DIA 31 DE MAYO
El amor incomprensible del Corazón de Jesús
MES DE JUNIO
EN HONOR AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
CON SANTA MARGARITA MARÍA DE ALACOQUE
ORACIÓN PARA COMENZAR
TODOS LOS DÍAS:
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Poniéndonos en la presencia de Dios, adoremos su majestad infinita, y digamos con humildad:
OFRECIMIENTO AL PADRE ETERNO.
Oración de Santa Margarita María Alacoque
Padre eterno, permitid que os ofrezca el Corazón de Jesucristo, vuestro Hijo muy amado, como se ofrece Él mismo, a Vos en sacrificio. Recibid esta ofrenda por mí, así como por todos los deseos, sentimientos, afectos y actos de este Sagrado Corazón. Todos son míos, pues Él se inmola por mí, y yo no quiero tener en adelante otros deseos que los suyos. Recibidlos para concederme por sus méritos todas las gracias que me son necesarias, sobre todo la gracia de la perseverancia final. Recibidlos como otros tantos actos de amor, de adoración y alabanza que ofrezco a vuestra Divina Majestad, pues por el Corazón de Jesús sois dignamente honrado y glorificado. Amén.
Se meditan los textos dispuestos para cada día.
DIA 31 DE MAYO
El amor incomprensible del Corazón de Jesús
MEDITACIÓN
Punto primero. El amor del Corazón de Jesús hacia los hombres es incomprensible. Es el amor infinito de Dios, hecho hombre por amor a los hombres. Es amor que abraza todos los tiempos, a todos los hombres. El que redimió al mundo, satisfizo al Eterno Padre. Fue el móvil de su pasión y de su muerte. Fue la fuente de los Santos Sacramentos. Fue el que motivó la institución de este culto. Es el que trasformó a Dios en pastor solicito, que busca la oveja perdida. El que la carga sobre sus hombros. El que la alimenta en los amenos prados de su Iglesia con los pastos saludables de su doctrina, de sus ejemplos, de su cuerpo y de su sangre.
¡Qué incomprensible es el amor del Corazón de Jesús! Es el que hace de un Dios un padre bondadosísimo para con sus hijos pródigos e ingratos, el que le hace salir al camino para recibirlos, el que los echa los brazos al cuello, el que los viste de gala, el que los prepara el convite celestial y divino. ¡Qué incomprensible es el amor del Sagrado Corazón de Jesús!
Punto segundo. Los fines del amor del Sagrado Corazón de Jesús son bien conocidos. Son auténticas estas manifestaciones del mismo deifico Corazón a la Beata Margarita. Quiero servirme de ti, para atraer los corazones a mi amor y para ello te ofrezco todo mi poder ¡Qué fin tan amoroso! ¡Qué eficacia en el medio! El fin es ser amado, ser correspondido en el amor. Dase por pagado un amor incomprensible e infinito, con un amor tan mezquino e imperfecto. El medio es su omnipotencia; por esta razón le asegura que para lograrle no tienen que hacer otra cosa las criaturas, que disponerse, no a merecerlas, sino a recibirlas, por esto al constituir tesorera de este amor a la beata, le prometió su asistencia, mientras tuviese poder su Corazón adorable. Meditemos atentos.
El fin del amor del Sagrado Corazón de Jesús es recabar el amor de los hombres. ¡Qué designio del amor de un Dios tan humilde! ¡Qué amor tan despreciado! ¡Qué poco correspondido! El medio del amor es la omnipotencia de Dios, dejando obrar libremente a la criatura. ¡Qué medio tan eficaz y potente! ¡Qué maldad tan incomprensible la del pecado, la de la ingratitud, que esteriliza un medio tan poderoso, una virtud infinita!
COLOQUIO
¡Soberano Corazón de Jesús: adoro la grandeza de tu amor! Admiro su extensión, veo y siento su incomprensibilidad. Piérdame en ella, deifico Corazón, para hallarme en Vos mismo, para amar en Vos mismo. Yo deseo, yo propongo perder mi entendimiento en Vos, para no ver más que a Vos mismo, y deseo también perder mi voluntad en Vos, para no amar sino a Vos mismo.
Siento la ingratitud de los hombres, y siento también la mía. Ojalá correspondamos fielmente todos a los fines tan nobles y generosos de vuestro amor. Que el amor en que se abrasó siempre vuestro Sagrado Corazón, y principalmente el que le hizo exhalar su último suspiro, abrase también los nuestros, para que vivan de vuestro amor en la vida y en la eternidad. Que os amemos de veras, soberano Corazón de Jesús y que nuestro amor constante en la vida se perpetúe en la eternidad dichosa. Amen.
PARA FINALIZAR
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Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.
Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.
Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.
Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.
Santa Margarita María de Alacoque, ruega por nosotros.
Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.
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¡Querido hermano, si te ha gustado esta meditación, compártela con tus familiares y amigos!
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Ave María Purísima, sin pecado concebida.