viernes, 30 de marzo de 2018

ACUÉRDATE. Oración en la Pasión del Señor de santa Teresita del Niño Jesús


Acuérdate de aquella triste noche,
noche de tu agonía,
en la que con tu sangre se mezclaron tus lágrimas.
¡Perlas de amor, cuyo infinito precio
hizo que germinaran
en esta tierra virginales flores!
Un ángel, al mostrarte esta mies escogida,
renacer hizo el gozo de tu bendita alma.
Mas tú, Jesús, me viste
en medio de tus lirios,
¡acuérdate!

Acuérdate, Señor, que tu rocío fecundo,
virginizando el cáliz de las flores,
capaces las volvió, ya en esta vida,
de engendrar multitud de corazones.
Soy virgen, ¡oh Jesús! No obstante, ¡qué misterio!,
al unirme yo a ti, soy madre de almas.
De las vírgenes flores
que salvan pecadores,
¡acuérdate!

Acuérdate: un Condenado a muerte,
abrevado de amargo sufrimiento,
alzó al cielo los ojos y exclamó:
«¡Un día me veréis aparecer con gloria
nimbado de poder sobre las nubes!»
Nadie creer quería que el Hijo de Dios fuese,
pues su gloria inefable permanecía oscura.
Príncipe de la paz,
yo sí te reconozco,
¡yo creo en ti...!

Acuérdate de que hasta entre los tuyos
siempre desconocido fue tu divino rostro.
Pero a mí me dejaste tu dulce y pura imagen,
y bien sabes, Señor, que siempre
yo te reconocí...
Te reconozco, sí, ¡oh rostro eterno!,
aun a través del velo de tus lágrimas
descubro tus encantos.
De todos los corazones
que recogen tus lágrimas, Jesús,
¡acuérdate!

 Acuérdate de la amorosa queja
que, clavado en la cruz, se te escapó del pecho.
¡En el mío quedó, Señor, grabada,
y por eso comparte el ardor de tu sed!
Y cuanto más herido se siente por tu fuego,
más sed tiene, Jesús, de darte almas.
De que una sed de amor
me quema noche y día
¡acuérdate!

¡Acuérdate, Jesús, Verbo de vida,
de que tanto me amaste, que moriste por mí!
También yo quiero amarte con locura,
también por ti vivir y morir quiero yo.
Bien sabes, ¡oh Dios mío!, que lo que yo deseo
es hacer que te amen y ser mártir un día.
Quiero morir de amor.
Señor, de mi deseo
¡acuérdate!