lunes, 26 de mayo de 2025

JUNIO: MES DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

 

JUNIO: MES DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

1. El dulcísimo y amabilísimo Corazón de Jesús ha sido siempre el objeto de la  devoción de los santos. En la mitad del siglo XVII, Jesús en su Sagrado Corazón se reveló a Santa Margarita María de Alacoque.

2. La devoción al Corazón de Jesús es todo amor: amor de gratitud, de reconocimiento; amor de reparación, de desagravios.

3. Esta devoción tiene por objeto el mismo Corazón adorable de nuestro Salvador y el amor inmenso en que se abrasa por nosotros pobres pecadores, y de que ha dado pruebas tan claras en la adorable Eucaristía.

4. Su fin es devolver amor por amor. El fin primero o principal es reparar el desprecio que se hace de este amor.

5. El fruto de esta devoción debe ser un amor ardentísimo y muy tierno a la persona adorable del Salvador; una susceptibilidad santa y delicadeza exquisita por todos sus divinos intereses.  Amarás a Dios con todo tu  corazón, sobre todas las cosas,  y al prójimo como a ti mismo por el amor de Dios.

6. Como en la Sagrada Eucaristía está todo Jesucristo, adoramos en el Santísimo Sacramento del altar el Corazón de Jesús, donde bajo las especies sacramentales arde y se consume en amor por nosotros, y se nos da todo sin reserva.

7. La devoción al Corazón de Jesús es como la quinta esencia de todas las devociones;  el imán dulcísimo y suavísimo que atrae a todas las almas, sobre todo a las que aspiran  a la perfección.

8. El “detente” –la imagen del Corazón de Jesús impresa o bordada– es un sacramental que expresa la promesa de Jesús a Sta. Margarita Mª de Alacoque: “Seré un refugio seguro durante la vida y, sobre todo, en la hora de la muerte”. El “detente” es un signo santo de culto y amor a Jesucristo que nos mueve a actos de fe, esperanza y amor a Él concediéndonos por su medio grandes gracias y favores. El “detente” es un escudo contra todo peligro y un acto de confianza en Jesús. Llevémoslo nosotros y hágamoslo llevar a los que amamos, especialmente a los niños y jóvenes, ancianos y enfermos.

9. PROMESAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS. Nuestro Señor Jesucristo, en sus revelaciones a Santa Margarita María de Alacoque,  le dio a conocer 12 promesas para los devotos de su Sagrado Corazón. Cada una de ellas, nos hablan de la generosidad de Dios que nos ama y derrama sobre nosotros sus bendiciones.

              I.         A las almas consagradas a mi Corazón, les daré las gracias necesarias para su estado.

            II.         Daré la paz a las familias.

         III.         Las consolaré en todas sus aflicciones.

         IV.         Seré su amparo y refugio seguro durante la vida, y principalmente en la hora de la muerte.

           V.         Derramaré bendiciones abundantes sobre sus empresas.

         VI.         Los pecadores hallarán en mi Corazón la fuente y el océano infinito de la misericordia.

       VII.         Las almas tibias se harán fervorosas.

    VIII.         Las almas fervorosas se elevarán rápidamente a gran perfección.

         IX.         Bendeciré las casas en que la imagen de mi Sagrado Corazón esté expuesta y sea honrada.

           X.         Daré a los sacerdotes la gracia de mover los corazones empedernidos.

         XI.         Las personas que propaguen esta devoción, tendrán escrito su nombre en mi Corazón y jamás será borrado de él.

       XII.         A todos los que comulguen nueve primeros viernes de mes continuos, el amor omnipotente de mi Corazón les concederá la gracia de la perseverancia final.