EJERCICIOS ESPIRITUALES. Día 18
Al comenzar cada día.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
ORACIÓN DE OFRECIMIENTO
DE SAN IGNACIO DE LOYOLA
Tomad, Señor, y recibid
toda mi libertad,
mi memoria,
mi entendimiento
y toda mi voluntad;
todo mi haber y mi poseer.
Vos me disteis,
a Vos, Señor, lo torno.
Todo es Vuestro:
disponed de ello
según Vuestra Voluntad.
Dadme Vuestro Amor y Gracia,
que éstas me bastan.
Amén.
Antes de comenzar la meditación, siguiendo el consejo de san Ignacio, “pide gracia a Dios nuestro Señor para que todas tus intenciones, acciones y operaciones sean puramente ordenadas en servicio y alabanza de su Divina Majestad.”
Se guarda unos segundos de silencio.
Se lee el punto de cada día, son sentencias cortas, para meditar y pensar. No leas apresurado.
San Ignacio recomienda la repetición de la meditación: Es conveniente a lo largo del día, volver sobre lo meditado.
DÍA 18.- VIDA PÚBLICA DE JESÚS.
Vida de predicación y celo.
Se preparó con la oración y el ayuno durante 40 días.
En tus empresas, ¿te preparas recurriendo antes a Dios?
Jesús llamó, uno por uno, a sus Apóstoles.
Dios llama a cada uno a un estado de vida particular.
Llama al estado de matrimonio, sacerdotal o religioso.
¿Sigues tú el llamamiento de Dios? ¿Sabes pedir consejo?
El primer milagro que hace es por intercesión de María.
Te dice con eso claramente cómo has de amarla.
Jesús predicaba a todos sin distinción de clases.
¿Me aprovecho yo de la predicación de sus sacerdotes?
***
Oh Jesús, me prepararé con la oración para mis obras.
Quiero seguir la vocación, que conozco haber recibido.
Acudiré siempre y en todo a la intercesión de María.
Para finalizar cada día.
CONSAGRACIÓN A LA VIRGEN
Bendita sea tu pureza
y eternamente lo sea,
pues todo un Dios se recrea
en tan graciosa belleza.
A Ti, celestial Princesa,
Virgen Sagrada María,
yo te ofrezco en este día
alma, vida y corazón.
Mírame con compasión,
no me dejes, Madre mía.
Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.
Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.
Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.
Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.
Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.
Ave María Purísima, Sin Pecado Concebida.