viernes, 8 de octubre de 2021

CONFORMIDAD CON LA VOLUNTAD DIVINA. DÍA 9. MES DEL ROSARIO

MES DEL ROSARIO

 

Postrados ante una imagen de la Santísima Virgen (si es posible de Nuestra Señora del Rosario) se dirá:

Por la señal...

 

Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, por ser Vos quien sois, bondad infinita, me pesa de haberos ofendido y propongo con vuestra gracia no pecar más; lo que espero mee concederéis por vuestra pasión y muerte, para perseverar en vuestro servicio hasta alabaros en el cielo. Amén

 

Se lee y medita la reflexión de cada día.

 

Día 9

El Niño perdido y hallado en el templo

CONFORMIDAD CON LA VOLUNTAD DE DIOS

Grandísimo fue el gozo de la Santa Madre al encontrar a su Divino Hijo en el templo enseñando a los doctores, destruyendo. sus errores. Tres días le había buscado con amargura de su alma, pues no podía vivir sin su Jesús, y ya había recobrado la vida al verle dando muestras de su sabiduría celestial empezando a ser el Maestro Sapientísimo que venía a enseñar y guiar a los hombres par que cumpliesen la voluntad de su Eterno Padre, como Él mismo la estaba cumpliendo.

La Santísima Virgen, siguiendo las enseñanzas de su Divino Hijo, había, en aquellos tres días de amargura, atesorado merecimientos grandísimos, pues su conformidad fue absoluta y perfecta, no queriendo más que el cumplimiento de la Voluntad de Dios.

El Señor la recompensaba con gozo plenísimo.

Comprendamos en cuanto nos sea posible cuánto agrada a Dios la conformidad con su Voluntad. Pongamos todo empeño en que nuestra conformidad sea perfecta. En lo adverso y en lo próspero bendigamos a Dios. Debemos poner los medios prudentes y necesarios para conseguir lo que nos proponemos, pero cuando, a pesar de todo, no sucede lo que deseamos, conformémonos, seguros de que no nos conviene, y dejemos que el Señor lo disponga según su beneplácito. Y todo cuanto nos acontezca tomémoslo como enviado por Dios y así seremos. muy felices.

En todos los acontecimientos de nuestra vida tengamos presente que Dios es nuestro Padre, y un padre no quiere menos a su hijo cuando le castiga que cuando le premia, siendo todo por su bien y, además, como Dios es nuestro Padre y como es Todopoderoso y Sabiduría infinita y nos ama infinitamente, cuanto permite es para nuestro- provecho encaminándonos al cielo.

Todos nuestros asuntos pongámoslos en sus manos sin preocuparnos demasiado: Si éstos son espirituales, el Señor lo dispondrá para hacernos comprender los medios mejores para nuestra santificación, y para los temporales, estemos seguros de que su Providencia lo dispone todo para que no nos falte lo que nos conduzca a conseguir nuestra salvación. Recordemos lo que el mismo Señor nos dice: que las avecillas no siembran ni cosechan, y su Providencia cuida de ellas. Digamos siempre de corazón: hágase, Señor, vuestra Voluntad.

 

PRÁCTICA

Acostumbrémonos a rezar el Padre nuestro, a elevar nuestro corazón a Dios al pronunciar las palabras hágase Tu voluntad así en la tierra como en el cielo, para decirlas con toda verdad.

 

PETICIÓN

Jaculatoria. Oh, María, espejo de justicia, ruega por nosotros. Bendita sea tu pureza...