VIGILIA DE LA
ASCENSIÓN DEL SEÑOR
Forma
Extraordinaria del Rito Romano
En
aquel tiempo, Jesús alzando los ojos al cielo, dijo: «Padre, ha llegado la
hora; glorifica a tu Hijo, para que tu Hijo te glorifique a ti. Y que según el
poder que le has dado sobre toda carne, dé también vida eterna a todos los que
tú le has dado. Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti el único Dios
verdadero, y al que tú has enviado, Jesucristo. Yo te he glorificado en la
tierra, llevando a cabo la obra que me encomendaste realizar. Ahora, Padre,
glorifícame tú, junto a ti, con la gloria que tenía a tu lado antes que el
mundo fuese. He manifestado tu Nombre a los hombres que tú me has dado
tomándolos del mundo. Tuyos eran y tú me los has dado; y han guardado tu
palabra. Ahora ya saben que todo lo que me has dado viene de ti; porque las
palabras que tú me diste se las he dado a ellos, y ellos las han aceptado y han
reconocido verdaderamente que vengo de ti, y han creído que tú me has enviado.
Por ellos ruego; no ruego por el mundo, sino por los que tú me has dado, porque
son tuyos; y todo lo mío es tuyo y todo lo tuyo es mío; y yo he sido
glorificado en ellos. Yo ya no estoy en el mundo, pero ellos sí están en el
mundo, y yo voy a ti. Padre santo, cuida en tu nombre a los que me has dado,
para que sean uno como nosotros.
Juan 17,1-11
TEXTOS DE LA MISA - Vigilia de la
Ascensión del Señor
COMENTARIOS
SI FUE GLORIFICADO CON SU PASIÓN, ¿CUÁNTO MÁS LO FUE MEDIANTE SU RESURRECCIÓN? SAN AGUSTÍN
PADRE, GLORIFICA A TU HIJO. Catena aurea de santo Tomás de Aquino
DE LO QUE HA DE PEDIRSE EN LA ORACIÓN. San Juan Bautista de la Salle
Benedicto XVI LA ORACIÓN DE JESÚS DECLARA SU DISPONIBILIDAD Y OBEDIENCIA