viernes, 8 de agosto de 2025

9. EL CORAZÓN DE MARÍA EN LA HUIDA A EGIPTO. MES DEL INMACULADO CORAZÓN

DÍA NOVENO

El Corazón de María en la huida a Egipto

 

MES DE AGOSTO

CONSAGRADO

AL PURÍSIMO E INMACULLADO

CORAZÓN DE MARÍA

 

 

PARA COMENZAR TODOS LOS DÍAS.

 

Por la señal... etc.

 

Acto de contrición. - Señor mío Jesucristo...

 

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

¡Dulcísimo e inmaculado Corazón de María! Lleno de filial ternura y confianza comparezco ante vuestra soberana presencia a rendiros Jos sinceros homenajes de mí pobre corazón y a pediros remedio para mis necesidades y gracia para conseguir mi eterna salvación. ¿Dónde hallaré amparo más seguro, voluntad más decidida para socorrerme que en la amantísima Madre de los pecadores; que los amó hasta entregar por ellos a la muerte a su Santísimo Hijo y Salvador? ¿Quién acudió jamás a este piadoso Corazón que no fuese favorablemente acogido? Oíd, Madre mía, las súplicas que durante este mes logre dirigiros. Dad luz a mi entendimiento para conocer vuestras excelencias y prerrogativas; moved mi voluntad para seguir vuestros ejemplos é imitar vuestras virtudes, prended en mi corazón una centella siquiera del amoroso incendio con que se consumió el vuestro de caridad con Dios y con los hombres, y concededme aquella devoción hacia Vos que es prenda segura de salvación. Amén.

 

Se lee y medita lo propio de cada día del mes.

 

DÍA NOVENO

MEDITACIÓN

El Corazón de María en la huida a Egipto

Todas las palpitaciones del amable Corazón de María se regularon por la más perfecta obediencia; pero de ella dio más señalada muestra en la huida con su Hijo y San José a Egipto. El tiempo, el modo, la cosa misma, todo contribuyó a realzar esta obediencia. ¡Y con qué perfección de juicio, de voluntad y ejecución llevó al cabo la orden del cielo, comunicada, no a ella directamente por ministerio de ángeles, sino por medio de su esposo, el santísimo José! Esta orden ponía a prueba, no sólo su obediencia, sino también su confianza en Dios, que los lanzaba a tierras desconocidas, a un destierro de su patria, en país idólatra, sin bienes de fortuna, sin amigos, sin amparo ninguno de los hombres. Y, sin embargo, obedece con rendido corazón, y desde luego toma al Niño en sus brazos y hace de ellos blanda litera donde descanse y duerma el delicado Infante. La obediencia es la piedra de toque de los verdaderos hijos de Dios. No hay virtud sin obediencia. Esta debe regular los actos de las demás virtudes, y todas deben recibir de ella su dirección. No es verdadero obediente el que no mira en quien manda la persona de Dios, o sólo obedece en lo que le da gusto o le parece bien. Si el mundo anda tan mal y revuelto, es porque falta esta virtud. El espíritu de Lucifer es espíritu de rebeldía e insubordinación; el espíritu de Dios es espíritu de obediencia. 

 

¡Oh Corazón obedientísimo de María! Hazme conocer la importancia de esta virtud; desengáñame de las ilusiones del amor propio y alcánzame tu obediencia.

 

 

 

PARA FINALIZAR TODOS LOS DÍAS.

 

ASPIRACIONES

¡Corazón lucidísimo de María! Alumbradme.

¡Corazón purísimo de María! Limpiadme.

¡Corazón hermosísimo de María! Atraedme.

¡Corazón amorosísimo de María! Encendedme.

¡Corazón dulcísimo de María! Pacificadme.

¡Corazón afligidísimo de María! Compungidme.

¡Corazón fortísimo de María! Alentadme.

¡Corazón poderosísimo de María! Protegedme.

¡Corazón santísimo de María! En la hora tremenda de mi muerte y juicio, defendedme y mandadme ir a Vos.

Dulce Corazón de María, sed mi salvación.

 

ACTO DE REPARACIÓN ENSEÑANDO POR EL ÁNGEL DE LA PAZ A LOS PASTORCITOS DE FÁTIMA

 

Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo,

Os adoro profundamente y Os ofrezco

el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma

y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo,

presente en todos los sagrarios de la tierra,

en reparación por los ultrajes, sacrilegios e indiferencias

con que Él mismo es ofendido

y por los méritos infinitos de su Sacratísimo Corazón

y del Corazón Inmaculado de María,

os pido la conversión de los pobres pecadores. Amén.

 

ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS

Bajo vuestra protección nos acogemos,

santa Madre de Dios; no desechéis nuestras súplicas ni os olvidéis de nuestras necesidades, sino libradnos siempre de todo peligro, Virgen gloriosa y Madre nuestra. Amén.

 

“Corazón Inmaculado de María,

rogad por nosotros.”

100 días de indulgencia cada vez, Pío IX

 

Ave María Purísima, sin pecado concebida.

 

Indulgencias en la devoción al Inmaculado Corazón de María en el mes de agosto.

A los fieles que, en cualquier día del mes de agosto, rezan algunas preces o practican algún otro ejercicio de piedad en honor del Inmaculado Corazón de María, se les concede: indulgencia de cinco años, una vez.

A los que practican el mismo ejercicio durante todo el referido mes, se les concede indulgencia plenaria en las condiciones de costumbre: confesión, comunión y oración por las intenciones del Santo Padre. (S.C. del S. Oficio, 13 de marzo de 1913; S. Penitenciaría Apostólica, 2 de junio de 1935).