EJERCICIO DEL SANTO VIACRUCIS
con pensamientos de
santa Vicenta María López y Vicuña
Por la señal…
Monición inicial: Hermanos: emprendamos el camino de la cruz siguiendo a Nuestro Señor Jesucristo para alcanzar el verdadero conocimiento de nuestros pecados y alcanzar misericordia de Dios por el sincero y humilde arrepentimiento de ellos, como la detestación y odio a toda ofensa a Dios.
Meditamos este viacrucis con algunos pensamientos de los apuntes espirituales de Santa Vicenta María López y Vicuña, virgen, que fundó y difundió el Instituto de la Hijas de María Inmaculada para ofrecer ayuda espiritual y material a las muchachas separadas de sus familias y dedicadas al servicio doméstico. (1847-1890)
Acto de contrición: Señor mío Jesucristo
Al principio de cada estación se puede decir:
V/. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos
R/. Que por tu santa Cruz redimiste al mundo.
Y al final de cada estación:
V/. Señor, pequé.
R/. Tened piedad y misericordia de mí y de todos los pecadores.
V/. Bendita y alabada sea la Pasión y Muerte de nuestro Señor Jesucristo
R/. Y los Dolores de su Santísima Madre al pie de la cruz.
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I. ESTACIÓN: Jesús condenado a muerte
“Pilato, después de haber hecho azotar a Jesús, se lo entregó a los soldados para que lo crucificaran.” (Mt 27, 26)
Pensamiento: “Vos ultrajado por los sacerdotes, soldados y toda clase de gentes, con todo género de ignominias, ¡y pretenderé yo estimación! ¿Ha de ser el siervo más que su Señor? Preciso es estar dispuesto a sufrir desprecios en vista de los de Jesús; pero, Dios mío ¡qué repugnante es a la naturaleza! En fin, si trabajo por adquirir humildad, me será más fácil.”
II. ESTACIÓN: Jesús carga con la Cruz
“Después de haberse burlado de él, le quitaron la capa, le devolvieron sus vestidos y lo sacaron afuera para crucificarlo.” (Mt 27, 31)
Pensamiento: “Vos aceptando la sentencia tan injusta, tan cruel, tan afrentosa de los azotes sin réplica, me queréis dar a entender que queréis curar mis llagas. Gracias Dios mío, yo merecía esos azotes y ya que los habéis tomado por mí, os prometo serviros con cuanta fidelidad me sea posible, mortificándome cuanto sea menester para conservar esa unión con Vos que tanta falta me hace.”
III. ESTACIÓN: Jesús cae por primera vez bajo la cruz
“Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir conmigo, que renuncie a sí mismo, tome su cruz y me siga. Pues el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que la entregue por mi causa, la conservará.” (Mt 16, 24-25)
Pensamiento: “¡Ah, Señor cuánto habéis padecido por nosotros! Me ofrezco a todo lo que Vos queráis, y ya que por ahora no creo que he de verme en el caso de padecer grandes cosas, ofrezco por lo menos ser fiel a lo prometido, tener grande afán porque se salven muchas almas, ya que tanto han costado. Súplicas de que en las hermanas se arraigue este celo y para ello conocer que para enseñarlo lo he de tener yo.”
IV. ESTACIÓN: Jesús se encuentra con su madre
“Simeón bendijo a María, su madre y el dijo: él está para ruina y para resurrección de muchos en Israel, y será señal de contradicción, a fin de que se manifiesten los secretos de muchos corazones. Y a ti una espada te traspasará el alma.” (Lc 2, 34-35)
Pensamiento: “La Santísima Virgen es mi madre. Haced, pues, los oficios de tal, alcanzándome de vuestro Hijo Santísimo gracia para poner en práctica cuanto quiere de mí. Quiero imitaros, Madre mía, en la humildad y en la constancia con que permanecisteis al pie de la cruz, y el celo de la salvación de los hombres.”
V. ESTACIÓN: Jesús recibe la ayuda de Simón el Cirineo para llevar la Cruz
“Cuando salían encontraron a un hombre de Cirene, conocido por Simón, al que obligaron a llevar la cruz.” (Mt 27, 32)
Pensamiento: “Prontitud en dar al Señor cuanto exija de mí, absteniéndome de todo gusto y ejecutando todo lo que sea de su agrado, cueste lo que cueste. Conozco que Dios lo quiere: pues basta, aunque me repugne. ¿No soy suya? ¿No me ha sacado de la nada? ¿No me ha comprado con su sangre?”
VI. ESTACIÓN: La Verónica limpia el rostro de Jesús
“Por ti he sufrido insultos y la vergüenza me cubre el rostro; soy un extraño para mis propios hermanos y un forastero hasta para los hijos de mi madre.” (Sal 68, 8-9)
Pensamiento: “Algún afecto de compasión, considerando el desamparo del Señor en su Pasión; después procurar conocer que yo con mis faltas he manchado y afeado su Imagen, pedir perdón y propósitos de cumplir los hechos.”
VII. ESTACIÓN: Jesús cae por segunda vez
“Vengan a mí todos los que se sientan cansados y oprimidos, y yo los aliviaré. Tomen mi yugo y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontrarán descanso para sus almas. Pues de hecho mi yugo es suave, y ligera mi carga.” (Mt 11, 28-30)
Pensamiento: “Jesús tan despreciado, tan desvalido por el abandono hasta de sus discípulos, hecho la burla de aquel pueblo a quien tanto había favorecido, y yo, ¿cómo haré para imitarle en sus desprecios?.”
VIII. ESTACIÓN: Jesús consuela a las mujeres de Jerusalén
“Le seguía una gran multitud del pueblo y mujeres que se golpeaban el pecho y se lamentaban por él.” (Lc 23, 27)
Pensamiento: “El mayor tormento de los condenados es vivir para siempre separados de Dios. ¡Dios mío, yo no puedo vivir sin Vos! Decidme, Señor, lo que queréis de mí: que a todo estoy pronta con tal de no separarme de Vos.”
IX. ESTACIÓN: Jesús cae por tercera vez
“Yo soy el buen pastor... y doy la vida por mis ovejas...Nadie me quita la vida: la ofrezco yo por mi propia iniciativa, pues tengo poder de entregarla e igualmente poder de recuperarla.” (Jn 10, 14-18)
Pensamiento: “Consuelo al considerar la primera palabra del Señor en la Cruz; si Vos que con tanta claridad decís que los pecadores no saben lo que se hacen y habéis de ser mi Juez, ¿qué no podré esperar? No hice más que pedir perdón de mis culpas y proponer no ofender más a Dios.”
X. ESTACIÓN: Jesús, despojado de sus vestidos
“Los soldados se repartieron los vestidos de Jesús a suerte.” (Mt 27, 35)
Pensamiento: Desprendimiento de todo lo de la tierra. Igualdad de ánimo para recibir trabajos o prosperidad. Habiendo de seguirle, es preciso tomar la cruz y conformarse con la ignominia: y a quien ha merecido el infierno, ¿qué padecimiento se le hará grave?”
XI. ESTACIÓN: Jesús, clavado en la cruz
“Llegados al lugar llamado del Calvario, le dieron a beber vino con vinagre; él lo probó, pero no quiso beberlo. Lo crucificaron, y junto con él a dos ladrones, uno a la derecha u otro a la izquierda.” (Mt 27, 33-38)
Pensamiento: “La consideración de ver al Señor ensangrentado en la Cruz y a la Virgen Santísima padeciendo aquel martirio tan terrible, me movieron más que nunca.”
“La Virgen Santísima es nuestra Madre que cuida de remediar nuestras necesidades. Hemos de imitar su constancia al pie de la cruz.”
XII. ESTACIÓN: Jesús muere en la cruz
“Desde el mediodía hasta las tres de la tarde sobrevinieron tinieblas sobre toda la tierra. Hacia las tres, Jesús exclamó con voz potente: “Elí, Elí, lamá sabactaní”, que significa “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?” Y, dando un fuerte grito, expiró. (Mt 27, 45-50)
Pensamiento: “¡Con cuanto amor ha padecido mi Señor su Pasión y muerte por mí! Bien decía el apóstol: la caridad de Cristo nos apremia a que vivamos sólo para Aquel que murió por nosotros. Sí, Dios mío, al ver en Vos tanta generosidad, quiero yo tenerla para hacer y padecer cuanto Vos queráis; pero, con prontitud, con alegría y con afán de corresponder a tal bondad y cooperar a la obra de la Redención.”
XIII. ESTACIÓN: El cuerpo de Jesús es bajado de la cruz
“José de Arimatea tomo el cuerpo de Jesús, lo envolvió en una sábana blanca y lo depositó en una tumba nueva, que se había hecho excavar para sí en una roca; corrió la rueda que cerraba el sepulcro y marchó. (Mt 27, 67-60)
Pensamiento: “Quiero tomar por modelo a la Santísima Virgen, estudiando sus acciones interiores y exteriores en el tiempo que permaneció sobre la tierra después de la muerte de su Hijo Santísimo.”
XIV. ESTACIÓN: Jesús sepultado
“Al día siguiente de la Parasceve
(preparación para la Pascua) se reunieron los sumos sacerdotes y los fariseos
con Pilato, y le dijeron: Señor, nos hemos acordado que ese impostor cuando
estaba en vida dijo: “Resucitaré al tercer día”. Manda, pues, que el sepulcro
esté vigilado hasta el tercer día...Pilato les dijo: Ustedes disponen de
guardia propia; vayan y vigilen como lo crean mejor. Y ellos fueron y
aseguraron el sepulcro, sellaron la piedra y pusieron vigilancia.” (Mt 27,
62-66)
Pensamiento: “Confiar en Dios, que removerá todos los obstáculos como la piedra del sepulcro no fue parte para detener a las Marías; ser diligente en su servicio, llevarle cosas preciosas, y ¿qué os llevaré yo? A mis pobres hermanas, si con vuestra gracia se logra que aprendan el verdadero menosprecio de sí mismas, la sencillez, el fervor, el amor de la pobreza.”
Para ganar la indulgencia concedida al rezo del Viacrucis, por las intenciones del Papa.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria
Nuestro agradecimiento a la Hermana Susete Mourato, de la comunidad de las Religiosas de María Inmaculada de Toledo, por su gentileza al prestarnos este material de su santa Madre Fundadora. Pidamos que el Señor bendiga su apostolado y a su congregación con abundantes y santas vocaciones.
Viacrucis con pensamientos ... by IGLESIA DEL SALVADOR DE TOL...
