martes, 31 de enero de 2023

Capítulo 16. SOPORTAR LOS DEFECTOS AJENOS. CONSEJOS ÚTILES PARA LA VIDA ESPIRITUAL

Capítulo 16
SOPORTAR LOS DEFECTOS AJENOS

CONSEJOS ÚTILES PARA LA VIDA ESPIRITUAL

Libro primero De la imitación de Cristo

 

 

ORACIONES PARA COMENZAR TODOS LOS DÍAS:

 

+Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Dispongámonos a hacer este momento de oración, elevando a Dios nuestro pensamiento y nuestro corazón; y hagamos un acto de fe, esperanza y caridad:

ACTO DE FE, ESPERANZA Y CARIDAD

Creo en Dios Padre; Creo en Dios Hijo; Creo en Dios Espíritu Santo;  Creo en la Santísima Trinidad;  Creo en mi Señor Jesucristo, Dios y hombre verdadero.

Espero en Dios Padre;  Espero en Dios Hijo;  Espero en Dios Espíritu Santo;  Espero en la Santísima Trinidad;  Espero en mi Señor Jesucristo,  Dios y hombre verdadero.

Amo a Dios Padre;  Amo a Dios Hijo;  Amo a Dios Espíritu Santo;  Amo a la Santísima Trinidad;  Amo a mi Señor Jesucristo,  Dios y hombre verdadero. Amo a María santísima, madre de Dios  y madre nuestra y amo a mi prójimo  como a mí mismo.

Amo a San José, a  los ángeles y a mis hermanos los santos,  particularmente a mis santos patrones y protectores. Amo a los que me aman, mis familiares y amigos, amo a los que me odian y a los que les soy molesto o indiferente.  Amo a los que he hecho mal o he inducido a pecar. Pido para ellos y para mí, las gracias necesarias para la salvación. Amén.     

 

Capítulo 16
SOPORTAR LOS DEFECTOS AJENOS

 

1. Lo que no somos capaces de corregir en nosotros mismos o en los demás, debemos soportarlo pacientemente hasta que Dios disponga de otro modo. Considera que es mejor así para tu calificación y tu paciencia sin la que no tienen mayor valor nuestros esfuerzos. Debes, sin embargo, suplicar a Dios para que se digne ayudarte en esas dificultades y puedas sobrellevarlas con buen ánimo.

2. Si alguno no se controla después de dos o tres amonestaciones, no te pongas a pelear con él, sino encomiéndaselo a Dios para que se cumpla su voluntad y todos sus servidores le honren, ya que sabe muy bien convertir los males a bienes. Aprende a ser paciente en tolerar los defectos ajenos y cualquier debilidad porque tú mismo tienes defectos que los otros deben soportar. Si no eres capaz de hacerte a ti mismo como quieres ¿cómo lograrás que los otros se conduzcan según tus deseos? Con gusto queremos perfectos a los demás y sin embargo no corregimos los propios defectos.

3. Queremos que a otros se corrija estrictamente y no deseamos que nos corrijan a nosotros. Nos disgusta que se otorgue a los demás ciertas facilidades y no aceptamos se nos niegue lo que pedimos. Queremos que otros cumplan las disposiciones más exigentes y no soportamos que a nosotros nos limiten algo. En todo esto se hace patente qué raro es que consideremos al prójimo como a nosotros mismos.

4. De esta manera, pues, Dios ha dispuesto que aprendamos a ayudarnos unos a otros a llevar las cargas (Ga 6, 2) porque no hay nadie sin defecto, nadie sin carga, nadie para sí es suficiente, nadie, lo bastante sabio sino que es necesario llevarnos unos a otros, consolarnos, ayudarnos igualmente, instruirnos y aconsejarnos. En los sucesos adversos se nota mejor cuánta virtud posee cada uno. Las ocasiones no hacen frágil al hombre sino más bien ponen de manifiesto lo que es.

 

PARA FINALIZAR TODOS LOS DÍAS

 

Concluyamos nuestra oración recitando las preces de las letanías del santo nombre de Jesús.

 

PRECES DE LAS LETANÍAS

DEL SANTO NOMBRE DE JESÚS

Jesús, óyenos. Jesús, óyenos

Jesús, escúchanos. Jesús, escúchanos

Sednos propicio, perdónanos, Jesús

Sednos propicio, escúchanos, Jesús

De todo mal, líbranos, Jesús

De todo pecado, líbranos, Jesús

De tu ira,  líbranos, Jesús

De las asechanzas del demonio, líbranos, Jesús

Del espíritu impuro, líbranos, Jesús

De la muerte eterna, líbranos, Jesús

Del menosprecio de tus inspiraciones, líbranos, Jesús

Por el misterio de tu santa encarnación, líbranos, Jesús

Por tu natividad, líbranos, Jesús

Por tu infancia, líbranos, Jesús

Por tu divinísima vida, líbranos, Jesús

Por tus trabajos, líbranos, Jesús

Por tu agonía y pasión,  líbranos, Jesús

Por tu cruz y desamparo, líbranos, Jesús

Por tus sufrimientos, líbranos, Jesús

Por tu muerte y sepultura, líbranos, Jesús

Por tu resurrección, líbranos, Jesús

Por tu ascensión, líbranos, Jesús

Por tu institución de la santísima eucaristía,  líbranos, Jesús

Por tus gozos, líbranos, Jesús

Por tu gloria, líbranos, Jesús

 

Oremos:

Señor nuestro Jesucristo, que dijiste: pedid y recibiréis, buscad y encontraréis, llamad y os abrirán; te suplicamos nosotros que pedimos la ternura de tu divino amor, que, amándote de palabra, de obra y de todo corazón, nunca dejemos de bendecir tu santo nombre.

Haz, Señor, que reine siempre en nosotros un temor respetuoso y un amor ardiente a tu santo nombre; ya que tu providencia no abandona jamás a los que has establecido en la solidez de tu amor. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

 

***

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.

Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.

Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.

Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.

***

¡Querido hermano, si te ha gustado esta meditación, compártelo con tus familiares y amigos.

***

Ave María Purísima, sin pecado concebida.