lunes, 16 de enero de 2023

Capítulo 3.2. ENSEÑANZA VERDADERA. CONSEJOS ÚTILES PARA LA VIDA ESPIRITUAL

Capítulo 3.2
ENSEÑANZA VERDADERA.

CONSEJOS ÚTILES PARA LA VIDA ESPIRITUAL

Libro primero De la imitación de Cristo

 

 

ORACIONES PARA COMENZAR TODOS LOS DÍAS:

 

+Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Dispongámonos a hacer este momento de oración, elevando a Dios nuestro pensamiento y nuestro corazón; y hagamos un acto de fe, esperanza y caridad:

ACTO DE FE, ESPERANZA Y CARIDAD

Creo en Dios Padre; Creo en Dios Hijo; Creo en Dios Espíritu Santo;  Creo en la Santísima Trinidad;  Creo en mi Señor Jesucristo, Dios y hombre verdadero.

Espero en Dios Padre;  Espero en Dios Hijo;  Espero en Dios Espíritu Santo;  Espero en la Santísima Trinidad;  Espero en mi Señor Jesucristo,  Dios y hombre verdadero.

Amo a Dios Padre;  Amo a Dios Hijo;  Amo a Dios Espíritu Santo;  Amo a la Santísima Trinidad;  Amo a mi Señor Jesucristo,  Dios y hombre verdadero. Amo a María santísima, madre de Dios  y madre nuestra y amo a mi prójimo  como a mí mismo.

Amo a San José, a  los ángeles y a mis hermanos los santos,  particularmente a mis santos patrones y protectores. Amo a los que me aman, mis familiares y amigos, amo a los que me odian y a los que les soy molesto o indiferente.  Amo a los que he hecho mal o he inducido a pecar. Pido para ellos y para mí, las gracias necesarias para la salvación. Amén.     

 

Capítulo 3
ENSEÑANZA VERDADERA. Segunda parte

 

3. En esta vida, toda perfección lleva consigo ciertas imperfecciones y todo nuestro discernimiento no carece de alguna oscuridad. El humilde conocimiento de sí mismo es más cierto camino hacia Dios que la profunda investigación científica. No se trata de echarle la culpa a la ciencia o a cualquier información correcta sobre las cosas que en sí consideradas son buenas y ordenadas a Dios pero siempre debe preferirse la conciencia tranquila y la vida virtuosa. Muchos están más preocupados del saber que de vivir cristianamente, por eso se desvían con frecuencia y casi nada o muy poco fructifican.

4. Si se pusiera tanto empeño en extirpar los vicios y sembrar virtudes como el que se emplea en promover discusiones habría menos delitos y escándalos entre el pueblo y menos superficialidad en las comunidades. Ciertamente, cuando llegue el día del juicio no nos preguntarán qué leímos sino qué hicimos ni si hablamos bien sino qué honestamente hemos vivido. Dime, ¿dónde están ahora todos esos señores y maestros a quienes conociste bien cuando vivían y se destacaban en los estudios? Actualmente otros ocupan su lugar y nadie se acuerda de ellos. Mientras vivían tenían prestigio; ahora nadie habla de ellos.

5. ¡Qué pronto pasan las glorias del mundo!. Ojalá la vida que llevaron haya concordado con sus ciencias, entonces sí habrían estudiado y aprendido provechosamente. ¡Cuántos se consumen por la intranscendente ciencia de este mundo y qué pocos se interesan por mirar a Dios!. Y porque muchos eligen ser más poderosos que humildes, están vacíos por dentro como sus propios pensamientos. De verdad es grande quien tiene grande amor. De verdad es grande quien reconoce sus limitaciones y tiene en nada los honores. De verdad es consciente quien considera cualquier cosa como pérdida con tal de ganar a Cristo. Y de verdad es un sabio quien sigue fielmente la voluntad de Dios y somete su propia voluntad.

 

 

PARA FINALIZAR TODOS LOS DÍAS

 

Concluyamos nuestra oración recitando las preces de las letanías del santo nombre de Jesús.

 

PRECES DE LAS LETANÍAS

DEL SANTO NOMBRE DE JESÚS

Jesús, óyenos. Jesús, óyenos

Jesús, escúchanos. Jesús, escúchanos

Sednos propicio, perdónanos, Jesús

Sednos propicio, escúchanos, Jesús

De todo mal, líbranos, Jesús

De todo pecado, líbranos, Jesús

De tu ira,  líbranos, Jesús

De las asechanzas del demonio, líbranos, Jesús

Del espíritu impuro, líbranos, Jesús

De la muerte eterna, líbranos, Jesús

Del menosprecio de tus inspiraciones, líbranos, Jesús

Por el misterio de tu santa encarnación, líbranos, Jesús

Por tu natividad, líbranos, Jesús

Por tu infancia, líbranos, Jesús

Por tu divinísima vida, líbranos, Jesús

Por tus trabajos, líbranos, Jesús

Por tu agonía y pasión,  líbranos, Jesús

Por tu cruz y desamparo, líbranos, Jesús

Por tus sufrimientos, líbranos, Jesús

Por tu muerte y sepultura, líbranos, Jesús

Por tu resurrección, líbranos, Jesús

Por tu ascensión, líbranos, Jesús

Por tu institución de la santísima eucaristía,  líbranos, Jesús

Por tus gozos, líbranos, Jesús

Por tu gloria, líbranos, Jesús

 

Oremos:

Señor nuestro Jesucristo, que dijiste: pedid y recibiréis, buscad y encontraréis, llamad y os abrirán; te suplicamos nosotros que pedimos la ternura de tu divino amor, que, amándote de palabra, de obra y de todo corazón, nunca dejemos de bendecir tu santo nombre.

Haz, Señor, que reine siempre en nosotros un temor respetuoso y un amor ardiente a tu santo nombre; ya que tu providencia no abandona jamás a los que has establecido en la solidez de tu amor. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

 

***

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.

Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.

Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.

Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.

***

¡Querido hermano, si te ha gustado esta meditación, compártelo con tus familiares y amigos.

***

Ave María Purísima, sin pecado concebida.