EVANGELIO DEL DOMINGO
XXI DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS
Forma Extraordinaria del Rito Romano
En
aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: Se parece el reino de
los cielos a un rey que quiso ajustar las cuentas con sus criados. Al empezar a
ajustarlas, le presentaron uno que debía diez mil talentos. Como no tenía con
qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él con su mujer y sus hijos y
todas sus posesiones, y que pagara así. El criado, arrojándose a sus pies, le
suplicaba diciendo: “Ten paciencia conmigo y te lo pagaré todo”. Se compadeció
el señor de aquel criado y lo dejó marchar, perdonándole la deuda. Pero al
salir, el criado aquel encontró a uno de sus compañeros que le debía cien
denarios y, agarrándolo, lo estrangulaba diciendo: “Págame lo que me debes”. El
compañero, arrojándose a sus pies, le rogaba diciendo: “Ten paciencia conmigo y
te lo pagaré”. Pero él se negó y fue y lo metió en la cárcel hasta que pagara
lo que debía. Sus compañeros, al ver lo ocurrido, quedaron consternados y
fueron a contarle a su señor todo lo sucedido. Entonces el señor lo llamó y le
dijo: “¡Siervo malvado! Toda aquella deuda te la perdoné porque me lo rogaste. ¿No
debías tú también tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de
ti?”. Y el señor, indignado, lo entregó a los verdugos hasta que pagara toda la
deuda. Lo mismo hará con vosotros mi Padre celestial, si cada cual no perdona
de corazón a su hermano».
Mt 18, 23-35
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