jueves, 9 de septiembre de 2021

EL REINO DE CRISTO. EJERCICIOS ESPIRITUALES. DIA 10

EJERCICIOS ESPIRITUALES. Día 10

 

Al comenzar cada día.

 

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

ORACIÓN DE OFRECIMIENTO

DE SAN IGNACIO DE LOYOLA


Tomad, Señor, y recibid

toda mi libertad,

mi memoria,

mi entendimiento

y toda mi voluntad;

todo mi haber y mi poseer.

Vos me disteis,

a Vos, Señor, lo torno.

Todo es Vuestro:

disponed de ello

según Vuestra Voluntad.

Dadme Vuestro Amor y Gracia,

que éstas me bastan.

Amén.

 

Antes de comenzar la meditación, siguiendo el consejo de san Ignacio, “pide gracia a Dios nuestro Señor para que todas tus intenciones, acciones y operaciones sean puramente ordenadas en servicio y alabanza de su Divina Majestad.”

 

Se guarda unos segundos de silencio.

Se lee el punto de cada día, son sentencias cortas, para meditar y pensar. No leas apresurado.

San Ignacio recomienda la repetición de la meditación: Es conveniente a lo largo del día, volver sobre lo meditado.

 

DÍA 10.- EL REINO DE CRISTO.

Jesús nos perdona.

No contento con esto, nos llama para que le sigamos.

Jesús es el Hijo de Dios hecho verdaderamente Hombre.

¿A que nos llama?

A conquistar el Reino de los cielos.

A luchar contra los enemigos de nuestra salvación.

Elijamos un estado de vida.

O perfeccionemos el nuestro.

¿Nos llama Cristo a un estado de vida más perfecto?

Pidámosle no ser sordos a su llamamiento, sino diligentes.

¡Cuánto ha padecido Cristo para salvar nuestras almas!

¿Qué es justo que hagamos por Él?

¿Qué haremos?

Sigamos a Cristo, nuestro Padre, Maestro, Señor y Rey.

 ***

Jesús, Rey y supremo Señor, me ofrezco del todo a Vos.

Mi fe y mi razón me dicen que he de seguiros.

Lo exige vuestra gloria y mi propio interés.

Así lo haré.

 

Para finalizar cada día.

 

CONSAGRACIÓN A LA VIRGEN

Bendita sea tu pureza

y eternamente lo sea,

pues todo un Dios se recrea

en tan graciosa belleza.

A Ti, celestial Princesa,

Virgen Sagrada María,

yo te ofrezco en este día

alma, vida y corazón.

Mírame con compasión,

no me dejes, Madre mía.

 

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.

Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.

Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.

Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.

Ave María Purísima, Sin Pecado Concebida.