domingo, 27 de agosto de 2017

LAS VIRTUDES SIN CARIDAD ESTAN MUERTAS. San Francisco de Sales






Comentario  al Evangelio

XII DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS



FORMA EXTRAORDINARIA DEL RITO ROMANO



“Se puede tener alguna virtud y permanecer durante algún tiempo sin pecar aunque no se tenga el amor divino…;pero todas las virtudes, separadas de la caridad, quedan muy imperfectas, ya que no pueden sin ella lograr su fin de hacer feliz al hombre…No niego que sin la caridad puedan nacer y hasta progresar; pero conseguir la perfección para merecer el nombre de virtudes hechas, formadas y cumplidas, eso depende de la caridad, que les da empuje para volar a Dios y libar en su misericordia la miel del verdadero mérito y de la santificación de los corazones donde se encuentran…



Las demás virtudes pueden ayudarse entre sí y excitarse mutuamente en su  obrar y ejercicio; ¿Quién no sabe que la castidad requiere y despierta a la sobriedad y que la obediencia lleva a la liberalidad, a la oración y a la humildad?... Pero de la mezcla de la obediencia y la castidad no puede salir virtud cumplida y perfecta, ya que les falta la última perfección, que es el amor. Aunque se pudiera lograr que todas las virtudes se encontrasen unidas en un hombre, menos la caridad, ese conjunto sería un cuerpo maravillosamente realizado en todas sus partes…, pero cuerpo sin movimiento, sin vida y sin gracia hasta que Dios lo inspirase el soplo de la vida (Gen. 2,7), es decir, la sagrada caridad, sin la cual, de nada sirve” (1 Cor. 13,3).
San Francisco de Sales