miércoles, 12 de abril de 2017

ROSARIO DE PASIÓN




SANTO ROSARIO
PARA EL TIEMPO DE PASIÓN
MEDITADO CON LA CARTA A LOS HEBREOS
MISTERIOS GLORIOSOS
Monición inicial: 
Cercano ya el Sagrado Triduo Pascual, la Iglesia nos invita a recoger nuestros sentidos e introducirnos en los momentos culminantes de nuestra redención, uniéndonos íntimamente a nuestro Señor Jesucristo y a su Madre y madre nuestra, la Virgen Dolorosa.
Al contemplar los misterios gloriosos, nuestra fe se confirma y reconforta con la esperanza de que tras la peregrinación en este mundo, hay una vida en el cielo conseguida a precio de la sangre de Cristo.
Señor mío Jesucristo... 

1.-La Resurrección del Señor.

“Cristo posee un sacerdocio perpetuo, porque permanece para siempre. De ahí que pueda también salvar perfectamente a los que por él se llegan a Dios, ya que está siempre vivo para interceder en su favor. Hb 7, 24-25

2.- La Ascensión del Señor
“Muchas veces y de muchos modos habló Dios en el pasado a nuestros Padres por medio de los Profetas; en estos últimos tiempos nos ha hablado por medio del Hijo a quien instituyó heredero de todo, por quien también hizo los mundos; el cual, siendo resplandor de su gloria e impronta de su sustancia, y el que sostiene todo con su palabra poderosa, después de llevar a cabo la purificación de los pecados, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas.” Hb 1, 1-3

3.- La Venida del Espíritu Santo
“Si la sangre de machos cabríos y de toros y la ceniza de vaca santifica con su aspersión a los contaminados, en orden a la purificación de la carne, ¡cuánto más la sangre de Cristo, que por el Espíritu Eterno se ofreció a sí mismo sin tacha a Dios, purificará de las obras muertas nuestra conciencia para rendir culto al Dios vivo!” Hb 9, 13-14

4.- La Asunción de María Santísima a los cielos en cuerpo y alma
“Por eso Cristo es mediador de una nueva Alianza; para que, interviniendo su muerte para remisión de las transgresiones de la primera Alianza, los que han sido llamados, reciban la herencia eterna prometida.” Hb 9, 15

5.- La Coronación de la Virgen como Reina y Señora
“Al contrario, exhórtense mutuamente cada día, mientras dura este hoy, para que ninguno de ustedes se endurezca por la seducción del pecado. Porque participamos de la suerte de Cristo, siempre y cuando mantengamos firme hasta el final la confianza del principio.” Hb 3, 13-14