31 de mayo
SANTA MARÍA REINA
II clase, blanco
Comentarios al Evangelio
de la Catena Aurea de Santo Tomás de Aquino
LUCAS
1, 26-27.- Y al sexto mes, el Angel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad
de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón que se llamaba
José, de la casa de David, y el nombre de la Virgen era María. (vv. 26-27)
Beda
Como la
encarnación de Cristo debía tener lugar en la sexta edad del mundo y había de
aprovechar para el cumplimiento de la ley, el ángel enviado a María anuncia
oportunamente, en el sexto mes de la concepción de Juan, al Salvador que había
de nacer. Por eso se dice: "En el sexto mes". El sexto mes es el de
marzo, en cuyo día 25 nuestro Señor fue concebido y se dice que padeció. Así
como nació el día 25 de diciembre por lo que si, según algunos creen, en este
día tiene lugar el equinoccio de la primavera, o si en aquél creemos que se
verifica el solsticio del invierno, conviene que sea concebido y nazca con el
incremento de la luz Aquel que ilumina a todo hombre que viene a este mundo ( Jn
1,9). Mas si alguno objetare que los días crecen o son mayores que la noche
antes del tiempo del nacimiento y de la concepción de nuestro Señor, le
contestamos que San Juan anunciaba el reino de los cielos antes de su
advenimiento.
San Basilio
Los
espíritus celestiales no vienen a nosotros por sí mismos, sino cuando conviene
para nuestra utilidad, porque atienden al decoro de la divina sabiduría; de
donde sigue: "Fue enviado el ángel Gabriel".
San Gregorio Magno, homiliae in Evangelia, 34
A María
Virgen no se envía un ángel cualquiera, sino el arcángel San Gabriel. Procedía
que viniese un ángel de los primeros a anunciar los misterios. Se le designa
por su propio nombre, el cual muestra lo que vale en sus obras, pues el nombre
de Gabriel significa fortaleza de Dios 1.
Por la fortaleza de Dios había de ser anunciado el que, siendo Dios de las
virtudes y poderoso en la guerra para vencer en todas las batallas, venía a
destruir las potestades del infierno.
Glosa
Se indica,
pues, el lugar a donde se envía cuando se añade: "A la ciudad de
Nazaret". Porque nazareno, esto es, Santo de los Santos, era el que se
anunciaba que había de venir.
Beda, in homilia de Fest. Annunt
Digno
principio de la restauración humana ha sido que se enviare por Dios un Angel a
la Virgen, que había de ser consagrada con un parto divino. Porque la primera
causa de la perdición humana fue que la serpiente fuese enviada a la mujer por
el espíritu de la soberbia. De aquí se sigue, que el Angel fue enviado a una
virgen.
San Agustín, de sancta virginitate, 5
Sólo la
virginidad pudo decentemente dar a luz a Aquel que en su nacimiento no pudo
tener igual. Convenía, pues, que nuestro Redentor naciese, según la carne, de
una Virgen por medio de un milagro insigne para dar a entender que sus miembros
debían nacer de la Iglesia virgen, según el espíritu.
San Jerónimo
Con razón se
envía un ángel a la Virgen, porque la virginidad es afín de los ángeles. Y
ciertamente, vivir en carne fuera de la carne, no es una vida terrestre, sino
celestial.
San Juan Crisóstomo, homiliae in Matthaeum, 4
No anuncia
el Angel a la Virgen después del parto, para que entonces no se turbe en
demasía, sino que le habla antes de la concepción. No en sueños, sino
presentándose de una manera visible. Porque como había de recibir una gran
revelación, necesitaba de una visión solemne antes del cumplimiento.
San Ambrosio
Dijo bien
ambas cosas la Sagrada Escritura: que sería desposada y Virgen. Prosigue, pues,
diciendo "desposada". Virgen, para que constase que desconocía la
unión marital. Desposada, para que quedase ilesa de la infamia de una
virginidad manchada, cuando su fecundidad pareciese signo de corrupción. Quiso
más bien el Señor que algunos dudasen de su nacimiento que de la pureza de su
Madre. Sabía que el honor de una Virgen es delicado y la reputación del pudor,
frágil. Y no estimó conveniente que la fe de su nacimiento se demostrase con
las injurias de su Madre. Se sigue también que, así como la Santísima Virgen
fue íntegra por su pudor, así su virginidad debió ser inviolable en la opinión.
No convenía dejar a las vírgenes que viven en mala reputación esa apariencia de
excusa, es decir, que la Madre misma del Señor pareciese difamada. ¿Qué se
hubiera podido reprochar a los judíos y a Herodes si hubiese parecido que
perseguían el fruto de un adulterio? ¿Cómo hubiera podido decir El mismo:
"No vine a destruir la ley, sino a cumplirla" ( Mt 5,17), si hubiese
parecido comenzar por una violación de la ley, que condena el parto de la que
no está casada? ¿Qué, por otra parte, da más fe a las palabras de la Virgen y
remueve todo pretexto de mentira? Madre, sin estar casada, hubiera querido
ocultar su falta con una mentira. Pero casada, no tenía motivo para mentir,
puesto que la fecundidad es el premio y la gracia de las bodas. Tampoco es
pequeña causa que la virginidad de María engañase al príncipe del mundo, el
cual, viéndola desposada con un hombre, nada pudo sospechar respecto de su
parto.
Orígenes
Si no
hubiese tenido esposo, aquel misterio hubiese dado que pensar al diablo,
respecto de cómo pudo quedar embarazada la que no había tenido trato con varón.
Esta concepción -diría- debe ser divina, debe ser algo superior a la naturaleza
humana.
San Ambrosio
Sin embargo,
engañó más a los diablos. Porque la malicia de los demonios descubre hasta las
cosas ocultas. Mas los que se ocupan en las vanidades del mundo no pueden
conocer las cosas divinas. Por eso Dios se sirve del marido -el testigo más
seguro del pudor- que hubiese podido quejarse de la injuria y vengar el
oprobio, si no conociese el misterio. Se dice de él: "Se llamaba José, de
la casa de David".
Beda, homil. de Annunt. Sup
Lo cual no
sólo se refiere a San José, sino también a la Virgen María. Estaba mandado por
la ley que cada uno tomase mujer de su propia tribu o familia. Prosigue el
mismo evangelista: "Y el nombre de la Virgen era María".
Beda
La palabra
María en hebreo quiere decir estrella del mar, y en siríaco Señora. Y con
razón, porque mereció llevar en sus entrañas al Señor del mundo y a la luz
constante de los siglos.
Notas
1. Gabriel: hombre de Dios o Dios se ha mostrado fuerte.
Y
habiendo entrado el Angel donde estaba María, le dijo: "Dios te salve,
llena de gracia, el Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres": Y
cuando ella esto oyó, se turbó con las palabras de él, y pensaba qué salutación
sería ésta. (vv. 28-29)
San Ambrosio
Conoce aquí
a la Virgen por sus costumbres. Sola en sus habitaciones, a quien ningún hombre
veía, sólo un ángel podía encontrarla. Por ello se dice: "Y habiendo
entrado el ángel a donde estaba María". Y para que no fuese manchada con
un coloquio indigno de ella, es saludada por el ángel.
San Gregorio Niseno, orat. in Christi Nativit
En
contraposición de la voz dirigida a la primera mujer, ahora se dirige la
palabra a la Virgen. En aquélla se castiga con los dolores del parto la causa
del pecado, en ésta se destierra la tristeza por medio del gozo. Así el ángel
anuncia con razón la alegría a la Virgen, diciendo: "Dios te salve".
Según otros comentaristas, el ángel atestigua que es digna de ser desposada
cuando dice: "Llena de gracia". Esta abundancia de gracias se muestra
al esposo como una dote o arras, de las cuales se dice: Estas son de la esposa,
aquéllas del esposo.
San Jerónimo
Y en verdad
que es llena de gracia, porque a los demás se distribuye con medida, pero en
María se derramó al mismo tiempo toda la plenitud de la gracia. Verdaderamente
es llena de gracia aquella por la cual toda criatura fue inundada con la lluvia
abundante del Espíritu Santo. Ya estaba con la Virgen quien le enviaba su ángel
y el Señor se anticipó a su enviado. No pudo ser contenido en un lugar, Aquel
que está en todas partes; de donde sigue: "El Señor es contigo".
San Agustín, en el serm. de Nativit. Dom. 4
Más que
contigo, El está en tu corazón, se forma en tu seno, llena tu espíritu, llena
tu vientre.
Griego
Este es el
complemento de toda la embajada: el Verbo de Dios como Esposo que se une de una
manera superior a la razón, como engendrando El mismo y siendo engendrado,
adaptó a sí mismo toda la naturaleza humana. Al final se pone como complemento
perfectísimo: "Bendita eres entre las mujeres", a saber, una sola
entre todas las mujeres. Para que también sean bendecidas en ti las mujeres
como los hombres serán bendecidos en tu Hijo, o más bien en los dos unos y
otros. Porque así como por medio de una mujer y un hombre entraron en el mundo
el pecado y la tristeza, así ahora por una mujer y por un hombre vuelven la
bendición y la alegría, y se derraman sobre todos.
San Ambrosio
Conoced a la
Virgen por la vergüenza, porque se turbó, pues sigue: "Y cuando ella esto
oyó, se turbó". Temblar es propio de las vírgenes, y el sobresaltarse
cuando se acerca un hombre y temer todo trato de los hombres. Aprended,
vírgenes, a evitar toda licencia de palabras. María se conturbaba hasta de la
salutación del ángel.
Griego
Como ella
estaba acostumbrada a aquella clase de apariciones, el Evangelista no atribuye
la turbación a lo que ve, sino a lo que oye, diciendo: "Se turbó con las
palabras de él". Considerad el pudor y la prudencia de la Virgen y su
alma, al mismo tiempo que su voz. Oída la alegre noticia, examinó lo que se le
había dicho y no resiste abiertamente por incredulidad, ni se somete al punto
por ligereza, evitando a la vez la ligereza de Eva y la resistencia de
Zacarías. Por esto continúa: "Y pensaba qué salutación sería ésta",
no la concepción. Porque todavía ignoraba la profundidad del misterio. ¿Mas la
salutación es por ventura libidinosa, como dirigida por un hombre a una Virgen?
¿Es divina, puesto que se hace mención de Dios, diciendo: "El Señor es
contigo"?
San Ambrosio
Admiraba
también la nueva fórmula de salutación, que nunca se había oído hasta entonces,
pues estaba reservada solamente para María.
Orígenes
Si María hubiese conocido que se había hecho una salutación semejante a algún otro -como que conocía perfectamente el concepto de la ley- nunca se hubiese asustado ante ésta como si fuese extranjera.
Y
el Angel le dijo: "No temas, María, porque has hallado gracia delante de
Dios: he aquí que concebirás en tu seno y parirás un hijo y llamarás su nombre
Jesús. Este será grande y se llamará Hijo del Altísimo, y le dará al Señor Dios
el trono de David, su Padre: y reinará en la casa de Jacob por siempre, y no
tendrá fin su reino". (vv. 30-33)
Beda
Como había
visto que la Virgen se había turbado con aquella salutación no acostumbrada, la
llama por su nombre, como si la conociese más familiarmente, y le dice que no
debe temer. Por ello se añade: "Y el Angel le dijo: No temas, María".
Griego
Como si
dijese: No he venido a engañarte, sino más bien a dar la absolución del engaño.
No he venido a robarte tu virginidad inviolable, sino a preparar tu seno para
el autor y el defensor de la pureza. No soy ministro de la serpiente, sino
enviado del que aplasta la serpiente. Vengo a contratar esponsales, no a
maquinar asechanzas. Así, pues, no la dejó atormentarse con alarmantes
consideraciones, a fin de no ser juzgado como ministro infiel de su
negociación.
Crisóstomo
Quien merece
gracia delante de Dios, nada tiene que temer; así, prosigue: "Hallaste
gracia delante de Dios". ¿Cómo puede encontrar esta gracia cualquiera que
sea, sino por medio de la humildad? Pues Dios da la gracia a los humildes ( Stgo
4; 1Pe 5).
Griego
La Virgen
encontró gracia delante de Dios porque, adornando su propia alma con el brillo
de la pureza, preparó al Señor una habitación agradable. Y no sólo conservó
inviolable la virginidad, sino que también custodió su conciencia inmaculada.
Orígenes
Muchos
habían encontrado gracia antes que ella; y por lo mismo añade lo que es propio
de este caso, diciendo: "He aquí que concebirás en tu seno".
Griego
La palabra
"he aquí" denota la prontitud y la presencia, insinuando con dicha
palabra que la concepción se había celebrado al punto.
Severo de Antioquía
Dice:
"concebirás en tu seno" para demostrar que el Señor toma carne del
mismo seno virginal y de nuestra sustancia. Vino, pues, el Verbo Divino a
limpiar la naturaleza humana, el parto y el origen de nuestra generación. Por
eso, sin pecado y sin concurso de hombre, es concebido en carne y llevado en el
vientre nueve meses como nosotros.
San Gregorio Niseno
Y como
acontece especialmente que es concebido el Divino Espíritu y ella da a luz al
Espíritu de salvación, según anunciara el profeta, el ángel añade: "Y dará
a luz un Hijo".
San Ambrosio
No todos son
como María, que cuando conciben al Verbo del Espíritu Santo, lo dan a luz. Hay
de aquellos que abortan al Verbo antes de dar a luz ( Lc 22), y hay de aquellos
que tienen a Cristo en su seno pero que todavía no lo han formado.
San Gregorio Niseno, Orat. in diem Nat. Domini
Como la
expectación del parto infunde temor a las mujeres, el anuncio de un parto dulce
apaga esa aprehensión de temor cuando se dice: "Y llamarás su nombre
Jesús". La venida del Salvador es el alejamiento de todo temor.
Beda
La palabra
Jesús quiere decir Salvador o saludable.
Griego
Dice, pues:
"Tú lo llamarás". No el padre, porque carece de padre en cuanto a la
generación humana, así como carece de madre respecto de la generación divina.
San Cirilo, de fidei ad Theod
Este nombre
fue impuesto de nuevo al Verbo Divino, y convenía a la natividad de su carne,
según aquello del Profeta: "Serás llamado con un nombre nuevo, que la boca
del Señor te dará" ( Is 62).
Griego
Mas como
este nombre le es común con el sucesor de Moisés ( Jos 1), insinuando el ángel
que no será semejante a aquél, añade: "Este será grande".
San Ambrosio
Se ha dicho
también respecto de San Juan que sería grande. Pero aquél fue grande como
hombre y Este es grande como Dios. Porque la virtud de Dios se difunde
ampliamente, así como la grandeza de la sustancia no varía con el tiempo.
Orígenes
Considerad,
pues, la grandeza del Salvador, cómo se extiende por todo el orbe. Subid a los
cielos, y veréis cómo llena los espacios celestes. Bajad con el pensamiento a
los abismos y veréis que allí ha descendido también. Y cuando hayáis visto todo
esto, comprenderéis también el cumplimiento de estas palabras: "Este será
grande".
Griego
Ni la
asunción de la carne humilla la grandeza de la divinidad, sino que más bien se
sublima la humildad de la carne. Por ello sigue: "Y se llamará Hijo del
Altísimo". No eres tú quien le impones el nombre, sino que será llamado.
¿Por quién sino por su Padre consustancial? Nadie conoce al Hijo sino el Padre
( Mt 11,27). Quien tiene conocimiento infalible del Engendrado es el único
verdadero intérprete, respecto de la imposición del nombre del Hijo; por quien
se dice: "Este es mi hijo muy amado". ( Mt 17,5) Existe desde la
eternidad, aunque ahora para nuestra inteligencia se manifiesta su nombre. Y
por esto dice "será llamado", no "será hecho" ni "será
engendrado", porque ya antes de los siglos era consustancial al Padre.
Concebirás, pues, a Este, serás su Madre. Tu vientre virginal contendrá a Aquel
que el espacio del cielo no puede contener.
San Juan Crisóstomo
Acaso
parecerá a algunos enorme -o indecente- que Dios habite un cuerpo. ¿Mas por
ventura el sol, cuyo cuerpo es sensible, mancha su propia pureza a cualquier
parte que envíe sus rayos? Pues con mucha más razón el Sol de justicia, tomando
un cuerpo purísimo de las entrañas de la Virgen, no sólo no se manchó sino que
antes, por el contrario, santificó más a la Madre.
Griego
Y para
recordar a la Virgen los profetas, añade: "Y le dará el Señor Dios el
trono de David,...". Para que se sepa con claridad que el que había de
nacer de Virgen era el mismo Cristo que los profetas prometieron que nacería de
la descendencia de David.
San Cirilo, contra Juliano, 8
Sin embargo,
el cuerpo purísimo de Jesucristo no procede de José, aunque descendía de la
misma línea de parentesco que la Virgen, de la cual el Unigénito del Padre tomó
la forma humana.
San Basilio, epistola 2,36
El Señor no
se sienta en el trono material de David, puesto que el reino judío había pasado
a Herodes. Pero llama trono de David a aquel en que se sienta el Señor para
gobernar un reino indisoluble. Por ello sigue: "Y reinará en la casa de
Jacob".
Crisóstomo, homiliae in Matthaeum, 7
Llama aquí
casa de Jacob a todos aquéllos del número de los judíos que creyeron en El.
Porque como dice San Pablo ( Rom 9,6), no todos los que pertenecen a Israel son
israelitas; sino solamente se consideran como pertenecientes a Israel los que
son hijos de promisión.
Beda
O llama casa
de Jacob a toda la Iglesia. Esta, o bien ha nacido de buena raíz, o bien,
siendo un olivo silvestre, fue injerto por medio de la fe en una oliva buena ( Rom
11).
Griego
Sólo Dios
puede reinar eternamente. Por esto sucede que aunque se diga que toma el trono
de David por la encarnación, en cuanto Dios es reconocido como Rey eterno.
Prosigue: "Y su reino no tendrá fin". No sólo en cuanto Dios, sino
también en cuanto hombre. Y al presente reina sobre muchos y finalmente reinará
sobre todos porque todas las cosas le están sometidas ( 1Cor 15).
Beda
Que deje ya Nestorio de decir que el hombre sólo ha nacido de la Virgen y que éste no ha sido recibido por el Verbo de Dios en unidad de persona. Cuando dice que el mismo que tiene por padre a David será llamado "Hijo del Altísimo", demuestra la unidad de persona de Cristo en dos naturalezas. No emplea el ángel palabras que se refieran al tiempo futuro, como dicen algunos herejes, que creen que Jesucristo no existió antes que María, sino que en una sola persona el Hombre-Dios recibe el nombre de Hijo.