EJERCICIOS ESPIRITUALES. Día 22
Al comenzar cada día.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
ORACIÓN DE OFRECIMIENTO
DE SAN IGNACIO DE LOYOLA
Tomad, Señor, y recibid
toda mi libertad,
mi memoria,
mi entendimiento
y toda mi voluntad;
todo mi haber y mi poseer.
Vos me disteis,
a Vos, Señor, lo torno.
Todo es Vuestro:
disponed de ello
según Vuestra Voluntad.
Dadme Vuestro Amor y Gracia,
que éstas me bastan.
Amén.
Antes de comenzar la meditación, siguiendo el consejo de san Ignacio, “pide gracia a Dios nuestro Señor para que todas tus intenciones, acciones y operaciones sean puramente ordenadas en servicio y alabanza de su Divina Majestad.”
Se guarda unos segundos de silencio.
Se lee el punto de cada día, son sentencias cortas, para meditar y pensar. No leas apresurado.
San Ignacio recomienda la repetición de la meditación: Es conveniente a lo largo del día, volver sobre lo meditado.
DÍA 22.- CLASES DE HOMBRES.
Malos, imprudentes y felices.
Malos, los que viendo lo que han de hacer, no lo hacen.
Imprudentes, los que hacen solo lo que les viene en gana.
Como el enfermo que toma la medicina que bien le parece.
Ni los primeros, ni los segundos llevan camino de salvarse.
Felices, los que practican los medios que Dios nos señala.
Como el que toma la medicina eficaz, aunque amarga.
Vale la pena mortificarse para salvar nuestra alma.
Se trata de asegurar la eternidad, cueste lo que costare.
Haciéndolo así, seremos felices aquí y en la otra vida.
***
Oh Jesús quizá ahora he seguido a la primera clase.
Quizá practico algunos medios, pero no todos.
Quiero salvar mi alma.
No quiero ser malo ni imprudente.
Para finalizar cada día.
CONSAGRACIÓN A LA VIRGEN
Bendita sea tu pureza
y eternamente lo sea,
pues todo un Dios se recrea
en tan graciosa belleza.
A Ti, celestial Princesa,
Virgen Sagrada María,
yo te ofrezco en este día
alma, vida y corazón.
Mírame con compasión,
no me dejes, Madre mía.
Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.
Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.
Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.
Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.
Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.
Ave María Purísima, Sin Pecado Concebida.