FIESTA DEL SAGRADO CORAZÓN
Comentarios al Evangelio
de la Catena Aurea de Santo Tomás de Aquino
Juan
19, 31-37 Y los judíos (porque era Parasceve), a fin de que no quedasen
los cuerpos en la cruz el sábado (porque aquél era el grande día del sábado),
rogaron a Pilatos que les quebrasen las piernas y que fuesen quitados.
Vinieron, pues, los soldados, y quebraron las piernas al primero, y al otro que
fue crucificado con El. Mas cuando llegaron a Jesús, viéndole ya muerto, no le
quebrantaron las piernas, sino que uno de los soldados le abrió el costado con
una lanza y salió luego sangre y agua. Y el que lo vio, dio testimonio, y
verdadero es el testimonio de él. Y él sabe que dice verdad, para que vosotros
también creáis. Porque estas cosas fueron hechas para que se cumpliera la
Escritura: No desmenuzaréis hueso de El. Y también dice otra Escritura: Verán
en el que traspasaron. (vv. 31-37)
Crisóstomo, in Ioannem, hom. 84
Como los
judíos se tragaban un camello y hacían escrúpulo de un mosquito, después de
consumar tan gran atentado discutían solícita y diligentemente lo que sigue:
"Los judíos, pues, como era Pascua, a fin de que no permaneciesen los
cuerpos en la cruz en el sábado", etc.
Beda
Parasceve
(esto es preparación) era llamado el día sexto, porque en aquel día los
israelitas preparaban dos comidas, pues era muy grande aquel día de sábado (por
la solemnidad de la Pascua). "Rogaron, pues, a Pilato que les rompieran
las piernas a los ajusticiados".
San Agustín, in Ioannem, tract., 120
No con el
objeto de quitarlos de la cruz, sino más bien para no horrorizar con este
espectáculo de un suplicio prolongado en el día de fiesta.
Teofilacto
Así se
mandaba en la Ley, que no se pusiera el sol estando un hombre en el suplicio, o
porque no quisieran ser tenidos por verdugos y homicidas en día festivo.
Crisóstomo, ut supra
Observa cuán
grande es el poder de la verdad, pues ellos mismos cuidan de que se cumpla la
profecía. Por lo que sigue: "Vinieron, pues, los soldados y quebrantaron
las piernas del primero y del otro crucificado con El; pero cuando llegaron a
Jesús, como le vieron ya muerto, no le quebraron las piernas, sino que un
soldado abrió su costado con una lanza".
Teofilacto
Para
complacer a los judíos, lancean a Cristo, ultrajando su cuerpo exánime; pero
esta injuria se trocó en milagro, porque el manar sangre de un cuerpo muerto es
milagro.
San Agustín, ut supra
Con mucha
precaución se abstuvo el Evangelista de usar las palabras hirió su costado, o lo
rasgó, sino abrió, a fin de que en cierto modo se franqueara la puerta por
donde brotaron los sacramentos de la Iglesia, sin los cuales no se entra en la
verdadera vida. Y sigue: "Y al instante salió sangre y agua". La
sangre fue derramada por la remisión de los pecados, y el agua para suave
bebida y purificación. Esto había sido prefigurado por la puerta que a Noé se
le mandó abrir en el costado del arca para que entraran los animales que se
habían de salvar del diluvio, en los que se simbolizaba la Iglesia. Por esta
razón fue hecha la primera mujer del costado de Adán dormido, y este segundo
Adán, inclinando la cabeza, durmió en la cruz, para que fuese formada su esposa
y saliera de su costado durante su sueño. ¡Oh muerte que a los muertos resucitas!
¿Qué hay más puro que esta sangre? ¿Qué más saludable que esta herida?
Crisóstomo, ut supra
Como de aquí
toman origen los sagrados misterios, cuando te acercares al tremendo cáliz,
acércate como si fueras a beber del costado de Cristo.
Teofilacto
Avergüéncense
los que en el sagrado sacrificio rehusan mezclar el agua con el vino, dando a
entender que no creen que del lado de Cristo fluyó agua. Puede haber quien
calumniosamente diga que algún resto de vida quedaría en el cuerpo de Cristo, y
que por esto brotó sangre, pero el manar agua es una prueba irrefutable contra
este argumento. Esta es la razón por qué el Evangelista añadió: "Y el que
lo vio dio testimonio".
Crisóstomo, ut supra
Como si dijéramos: No lo oyó a otro, sino que lo vio por sí mismo y es verdadero su testimonio, lo que añadió con razón, contando la injuria hecha a Cristo y dando éste señal admirable para llamar la atención. También lo dijo para que enmudecieran los herejes, y para profetizar futuros misterios que se ocultaban bajo este tesoro.
Sigue:
"Y él sabe que dice verdad, para que vosotros creáis".
San Agustín, ut supra
Lo dice
quien lo vio, para que crea el que no lo vio. Dos testimonios cita de las
Escrituras sobre estos acontecimientos; pues el que había dicho: "No
quebraron a Jesús las piernas", añadió: "Esto sucedió para que se
cumpliese la Escritura, que dice: No desmenuzaréis ninguno de sus huesos"
( Ex 12,46), etc. Este precepto había sido dado en la antigua Ley a aquellos
que inmolaban el cordero, que fue la figura de la Pasión del Señor. Uno de los
soldados abrió su costado con una lanza, y a esto se refiere el otro
testimonio, que dice: "Y otro pasaje de la Escritura dice: ellos
dirigieron su mirada al que atravesaron", cuyas palabras contienen la
promesa de Cristo que había de ser crucificado en su propia carne.
San Jerónimo
Este testimonio está tomado de Zacarías ( Zac 12,10).