viernes, 7 de marzo de 2025

BREVE VIACRUCIS



VIA CRUCIS

Por la señal…

 

OFRECIMIENTO: Aquí vengo, Jesús mío, a recorrer contigo tu camino doloroso. Es tan provechoso para mi alma el recuerdo de tus dolores, que no quiero olvidarlos un momento. ¡Déjame, pues, Jesús mío, acompañarte! ¡Déjame seguirte! Quiero ver cómo llevas tu cruz, para aprender a llevar la mía; y, quiero ver, sobre todo, qué es amar de verdad, para de verdad corresponderte.

 

Al principio de cada estación se dice:

V/. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos

R/. Que por tu santa Cruz redimiste al mundo.

 

Después de la meditación de cada estación puede rezarse un Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

 

Y al final de cada estación:

V/. Señor, pequé.

R/. Tened piedad y misericordia de mí y de todos los pecadores.

V/. Bendita y alabada sea la Pasión y Muerte de nuestro Señor Jesucristo

R/. Y los Dolores de su Santísima Madre al pie de la cruz.

 

 


1ª ESTACIÓN Jesús sentenciado a muerte

Yo he dado, Señor, sentencia de muerte contra Ti para que mueras por mí… ¡Oh Jesús!, da Tú sentencia de muerte contra mí, para que, con tu gracia, yo de amor muera por Ti.

 

2ª ESTACIÓN Jesús cargado con la Cruz

Nudosa y pesada, labrada con mis pecados, es la cruz que has abrazado por mi amor… La que Tú por pura misericordia, has preparado para mí, por áspera y pesada que sea ¿no la abrazaré yo por tu amor...?

 

3ª ESTACIÓN Jesús cae la primera vez

Señor, ¿Tú caído en el suelo…? ¡Quieres, pero no puedes…! ¡Me amas más allá de los límites de tus fuerzas…!

Señor, aunque me falten las fuerzas y mi flaqueza se resista, que mi corazón siga queriéndote, y que yo nunca diga “no puedo”.

 

4ª ESTACIÓN Jesús se encuentra con su Santísima Madre

La compasiva mirada de tu Madre es bálsamo que endulza la terrible amargura de tu Corazón, que sufre el peso de la Cruz y de la ingratitud… Que tu maternal mirada, Madre mía, no me falte en el doloroso vía-crucis de mi vida y de mi muerte.

 

5ª ESTACIÓN Jesús ayudado por el Cirineo

Señor, ya no puedes más, más pesan mis pecados que las fuerzas que te restan; morirás, si no te apoyas en un Cirineo…
¡Oh buen Jesús! Mayor que el de mis cabellos es el número de mis pecados. No puedo, Señor, con tan pesado haz; déjame que lo descargue en Ti; sé Tú mi buen Cirineo.

 

6ª ESTACIÓN La Verónica enjuga el rostro de Jesús
¡Qué necesitado estabas, Jesús!, ¡qué favor tan oportuno el de la Verónica!, ¡y qué bien se lo pagaste…

¡Qué necesitado estás también ahora, Señor! ¡Cómo te escupe el mundo sensual y blasfemo…! ¿Dónde están las intrépidas Verónicas…?


7ª ESTACIÓN Jesús cae por segunda vez

Fuera de los muros de la ciudad, arrojado como inmunda basura, te veo, Señor. A los tuyos viniste, y los tuyos no quisieron recibirte. ¡Oh!, también llamaste a mi puerta, y yo ¡ingrata! te la cerré…

¡Basta de ingratitudes! Ven, Jesús, y haz que sea yo casa siempre cerrada al mundo y siempre abierta a Ti.

 

8ª ESTACIÓN Jesús consuela a las mujeres de Jerusalén

Señor, las mujeres de Jerusalén te lloran… ¡Qué poco saben que por ellas lloras Tú lágrimas de sangre…! Llorando por mí, me enseñaste a llorar por Ti y por mí. ¡Oh! ¡Todo un Dios ha llorado por mí! Que sus lágrimas me purifiquen y me rediman.

 

9ª ESTACIÓN Jesús cae por tercera vez

Tres veces te aplasta la Cruz; tres veces te derriban mis pecados, Señor, y yo sigo insensible… Cae el pecador, ya no me extraña; cae el cristiano, se explica también, ¡es tan débil y flojo…!
Pero… ¡que yo caiga, y repetidas veces caiga…!

 

10ª ESTACIÓN Jesús despojado de sus vestiduras

Púrpura de sangre cubre tu cuerpo, al quedarte desnudo ante un pueblo insolente… ¡Oh, si los inmodestos y escandalosos te conociesen…! Si mis faltas de pudor te arrancaron la
túnica virginal, con mi pureza y modestia te vestiré, Señor…

11ª ESTACIÓN Jesús clavado en la Cruz
¡Cuán duro es alma mía, el lecho donde te espera clavado tu esposo…! Y ¿querrás tú ser esposa, regalándote en delicias, entregada a la comodidad y viviendo en placeres…?
¡Señor, en el mismo lecho, en la misma Cruz los dos…!

 

12ª ESTACIÓN Jesús muere en la Cruz
Perdonando y amando, Jesús mío, hasta el fin, hasta lo imposible, hasta lo infinito, mueres en la cruz entre acerbísimos dolores, con el pensamiento y el Corazón en mí… Señor, ¿sabré yo perdonar, sabré yo amar, sabré yo sufrir y morir con el pensamiento y el corazón en Ti?

 

13ª ESTACIÓN Jesús en brazos de su Santísima Madre
La Hostia inmolada en el Ara de la Cruz desciende a los brazos purísimos de su Madre, para volver a inmolarse en el Ara de su Corazón Virginal…

Haz, Señor, haz, Madre mía, que mi corazón de virgen consagrada sea un nuevo altar, para inmolarme a mí misma en sacrificio por Ti, e inmolarte a Ti, divino Cordero, por mí.

 

14ª ESTACIÓN Jesús es sepultado

Santo Sepulcro, donde la muerte de Cristo dio muerte a la muerte y al pecado, y donde la Resurrección dio vida divina al mundo…
¡Oh Señor!, que en mi sepulcro, mi muerte sea muerte de todos mis pecados y mi resurrección sea principio de vida eterna en la gloria.

ORACIÓN FINAL: ¡Gracias, Jesús, por el gran beneficio que me has hecho, dejándome acompañarte en tu camino doloroso! ¡Qué sublimes lecciones de amor hemos aprendido!.

 

Por las intenciones del Sumo Pontífice para ganar las indulgencias

Padre nuestro, Ave María y Gloria