sábado, 31 de mayo de 2025

1 de junio. AMOR HUMILDE Y DÓCIL. MES DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

DIA PRIMERO

El amor al Sagrado Corazón de Jesús ha de ser humilde y dócil.

 

MES DE JUNIO

EN HONOR AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

CON SANTA MARGARITA MARÍA DE ALACOQUE

 

ORACIÓN PARA COMENZAR

TODOS LOS DÍAS:

 

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Poniéndonos en la presencia de Dios, adoremos su majestad infinita, y digamos con humildad:

 

OFRECIMIENTO AL PADRE ETERNO.

Oración de Santa Margarita María Alacoque

 

Padre eterno, permitid  que os  ofrezca el Corazón de Jesucristo,  vuestro  Hijo muy  amado, como se ofrece Él mismo, a Vos  en sacrificio. Recibid  esta ofrenda por mí, así como por todos los deseos, sentimientos, afectos  y actos de este Sagrado Corazón. Todos son  míos, pues Él se inmola por mí,  y yo no quiero tener en adelante otros deseos que los suyos. Recibidlos para concederme por  sus méritos todas las gracias que me son necesarias, sobre todo la gracia de la perseverancia  final. Recibidlos como otros tantos actos de amor, de adoración y alabanza que ofrezco a vuestra  Divina Majestad, pues por el Corazón de Jesús sois dignamente honrado y glorificado. Amén.

 

Se meditan los textos dispuestos para cada día.

DIA PRIMERO

 

MEDITACIÓN

El amor al Sagrado Corazón de Jesús ha de ser humilde y dócil.

Punto primero. Debiendo ser nuestro amor al Sagrado Corazón de Jesús amor de correspondencia y gratitud, ha de ser humilde. ¿Qué valor puede tener el amor de la criatura? Aunque se suponga fino, entero y continuo, ¿qué amor cabe en un corazón, que tanto tiene que reservarse para el descanso, para las cosas finitas, siquiera sea con relación a lo infinito, para el sueño, para los quehaceres, y que tan de ordinario se reserva para sí propio? ¿Qué extensión, qué continuidad tiene mi amor? ¡Ay! Si busco su medida, ésta me parece la nada, y si su extensión, es la nada, su continuidad es la interrupción casi continua y sin embargo, Corazón incomprensible en amor, este mi nada interrumpido ha de pagar, ha de corresponder a tu amor. Y te corresponderá si con esta nada te amo.

Pero ¡oh Corazón amable! esta nada en amarte es dejarte amar a ti en mí mismo. Es amarte tú en mí; porque al fin mi nada en amor, es tu infinito amor ¡Qué amor tan humilde ha de ser el mío! amor que es nada: amor que lo es todo ¡Qué dócil ha de ser mi amor! amor que siendo nada, deje paso libre al amor infinito.

De suerte, Corazón amante, que si me empeño en amaros por mí mismo, os amaré con un amor que es nada y si os amo abandonándome en vuestro amor, mi amor será infinito ¡Ah! Es que mi amor es la nada; vuestro amor es el todo. Que os ame con vuestro amor, que deje obrar en mi pobre corazón a Vuestro Soberano Corazón.

Punto segundo Estas son palabras del Corazón de Jesús a la Beata Margarita: «Un solo corazón» ¿Cuál, el mío o el Corazón de Jesús? Sí éste ¿qué habrá del mío? ¡Qué humildes han de ser en el amor los amantes del Sagrado Corazón! Un sólo amor. ¿El humano o el divino? ¡Qué dócil ha de ser el corazón de los amantes del Corazón de Jesús! Que os ame, Señor, sin que sepa que os amo. Que mi amor no impida tu amor. Así mi amor tendrá «un sólo Dios» Así amaré sufriendo, no ya el no poderos amar más, sino participando de los sufrimientos de vuestro afligido Corazón, porque os he de amar con vuestro encendido amor, con el de vuestro Corazón. ¡Ay! ¡Tiene Él tantas espinas! ¡Tantas llagas! ¡Tanta sangre! Dichoso amar, dichoso sufrir. Sagrado Corazón de Jesús, que así ame yo, que así sufra yo y si vuestro amor es gloria y vuestro amor el más subido sufrimiento, que este amor me santifique. Así lo quiero; así lo pido; así tendré el signo de vuestro amor. «Que tu divisa», dijo vuestro Corazón adorable a la Beata, «que tu divisa sea amar y sufrir ciegamente».

 

Consagración de sí mismo al divino Corazón de Jesús.

¡Oh Corazón Sagrado, yo me consagro todo a vos, os doy mi corazón, mi entendimiento, mi memoria y voluntad, a fin de que cuanto haga y sufra, sea todo por vuestro amor y gloria; que todo cuanto vea y oiga, me lleve a amaros; que todas mis palabras sean otros tantos actos de adoración, de amor y de alabanza vuestra y que los movimientos de mis labios sean otros tantos actos de contrición de todos los pecados, que he cometido, y de los bienes que he perdido y malogrado; pidiéndoos ¡oh Corazón de amor! que pueda traeros otras tantas veces a mí, cuantas atraigo el aire para respirar y que al aspirarle, os ofrezca tantas veces a vuestro Eterno Padre, para darle gracias por todo lo que le debo.

¡Oh Corazón lleno de bondad! escuchadme: ¡oh Corazón Sagrado, del cual soy, dependo y por quien vivo! inflamadme, llevadme, transformadme toda en Vos. Haced que todos mis pasos sean para llegar a Vos, y que todos mis movimientos sean para estrecharme con Vos; protestando que prefiero sufrir mil muertes, antes que separarme de Vos o seros infiel».

 

 

PARA FINALIZAR

***

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.

Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.

Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.

Santa Margarita María de Alacoque, ruega por nosotros.

Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.

 

***

¡Querido hermano, si te ha gustado esta meditación, compártela con tus familiares y amigos!

***

Ave María Purísima, sin pecado concebida.

1. DON DE SABIDURÍA. SEPTENARIO PARA PEDIR LOS DONES DEL ESPÍRITU SANTO

SEPTENARIO AL ESPÍRITU SANTO

PARA PEDIR SUS SIETE DONES

 

DÍA 1. DON DE SABIDURÍA

Por la señal de la santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos la llama de tu amor. Oh, Dios, que con la luz del Espíritu Santo iluminas los corazones de tus fieles, concédenos que guiados por el mismo Espíritu, disfrutemos de lo que es recto y nos gocemos con su consuelo celestial.

Ven, Espíritu Santo, por tu don Sabiduría, concédenos la gracia de apreciar y estimar los bienes del cielo y muéstranos los medios para alcanzarlos.

Rezar Padrenuestro, Avemaría y Gloria

 

Se termina, todos los días, con la secuencia del Espíritu Santo:

 

Ven Espíritu divino, manda tu luz desde el cielo.

Padre amoroso del pobre, don en tus dones espléndido.

Luz que penetras las almas, fuente del mayor consuelo.

Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestros esfuerzos.

Tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego.

Gozo que enjuga las lágrimas y reconforta en los duelos.

Entra hasta el fondo del alma, divina luz y enriquécenos.

Mira el vacío del alma si Tú le faltas por dentro.

Mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento.

Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo.

Lava las manchas. Infunde calor de vida en el hielo.

Doma el espíritu indómito. Guía al que tuerce el sendero.

Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos.

Por tu bondad y tu gracia, dale al esfuerzo su mérito.

Salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno.

Amén.

***