EJERCICIOS ESPIRITUALES. Día 15
Al comenzar cada día.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
ORACIÓN DE OFRECIMIENTO
DE SAN IGNACIO DE LOYOLA
Tomad, Señor, y recibid
toda mi libertad,
mi memoria,
mi entendimiento
y toda mi voluntad;
todo mi haber y mi poseer.
Vos me disteis,
a Vos, Señor, lo torno.
Todo es Vuestro:
disponed de ello
según Vuestra Voluntad.
Dadme Vuestro Amor y Gracia,
que éstas me bastan.
Amén.
Antes de comenzar la meditación, siguiendo el consejo de san Ignacio, “pide gracia a Dios nuestro Señor para que todas tus intenciones, acciones y operaciones sean puramente ordenadas en servicio y alabanza de su Divina Majestad.”
Se guarda unos segundos de silencio.
Se lee el punto de cada día, son sentencias cortas, para meditar y pensar. No leas apresurado.
San Ignacio recomienda la repetición de la meditación: Es conveniente a lo largo del día, volver sobre lo meditado.
DÍA 15.- JESÚS VA AL TEMPLO.
Fue al cumplir doce años.
Tres veces al año debían ir los israelitas a Jerusalén.
Allí asistían a las sagradas ceremonias.
La Sagrada Familia fue según la costumbre que tenían.
Jesús se quedó allí sin decirlo a José y María.
Era esta la voluntad de su Padre Celestial.
Hay que obedecer siempre a Dios antes que a los padres.
José y María buscaron a Jesús durante tres días.
Después de los tres días le encontraron en el Templo.
No se encuentra a Jesús en el bullicio mundanal.
Padres, cuando los hijos no están en casa, ¿dónde están?
***
Oh Jesús, os buscaré en el cumplimiento de mis deberes.
Si os pierdo por el pecado, os buscaré en la confesión.
Siempre con Vos; nunca sin Vos; nada contra Vos.
Para finalizar cada día.
CONSAGRACIÓN A LA VIRGEN
Bendita sea tu pureza
y eternamente lo sea,
pues todo un Dios se recrea
en tan graciosa belleza.
A Ti, celestial Princesa,
Virgen Sagrada María,
yo te ofrezco en este día
alma, vida y corazón.
Mírame con compasión,
no me dejes, Madre mía.
Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.
Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.
Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.
Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.
Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.
Ave María Purísima, Sin Pecado Concebida.