sábado, 3 de diciembre de 2022

EL ROSARIO EN REPARACIÓN AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA EN EL PRIMER SÁBADO DE MES CON SAN FRANCISCO JAVIER

 


EL ROSARIO EN REPARACIÓN AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA EN EL PRIMER SÁBADO DE MES CON SAN FRANCISCO JAVIER

 

Santo Rosario.

Por la señal... 

Monición inicial: Hoy, primer sábado de mes, ofrecemos este rosario en reparación al Corazón Inmaculado de María respondiendo así a su llamamiento en la ciudad de Pontevedra (ESPAÑA) por medio de Sor Lucía de Fátima, a quien la Virgen le dijo: "Mira, hija mía, mi Corazón cercado de espinas que los hombres ingratos me clavan sin cesar con blasfemias e ingratitudes. Tú, al menos, procura consolarme y di que a todos los que, durante cinco meses, en el primer sábado, se confiesen, reciban la Sagrada Comunión, recen el Rosario y me hagan compañía durante 15 minutos meditando en los misterios del rosario con el fin de desagraviarme les prometo asistir en la hora de la muerte con las gracias necesarias para su salvación."

Meditamos el rosario de hoy con algunos pensamientos de san Francisco Javier, sacerdote de la Compañía de Jesús, evangelizador de la India, el cual, nacido en Navarra, fue uno de los primeros compañeros de san Ignacio que, movido por el ardor de dilatar el Evangelio, anunció diligentemente a Cristo a innumerables pueblos en la India, en las Molucas y otras islas, y después en el Japón, convirtiendo a muchos a la fe. Murió en la isla de San Xon, en China, consumido por la enfermedad y los trabajos (1552).

Con el rezo del santo rosario queremos reparar al Inmaculado Corazón de María:

-por las blasfemias y ultrajes que se cometen contra la Inmaculada Concepción de María.

-por las blasfemias y ultrajes que se cometen contra la Virginidad perpetua de Nuestra Señora.

-por las blasfemias y ultrajes que se cometen contra la maternidad divina de María, rechazando al mismo tiempo recibirla como Madre de los hombres. (Avemaría)

-por aquellos que infunden en los niños y en los jóvenes el desprecio hacia la Virgen Inmaculada.

-por aquellos que ultrajan, desprecian y maltratan las imágenes y representaciones de la Virgen Santísima.

Señor mío Jesucristo... 

 

 

MISTERIOS GOZOSOS

1.- La encarnación del Hijo de Dios en las entrañas purísimas de la Virgen María.

“Os rogamos, padres, y os suplicamos una y otra vez en el Señor por aquella nuestra estrechísima amistad en Cristo Jesús, que nos escribáis los avisos y medios para más servir a Dios nuestro Señor, que allá os pareciere que debemos de hacer, pues tanto deseamos la voluntad de Cristo nuestro Señor por vosotros sernos manifestada; y en vuestras oraciones ultra de la acostumbrada memoria, otra más particular os pedimos que tengáis, pues la larga navegación y nueva contratación de gentiles, con nuestro poco saber, pide más y más favor del acostumbrado.”

2.-La Visitación de Nuestra Señora a su prima santa Isabel.

“Acá hay muchas buenas personas que viven con deseos de servir a nuestro Señor, si hubiese quien les ayudase, dándoles algunos ejercicios espirituales, para poner en obra el bien que de día en día difieren de hacer; […] principalmente aquellos que, contra toda razón, procuran de traer a nuestro Señor adonde ellos desean, no queriendo ir a donde Dios nuestro Señor los llama; dejándose guiar más por sus desordenadas afecciones, que por los buenos deseos que en ellos habitan; de éstos es de tener más compasión que envidia, viéndolos caminar tanto cuesta arriba y por un camino tan difícil y peligroso, y en pago de tantos trabajos venir a parar en un fin tan trabajoso..”

3.-El nacimiento del Niño Dios en el portal de Belén

“Quiso Dios N. S. en estos peligros probarnos y darnos a conocer para cuánto somos, si en nuestras fuerzas esperamos, o en cosas criadas confiamos; y para cuánto cuando de estas falsas esperanzas salimos, desconfiando de ellas, esperando en el Criador de todas las cosas, en cuya mano está hacernos fuertes, cuando los peligros por su amor son recebidos. Y tomándolos por sólo su amor, creen sin dudar los que se hallan en ellos, que todo lo criado está a obediencia del Criador, conociendo claramente que son mayores las consolaciones en tal tiempo que los temores de la muerte, dado que el hombre acabase sus días. Y fenecidos los trabajos y acabados de pasar los peligros, no sabe el hombre contar ni escribir lo que por él pasó al tiempo que estaba en ellos, quedando una memoria imprimida de lo pasado, para no cansar de servir a tan buen Señor, así en lo presente como en lo porvenir, esperando en el Señor, cuyas misericordias no tienen fin, que le dará fuerzas para lo servir.”

4.-La purificación de Nuestra Señora y presentación del Niño Jesús en el templo

"Placerá a Dios nuestro Señor que, con el favor y ayuda de vuestras devotas oraciones, no mirando Dios nuestro Señor a mis infinitos pecados, que me ha de dar su santísima gracia para que acá en estas partes mucho le sirva."

5.- El niño Jesús perdido y hallado en el templo

“Así como van estudiando en letras, si estudiasen en la cuenta que Dios nuestro Señor les demandará de ellas, y del talento que les tiene dado, muchos de ellos se moverían, tomando medios y ejercicios espirituales para conocer y sentir dentro en sus ánimas la voluntad divina, conformándose más con ella que con sus propias afecciones, diciendo: "Señor, aquí estoy, ¿qué quieres que yo haga? Envíame adonde quieras; y si conviene, aun a los indios".”

 

MISTERIOS DOLOROSOS

1. La Oración de Jesús en el Huerto

“En considerar esta gran merced que nuestro Señor nos hace con otras muchas, estamos confundidos en ver la misericordia tan manifiesta que usa con nosotros. Pensábamos nosotros hacerle algún servicio en venir a estas partes a acrecentar su santa fe, y agora por su bondad dionos claramente a conocer y sentir la merced que nos tiene hecha, tan inmensa, en traernos a Japón, librándonos del amor de muchas criaturas que nos impedían tener mayor fe, esperanza y confianza en él. (…)Por amor de nuestro Señor que nos ayudéis a dar gracias de tan grandes mercedes, para que no caigamos en pecado de ingratitud; pues en los que desean servir a Dios, este pecado

es causa por donde Dios nuestro Señor deja de hacer mayores mercedes de las que hace, por no ser en conocimiento de tanto bien, ayudándose de él.”.

2. La flagelación de Jesús atado a la columna.

“Los trabajos de tan larga navegación, cuidado de muchas enfermedades espirituales, no pudiendo hombre cumplir con las suyas, habitación de tierra tan sujeta a pecados de idolatría, y tan trabajosa de habitar, por las grandes calmas que hay en ella; tomándose estos trabajos por quien se deberían tomar, son grandes refrigerios y materia para muchas y grandes consolaciones.”

3. La coronación de espinas

“Creo que los que gustan de la cruz de Cristo nuestro Señor, descansan viniendo en estos trabajos, y mueren cuando de ellos huyen o se hallan fuera de ellos. ¡Qué muerte es tan grande vivir, dejando a Cristo, después de haberlo conocido, por seguir propias opiniones o aficiones! No hay trabajo igual a éste.”

4. Nuestro Señor con la cruz a cuestas camino del Calvario

“Pesad, Señor, mis pecados con los méritos de la muerte y pasión de mi Señor Jesucristo, y no con mis pocos merecimientos: así seré libre del poder del enemigo e iré a gozar para siempre, sin fin de los fines.”

5. La crucifixión y muerte del Señor

“Permite Dios al demonio desconsolar y vejar aquellas criaturas que de pusilánimes dejan de confiar en su Criador, no tomando fuerzas esperando en él.

Por este mal tan grande de pusilanimidad, viven desconsolados muchos de los que comenzaron a servir a Dios, por no ir adelante, llevando la suave cruz de Cristo con perseverancia. Esta miseria tan peligrosa y dañosa tiene la pusilanimidad que, como el hombre se dispone a poco, por confiar en sí, siendo una cosa tan pequeña, cuando se ve en necesidad de mayores fuerzas de las que tiene, que le es forzado totalmente confiar en Dios, carece de ánimo en las cosas grandes para usar bien de la gracia que Dios nuestro Señor le da para esperar en él; y los que se tienen en alguna opinión, haciendo fundamento en sí para más de lo que son, despreciando las cosas bajas sin haberse mucho ejercitado y aprovechado, venciéndose en ellas, son más flacos en los grandes peligros y trabajos que los pusilánimes; porque no llevando a cabo la que comenzaron, pierden el ánimo para cosas pequeñas, así como lo perdieron en las grandes.”

 

MISTERIOS GLORIOSOS

1.-La Resurrección del Señor.

“Cuántos mil millares de gentiles se harían cristianos, si hubiese operarios, para que fuesen solícitos de buscar y favorecer las personas que no buscan sus propios intereses, sino los de Jesucristo.”

2.- La Ascensión del Señor

“Lo que a nuestro Señor muy mucho rogamos es que aumente la fe de aquellos que tienen de nosotros alguna opinión o esperanza. Y por la opinión que de nosotros tienen, confiamos mucho en Dios nuestro Señor que, no mirando a nosotros, sino a la fe de los que nos desean oír, que nos ha de dar saber y gracia, para que podamos consolarnos y predicarles las cosas que son necesarias o útiles.”

 

Creo que Dios nuestro Señor, por la mucha fe de algunas personas que de nosotros tienen alguna opinión, y por la necesidad que tienen de nuestros pequeños y flacos ser-vicios, gentes que no conocen a Dios y dan culto a los demonios, no podemos dudar, puesta toda nuestra esperanza en Dios, sino que habemos de servir a Cristo nuestro Señor, y ayudar nuestros prójimos, trayéndolos a verdadero conocimiento de la fe.

3.- La Venida del Espíritu Santo sobre los Apóstoles reunidos en torno a la Virgen María

“Convertiremos dos o tres reinos de idólatras a la fe de Cristo, cuando en nosotros vieran y conocieren que no buscamos otro sino la salud (salvación) de las ánimas (almas).”

4.- La Asunción de María Santísima a los Cielos

“¡Qué descanso vivir muriendo cada día, por ir contra nuestro propio querer, buscando no los propios intereses sino los de Jesucristo!

5.- La Coronación De La Virgen Como Reina Y Señora De Todo Lo Creado.

“Cesamos rogando a Cristo nuestro Señor nos dé gracia de vernos y juntarnos en la otra vida corporalmente, pues en ésta no sé si más nos veremos, así por la mucha distancia de Roma a la India, como por la mucha mies que allá hay sin irla a buscar a otra parte. Y quien primero fuere a la otra vida y allá no encontrara al Hermano que ama en el Señor, ruegue a Cristo nuestro Señor que a todos allá en su gloria nos junte.”

 

MISTERIOS LUMINOSOS

1.-El Bautismo del Señor en el Jordán

“Así ceso, rogando a Dios nuestro Señor que, por su infinita misericordia, nos junte en su santa gloria, pues para ella fuimos criados, y acá, en esta vida, nos acreciente las fuerzas, para que en todo y por todo lo sirvamos como él manda y su santa voluntad en esta vida cumplamos.”

2.-El Milagro de las Bodas de Cana

“Son tantas las consolaciones que Dios nuestro Señor comunica a los que andan entre estos gentiles, convirtiéndolos a la fe de Cristo, que, si contentamiento hay en esta vida, éste se puede decir.”

3.- El anuncio del Reino invitando a la conversión.

“Confío en Cristo nuestro Señor que me ha de oír y conceder esta gracia, que use de este inútil instrumento mío, para plantar su fe entre gentiles. porque, sirviéndose su Majestad de mí, gran confusión sería para los que son para mucho, y acrecentamiento de fuerzas para los que son pusilánimes; y viendo que, siendo yo polvo y ceniza, y aun esto de lo más ruin, que presto para ser testigo de vista de la necesidad que acá hay de operarios, cuyo siervo perpetuo sería de todos aquellos que a estas partes quisiesen venir, para trabajar en la amplísima viña del Señor”

4.-La Transfiguración del Señor

“Cuánto más consolados vivirían, y con gran esperanza de la misericordia divina a la hora de la muerte, cuando entrarían en el particular juicio, del cual ninguno puede escapar, alegando por sí: "Señor, cinco talentos me entregaste, he aquí cinco más que he ganado con ellos". Témome que muchos de los que estudian en universidades, estudian más para con las letras alcanzar dignidades, beneficios, obispados, que con deseo de conformarse con la necesidad que las dignidades y estados eclesiásticos requieren.”

5.- La institución de la Eucaristía

“Luego que llegamos aquí tomamos cargo de los pobres dolientes que venían en el armada; y así yo me ocupé en confesarlos, comulgarlos y ayudarlos a bien morir, usando de aquellas indulgencias plenarias que Su Santidad me concedió para las partes de acá. Casi todos morían con grande contentamiento en ver que plenariamente a la hora de la muerte los podía absolver. Todos posábamos con los pobres, según nuestras pequeñas y flacas fuerzas, ocupándonos así en lo temporal como en lo espiritual. El fruto que se hace, Dios lo sabe, pues él lo hace todo.”