lunes, 25 de octubre de 2021

AMOR DE DIOS. MES DEL ROSARIO. DÍA 26

MES DEL ROSARIO

 

Postrados ante una imagen de la Santísima Virgen (si es posible de Nuestra Señora del Rosario) se dirá:

Por la señal...

 

Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, por ser Vos quien sois, bondad infinita, me pesa de haberos ofendido y propongo con vuestra gracia no pecar más; lo que espero mee concederéis por vuestra pasión y muerte, para perseverar en vuestro servicio hasta alabaros en el cielo. Amén

 

Se lee y medita la reflexión de cada día.

 

Día 26

La venida del Espíritu Santo

AMOR DE DIOS

El Espíritu Santo, que es Dios de Amor, comunica este amor a los Santos, a los Ángeles y a los hombres.

Después de la Ascensión del Señor, los Apóstoles con la Santísima Virgen estuvieron en el Cenáculo, y con fervorosas oraciones rogaban al Señor descendiera el Espíritu Santo, este Espíritu Consolador que les había prometido. El día de Pentecostés oyeron el ruido de un viento impetuoso, viendo aparecer como unas lenguas de fuego que se posaron sobre cada uno de ellos, quedando en el acto llenos del Espíritu Santo. ¡Qué maravillas obró en los Apóstoles·e1 Santo Espíritu llenándoles del fuego, del Amor de Dios!

Tenían cerradas, las puertas del Cenáculo por temor a los judíos, y en cuanto fueron llenos del Divino Espíritu abriéronlas, predicando la doctrina del Crucificado sin ningún temor, y los antes rudos e ignorantes, predicaban en diferentes lenguas para ser entendidos por todos.

La Santísima Virgen, que desde el primer instante de su Ser natural fue llena del amor Dios, recibió la plenitud de este amor la venida del Espíritu Santo, que la confirmó así en los dones y gracias, que ya la había concedido.

Consideremos a esta gran Señora que, abrasada en el amor de. Dios, sus súplicas harían fecunda la predicación·de los Apóstoles moviendo los corazones para seguir la doctrina de su Divino Hijo. Pidámosle una centellita de este Santo Amor; que Ella lo prenda en nuestros corazones para el tiempo y para la eternidad. ¡Amar a Dios! ¿Hay cosa más justa siendo nuestro Criador, que nos sacó de la nada, sin que se lo pidiéramos, por amor a nosotros? Nos redimió con su Pasión y Muerte santísimas abriéndonos las puertas del cielo. Por sus méritos infinitos demos entrar en este cielo en donde nos reserva dicha y gloria por una eternidad. ¿Y le amaremos con todas nuestras fuerzas? ¿Rehusaremos darle este corazón con todo nuestro amor que es lo único que nos pide? Démoselo, sin reserva prometiéndole por medio de la Santísima Virgen amarle siempre más y más.

 

PRÁCTICA

A fin de atestiguar nuestro amor a Dios hagamos nuestras devociones con el mayor fervor y pidamos que todos amen a Dios.

 

PETICIÓN

Jaculatoria. Oh, María, Esposa del Espíritu Santo, ruega por nosotros.

Bendita sea tu pureza...