mía, como a pesar de hallarse los hombres enteramente olvidados de la venida del Mesías que esperaban, sobre todo los judíos, a quienes Dios había revelado por sus Profetas el tiempo fijo del nacimiento de Jesús, los cielos dan, sin embargo, de ello, señales de grande regocijo. Veían a su Dios reclinado en un establo por amor a los hombres, y esto bastó para que los ángeles hinchieran los aires con voces y alabanzas, cantando sin cesar: Gloria a Dios en las alturas y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad. Con esto compensaban sobradamente los terrenales obsequios con que los hombres tan duros de corazón podían agasajará aquel Dios recién nacido en aquellos instantes. De esta manera también Él les demostraba que ninguna necesidad tenía de sus alabanzas y servicios; y que, si se sometía a tan dura penitencia, era sólo por amor a ellos y a su eterno bien. Por esto tú, alma mía, debes hacer poco caso de las alabanzas y vituperios de los hombres. Generalmente nunca se emplean ni las unas ni los otros con arreglo a las leyes de la razón y de la justicia; se adula por intereses mezquinos al que obra mal, y se deprime al justo e inocente. Confórmate, pues, con tener tranquila la conciencia, y luego deja a Dios obrar, que Él responderá por ti, cuando sea necesario o conveniente. 

 

PUNTO 2º- Aunque te he dicho, alma mía, en el punto anterior, que los hombres estaban completamente olvidados de Jesús en su dichoso nacimiento, con todo, la gloria de los cielos se difundió también por la tierra, en aquella incomparable noche. Los ángeles se presentan a unos sencillos pastores, que se hallaban en la majada, guardando sus rebaños y les anuncian, que el Mesías, prometido y esperado por ellos hacía tantos años, había ya nacido. Les indican, que debían partir a adorarle inmediatamente; y para que no se extrañaran de la pobreza en que había nacido, les advierten que lo encontrarían reclinado en un establo y envuelto en pobres pañales. Con este aviso de los ángeles, ya no podía vacilar la fe de los pastores, mucho más siendo ellos tan sencillos y humildes. Así, pues, abandonando inmediatamente aquel lugar, corren al portal de Belén para admirar el prodigio anunciado por los ángeles y postrándose ante aquel Niño divino, le adoran rendidos y le ofrecen sus sencillos dones. ¡Oh alma mía, si tú fueras tan sencilla como estos pastores, para no hacer jamás resistencia a las inspiraciones del cielo! ¡Cuántos frutos espirituales conseguirías, que no recibes ahora a causa de tu poca virtud y sencillez! 

 

PUNTO 3º- Mas no sólo los pastores vienen a adorar a Jesús en el portal de Belén, sino también los Reyes Magos. Estos sabios (que sabio significa la palabra mago) contemplaron en el cielo una estrella misteriosa, que no habían visto hasta entonces y dijeron: Signo es este del nacimiento de un gran rey; vamos a adorarle. E inmediatamente, dejando todas las comodidades y regalos de sus palacios, se ponen en camino, guiados por la estrella. No tenía nada de particular que, al llegar al portal, en donde la estrella misteriosa se mantuvo fija, quedasen maravillados de la inmensa pobreza en que había nacido aquel divino Niño; mucho más no ha hiendo sido advertidos por los ángeles sobre esta circunstancia, como lo habían sido los pastores. Sin embargo, de ello, no pierden por esto la fe, y entrando en el portal, se despojan de sus coronas y cetros y le adoran con gran reverencia, ofreciéndole al mismo tiempo, oro, incienso y mirra ¡Qué grandes ejemplos para ser imitados por ti, alma mía, pues muchas veces, casi vacilas en la fe, porque tu razón no puede comprender los arcanos y misterios de Dios! Procura imitar en esta fe y devoción a los Reyes Magos, y de esa manera no serás nunca engañada de los enemigos. 

 

ORACIÓN A JESÚS ADORADO

POR LOS PASTORES Y LOS MAGOS

¡Oh, mi buen Jesús, dulce consuelo de mi alma, que amando tanto a los hombres no cesas de inventar medios para que ellos vengan a Ti, deponiendo su frialdad e indiferencia, a fin de llenarlos de tus bienes! Por esta causa envías a tus ángeles para que anuncien a los pastores tu venturoso nacimiento y de esta manera te reconozcan y adoren por su Rey y su Señor. De la misma manera ofreces a la vista de los Magos aquella desconocida estrella, para que, abandonando por algún tiempo los placeres y regalos de este mundo, puedan consagrarse a Ti y ofrecerte sus ricos dones y presentes. Concédeme, ¡oh, Señor! por tu infinita misericordia y por la intercesión de tu Madre y Señora mía María Santísima, que tenga yo también la humildad y sencillez de los pastores y la gran fe y mortificación de los Magos, para que de este modo pueda agradarte con todos mis pensamientos y acciones y algún día te alabe en el cielo con los ángeles por los siglos de los siglos. Amén. 

 

Obsequio a María: Hacer todas nuestras oraciones en este día de rodillas y si puede ser, postrados. 

 

w Oraciones para terminar cada día:

 

La Virgen María prometió a Santa Matilde y a otras almas piadosas que quien rezara diariamente tres avemarías, tendría su auxilio durante la vida y su especial asistencia a la hora de la muerte. Confiados en tal promesa, invoquemos a la Madre de Dios diciendo:

Dios te Salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito el fruto de tu vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. (x 3)

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Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.

Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.

Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.

Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.

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¡Querido hermano, no dejes de honrar en este día a la Santísima Virgen con el rezo del santo Rosario! Si te ha gustado esta meditación, compártelo con tus familiares y amigos.

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