domingo, 30 de julio de 2023

DÍA 31. ULTIMO DÍA DEL MES DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE JESÚS. PRECES Y CONSAGRACIÓN

DÍA 31. ÚLTIMO DÍA DEL MES DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE. PRECES Y CONSAGRACIÓN

 

SIETE OFRECIMIENTOS

DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE

300 días de Indulgencia cada vez que se recen con un corazón contrito; Plenaria al mes, con las condiciones de rigor - Papa Pío VII, Rescripto del 22 de Septiembre de 1821.

 

1° Padre Eterno, os ofrezco los méritos de la Sangre preciosísima de Jesús, vuestro amado Hijo y Nuestro Divino Redentor, por la propagación y exaltación de la Santa Iglesia Católica, Apostólica y Romana, única y verdadera fuera de la cual no hay salvación, y por la expansión de la Fe en todo el orbe.

En seguida se dirá un Gloria Patri, etc. y después la siguiente jaculatoria:

Sea para siempre bendito y alabado Jesús, que con su Sangre nos ha salvado.

 
2° Padre Eterno, os ofrezco los méritos de la Sangre preciosísima de Jesús, vuestro amado Hijo y mi divino Redentor, por la paz y concordia entre los príncipes y reyes católicos, por la humillación de los enemigos de la Santa Fe y por la felicidad del pueblo cristiano.
Un Gloria Patri, etc. - Sea para siempre bendito y alabado Jesús, que con su Sangre nos ha salvado.

 

3° Padre Eterno, os ofrezco los méritos de la Sangre preciosísima de Jesús, vuestro amado Hijo y mi divino Redentor, por que se reconozcan y arrepientan los incrédulos, sean extirpadas todas las herejías y convertidos los pecadores.

Un Gloria Patri, etc. - Sea para siempre bendito y alabado Jesús, que con su Sangre nos ha salvado.

 

4° Padre Eterno, os ofrezco los méritos de la Sangre preciosísima de Jesús, vuestro amado Hijo y mi divino Redentor, por todos mis parientes, amigos y enemigos, por los pobres, enfermos y atribulados y por todos los que Vos sabéis que debo pedir y Vos queréis que pida.

Un Gloria Patri, etc. - Sea para siempre bendito y alabado Jesús, que con su Sangre nos ha salvado.

 

5° Padre Eterno, os ofrezco los méritos de la Sangre preciosísima de Jesús, vuestro amado Hijo y mi divino Redentor, por todos los que hoy pasarán a la otra vida, a fin de que los libréis de las penas del Infierno, y los pongáis lo más pronto posible en posesión de vuestra Gloria.
Un Gloria Patri, etc. - Sea para siempre bendito y alabado Jesús, que con su Sangre nos ha salvado.

 

6° Padre Eterno, os ofrezco los méritos de la Sangre preciosísima de Jesús, vuestro amado Hijo y mi divino Redentor, por todos aquellos que son devotos de este gran tesoro de vuestra Sangre, por los que están unidos conmigo para adorarla y honrarla, y finalmente por los que trabajan en propagar esta devoción.

Un Gloria Patri, etc. - Sea para siempre bendito y alabado Jesús, que con su Sangre nos ha salvado.

 

7° Padre Eterno, os ofrezco los méritos de la Sangre preciosísima de Jesús, vuestro amado Hijo y mi divino Redentor, por todas mis necesidades espirituales y temporales, en sufragio de las Ánimas benditas del Purgatorio, y particularmente de las que han sido más devotas del precio de nuestra Redención y de los dolores y penas de vuestra amada Madre María Santísima.
Un Gloria Patri, etc. Sea para siempre bendito y alabado Jesús, que con su Sangre nos ha salvado. Un Pater Noster, Ave Maria y Gloria.

          

 

INVOCACIONES

A LA PRECIOSA SANGRE

Sangre Preciosa por mi amor vertida,

purifica mi alma de toda malicia.
Sangre redentora, vida de mi vida,

purifica mi alma de toda malicia.
Sangre derramada por las culpas mías,

purifica mi alma de toda malicia.
Sangre rubicunda, de estima infinita,

purifica mi alma de toda malicia.
Sangre, que llorando, mi Jesús vertía,

purifica mi alma de toda malicia.
Sangre, que en las lágrimas, hilo a hilo corrías,

purifica mi alma de toda malicia.
Sangre que te viste de hombres abatida,

purifica mi alma de toda malicia.
Sangre que brotaron de agudas espinas,

purifica mi alma de toda malicia.
Sangre que arrastrada fuiste y escupida,

purifica mi alma de toda malicia.
Sangre que vertieron manos atrevidas,

purifica mi alma de toda malicia.
Sangre del Costado en la cruel herida,

purifica mi alma de toda malicia.
Sangre dulce y suave, humana y divina,

purifica mi alma de toda malicia.
Sangre con que aplacas tu justísima ira,

purifica mi alma de toda malicia.
Sangre consagrada en Hostia pacífica,

purifica mi alma de toda malicia.
Sangre sin doblez, sangre inocentísima,

purifica mi alma de toda malicia.
Sangre con que borras la escritura antigua,

purifica mi alma de toda malicia.
Sangre en cinco pórticos de mejor piscina,

purifica mi alma de toda malicia.
Sangre de mi amante, sangre amabilísima,

purifica mi alma de toda malicia.
Sangre que te ofreces por quien más te pisa,

purifica mi alma de toda malicia.
Sangre que nutrió la dulce María,

 purifica mi alma de toda malicia.
Sangre siempre pronta a curar heridas,

purifica mi alma de toda malicia.
Sangre en que se funda la esperanza mía,

purifica mi alma de toda malicia.
Sangre que recauda la oveja perdida,

purifica mi alma de toda malicia.
Sangre liberal, sangre agradecida,

purifica mi alma de toda malicia.
Sangre encendedora de almas tibias,

purifica mi alma de toda malicia.
Sangre que haces fuerte al que en ti medita,

purifica mi alma de toda malicia.
Sangre santa, pura, amable y bendita,

purifica mi alma de toda malicia.
Sangre que estremece a la sierpe maldita,

purifica mi alma de toda malicia.
Sangre de mi alma, sangre de mi vida,

purifica mi alma de toda malicia.
Sangre, tú me salvas, tú me lavas y me limpias,

purifica mi alma de toda malicia.

 

. Adorámoste, Preciosa Sangre, y bendecímoste.

. Porque en la Cruz santa redimiste al mundo.

 

ORACIÓN
Omnipotente y sempiterno Dios, que con la Sangre de tu Hijo quisiste ser aplacado y que nosotros fuésemos redimidos, rogámoste que nos concedas de tal suerte hacer memoria del precio de nuestra salvación, que podamos en esta vida conseguir el perdón y en la eternidad, el premio de la gloria, por el mismo Jesucristo Señor nuestro, tu Hijo, que contigo vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

 

CONSAGRACIÓN

A LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO

 

¡Oh preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, derramada con infinita pasión, misericordia y donación!

¡Sangre majestuosa de todo un Dios encarnado en las purísimas entrañas de tu amadísima Madre, la Virgen María! Con profunda admiración, arrobo y reverencia me presento por María, con María y en María a tu divina Majestad. Como apóstol indigno me postro enamorado ante el misterio sublime de tu Pasión y Muerte en la Cruz.

¡Oh, Jesús amado! ¡Oh, Verbo encarnado y traspasado! Rebosante de anhelo caigo hoy ante tus plantas para unirme como brizna ínfima al insondable océano de tu entrega inagotable y admirable.

Así como en las terribles horas de angustia en Getsemaní pediste a Pedro, Santiago y Juan que velaran sin descanso, quiero responder con un sí a esta llamada que cada día se actualiza, pues la noche ha cubierto con un velo negro la redondez de la Tierra y las tinieblas acechan en penumbra a la humanidad golpeada por el pecado.

Señor mío, y Dios mío, con verdadera devoción yo, ____________________________________________________________ me consagro a tu Preciosísima Sangre derramada en el suplicio de tu Pasión. Como soldado de María quiero dejarme revestir con las armas de la oración y la penitencia para atraer a tu ardiente corazón, sediento y enamorado, las almas heridas y alejadas por el mal y envueltas en sombras.

¡Oh, Maestro bueno, de cuyo rostro desfigurado brotaron gotas de sangre y sudor al contemplar espantado la fealdad de nuestros pecados, indiferencias, desprecios, egoísmos, codicias y toda clase de males que asolan a los hombres! Imploro tu perdón y deseo adorar, amar y enjugar la Preciosísima Sangre que brotó de tu cuerpo y de tu rostro humano y divino.

Así como el maligno enemigo quiso desalentarte poniendo a prueba tu humanidad santísima al mostrarte el mal en todas sus formas, ruego, por tu gracia infinita, poder servirte de consuelo uniéndome a una de esas almas cuya vida y obras te fueron presentadas, a través de los ángeles, para alentar tus fuerzas en aquellas terribles horas de tremenda expiación.

Esposo compasivo, gracias por el plan de salvación.

Con las obras de mi vida tejeré un lienzo de amor, para cubrir tus cinco llagas que nos dieron redención.

 

En ___________________, el ___ de julio de 20__.