FIESTA DEL CORPUS: DEL AMOR DE CRISTO PARA CON NOSOTROS EN EL SANTÍSIMO SACRAMENTO.
JUEVES DE LA PRIMERA SEMANA
DESPUÉS DE PENTECOSTÉS
MEDITACIONES
PARA EL TIEMPO
DESPUÉS DE PENTECOSTÉS
DE LA OBRA “VIDA Y DOCTRINA DE JESUCRISTO
SACADA DE LOS CUATRO EVANGELISTAS
Y DISTRIBUIDA EN MATERIA DE MEDITACIÓN
PARA TODOS LOS DÍAS” DEL P. NICOLÁS AVANCINI
ORACIÓN PARA COMENZAR
TODOS LOS DÍAS:
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Poniéndonos en la presencia de Dios, adoremos su majestad infinita, y digamos con humildad:
“Omnipotente Dios y Señor y Padre mío amorosísimo, yo creo que por razón de tu inmensidad estás aquí presente en todo lugar, que estás aquí, dentro de mí, en medio de mi corazón, viendo los más ocultos pensamientos y afectos de mi alma, sin poder esconderme de tus divinos ojos.
Te adoro con la más profunda humildad y reverencia, desde el abismo de mi miseria y de mi nada, y os pido perdón de todos mis pecados que detesto con toda mi alma, y os pido gracias para hacer con provecho esta meditación que ofrezco a vuestra mayor gloria… ¡Oh Padre eterno! Por Jesús, por María, por José y todos los santos enseñadme a orar para conocerme y conoceros, para amaros siempre y haceros siempre amar. Amén.”
Se meditan los tres puntos dispuestos para cada día.
JUEVES DE LA PRIMERA SEMANA
DESPUÉS DE PENTECOSTÉS
FIESTA DEL CORPUS: DEL AMOR DE CRISTO PARA CON NOSOTROS EN EL SANTÍSIMO SACRAMENTO.
1.- Esto es mi cuerpo. Esto es mi sangre (1). En la Eucaristía está el mismo cuerpo que se tomó en la Encarnación, y la misma sangre que se derramó en la cruz. De cuanto amor es la obra de la Encarnación y muerte de Cristo, de tanto es el dársenos en la Eucaristía. Tanto, pues, debes a Cristo en venir a ti por medio de ésta, cuanto al mundo todo por haber encarnado y muerto por él. ¡Oh Señor! ¿Quién sois Vos, y quién soy yo? Y con todo eso, ¡con cuan pocos obsequios os sirvo! ¡Con cuántos me sirvo a mí y a la vanidad!
2.-El que come mi carne, y bebe mi sangre, está en Mí y Yo en él (2). Ocultóse en especies de pan y vino, para incorporarse con nosotros, y como alimento nuestro pasar a ser nuestra sustancia. ¿No reparas el amor que te tiene, con el cual Jesús quiere hacerse una cosa contigo? ¡Qué puro, pues, debe ser y sin mancha tu corazón! ¡Qué apartado de toda cosa criada, y a solo Dios unido! Porque el que ama otra cosa fuera de Dios, no ama como debe a Dios.
3.- Mi carne verdaderamente es comida, y mi sangre verdaderamente es bebida (3). Para que viviésemos vida divina, nos dio divino alimento. No quiso las sustancias del pan y del vino permaneciesen en este sacramento para alimentarnos a nosotros con la sustancia misma de su cuerpo y de su sangre. ¿No es este argumento de un amor verdaderamente divino? ¿No debía esta comida saciar todos mis apetitos? Tantas veces me alimento de Él, y con todo eso suspiro por las cebollas de Egipto, por los deleites de los sentidos, en fin, por las cosas criadas. ¡Oh vergüenza!
(1) Matth., 26. (2) Joan., 6. (3) Ibid.
ORACIÓN PARA FINALIZAR
TODOS LOS DÍAS:
Os doy gracias, Dios mío, por los buenos pensamientos, afectos y propósitos que me habéis inspirado en este rato de oración…
Todo os lo ofrezco a vuestra mayor honra y gloria… y os pido gracia eficaz para ponerlos por obra…
¡Oh Padre Eterno! Por Jesús, por María, por José y Teresa de Jesús dadme gracia ahora y siempre para cumplir en todas las cosas vuestra santísima voluntad. Amen."
Padrenuestro, Avemaría y Gloria
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Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.
Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.
Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.
Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.
Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.
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¡Querido hermano, si te ha gustado esta meditación, compártela con tus familiares y amigos!
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Ave María Purísima, sin pecado concebida.