ÚLTIMO
DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS
Forma
Extraordinaria del Rito Romano
En
aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Cuando veáis la abominación de la
desolación, anunciada por el profeta Daniel, erigida en el lugar santo (el que
lee que entienda), entonces los que vivan en Judea huyan a los montes, el que
esté en la azotea no baje a recoger nada en casa y el que esté en el campo no
vuelva a recoger el manto. ¡Ay de las que estén encintas o criando en aquellos
días! Orad para que la huida no suceda en invierno o en sábado. Porque habrá
una gran tribulación como jamás ha sucedido desde el principio del mundo hasta
hoy, ni la volverá a haber. Y si no se acortan aquellos días, nadie podrá
salvarse. Pero en atención a los elegidos se abreviarán aquellos días. Y si
alguno entonces os dice: “El Mesías está aquí o allí”, no le creáis, porque
surgirán falsos mesías y falsos profetas, y harán signos y portentos para
engañar, si fuera posible, incluso a los elegidos. Os he prevenido. Si os
dicen: “Está en el desierto”, no salgáis; “En los aposentos”, no les creáis.
Pues como el relámpago aparece en el oriente y brilla hasta el occidente, así
será la venida del Hijo del hombre. Donde está el cadáver, allí se reunirán los
buitres.
Inmediatamente
después de la angustia de aquellos días, el sol se oscurecerá, la luna perderá
su resplandor, las estrellas caerán del cielo y los astros se tambalearán.
Entonces aparecerá en el cielo el signo del Hijo del hombre. Todas las razas
del mundo harán duelo y verán venir al Hijo del hombre sobre las nubes del
cielo con gran poder y gloria. Enviará a sus ángeles con un gran toque de
trompeta y reunirán a sus elegidos de los cuatro vientos, de un extremo al otro
del cielo. Aprended de esta parábola de la higuera: cuando las ramas se ponen
tiernas y brotan las yemas, deducís que el verano está cerca; pues cuando veáis
todas estas cosas, sabed que él está cerca, a la puerta. En verdad os digo que
no pasará esta generación sin que todo suceda. El cielo y la tierra pasarán,
pero mis palabras no pasarán.
Mt
24, 15-35
COMENTARIOS AL EVANGELIO
Homilía de maitines TRATAR DE COMPRENDER