EJERCICIOS ESPIRITUALES. Día 12
Al comenzar cada día.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
ORACIÓN DE OFRECIMIENTO
DE SAN IGNACIO DE LOYOLA
Tomad, Señor, y recibid
toda mi libertad,
mi memoria,
mi entendimiento
y toda mi voluntad;
todo mi haber y mi poseer.
Vos me disteis,
a Vos, Señor, lo torno.
Todo es Vuestro:
disponed de ello
según Vuestra Voluntad.
Dadme Vuestro Amor y Gracia,
que éstas me bastan.
Amén.
Antes de comenzar la meditación, siguiendo el consejo de san Ignacio, “pide gracia a Dios nuestro Señor para que todas tus intenciones, acciones y operaciones sean puramente ordenadas en servicio y alabanza de su Divina Majestad.”
Se guarda unos segundos de silencio.
Se lee el punto de cada día, son sentencias cortas, para meditar y pensar. No leas apresurado.
San Ignacio recomienda la repetición de la meditación: Es conveniente a lo largo del día, volver sobre lo meditado.
DÍA 12.- NACIMIENTO DE JESÚS
Ha de nacer en Belén
María vivía en Nazaret, distante unos 120 kilómetros.
Un edicto de Roma obliga a José y a María a ir a Belén.
Se ponen en camino. ¡Que modestia durante el viaje!
Llegan a Belén. No encuentran albergue alguno.
Se les cerraron todas las puertas y todos los corazones.
Ni una queja, ni una murmuración salen de sus labios.
Y en una cueva destartalada nació el Redentor del mundo.
Ejemplo de desprendimiento, de humildad, de pobreza.
María coloca a Jesús en un miserable pesebre.
Era noche oscura y fría, sin consuelo alguno humano.
***
Oh Jesús, Vos en un establo, ¿y yo regalado?
Vos pobre, y yo solo ambiciono riquezas y placeres.
Me confundo, Señor, y propongo ser más mortificado.
Para finalizar cada día.
CONSAGRACIÓN A LA VIRGEN
Bendita sea tu pureza
y eternamente lo sea,
pues todo un Dios se recrea
en tan graciosa belleza.
A Ti, celestial Princesa,
Virgen Sagrada María,
yo te ofrezco en este día
alma, vida y corazón.
Mírame con compasión,
no me dejes, Madre mía.
Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.
Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.
Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.
Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.
Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.
Ave María Purísima, Sin Pecado Concebida.