miércoles, 28 de febrero de 2018

EVANGELIO DEL DÍA: El Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida para la redención de muchos.




MIÉRCOLES DE LA II DE CUARESMA
Forma Extraordinaria del Rito Romano
El Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir
y a dar su vida para la redención de muchos.

Evangelio según San Mateo 20,17-28.
Poniéndose Jesús en camino para Jerusalén, tomó aparte a sus doce discípulos y les dijo:
Mirad que vamos a Jerusalén, donde el Hijo del hombre ha de ser entregado a los príncipes, y le condenarán a muerte;
y le entregarán a los gentiles para que sea escarnecido y azotado y crucificado; mas él resucitará al tercer día.
Entonces, la madre de los hijos de Zebedeo, se le acerca con sus dos hijos, y le adora, manifestando querer pedirle alguna gracia.
Jesús le dijo: ¿Qué quieres? Y ella les respondió: Dispón que estos dos hijos míos tengan su asiento en tu reino, uno a tu derecha y otro a tu izquierda.
Mas Jesús le dio por respuesta: No sabéis lo que os pedís. ¿Podéis beber el cáliz que yo tengo de beber? Y le dijeron: Bien podemos.
Les replicó: Mi cáliz sí que lo beberéis; pero el asiento a mi diestra o siniestra no me toca concederlo a vosotros, sino que será para aquellos a quienes lo ha destinado mi Padre.
Escuchando esto los otros diez apóstoles, se indignaron contra los dos hermanos.
Mas Jesús los convocó a sí, y les dijo: No ignoráis que los príncipes de las naciones avasallan a sus pueblos, y que sus magnates los dominan con imperio.
No ha de ser así entre vosotros, sino que quien aspirase a ser mayor entre vosotros, debe ser vuestro criado.
Y el que quiera ser entre vosotros el primero, ha de ser vuestro siervo.
Al modo que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir, y a dar su vida para redención de muchos.