sábado, 15 de enero de 2022

SAN PABLO, TROMPETA ESPIRITUAL. San Juan Crisóstomo

II DOMINGO DESPUÉS DE EPIFANÍA

Lecciones del II Nocturno de Maitines

 Sermón de San Juan Crisóstomo

Prefacio a las Epístolas de San Pablo.

Mientras escucho las Epístolas del bienaventurado Pablo, cada semana, en las festividades de los santos Mártires, me lleno de gozo al sonido de aquella espiritual trompeta, y me conmuevo, y ardiendo en santo ardor, reconozco aquella voz amiga, pareciéndome ver al Apóstol ante mí, como si le oyera disertando. Mas, me entristece el ver que tan gran hombre no es conocido como se merece. Algunos le ignoran, y ni tienen noticia del número de sus Epístolas. Esto proviene, no de su falta de inteligencia, sino de que no quieren tener asiduamente en sus manos los escritos de este esclarecido Apóstol.

Si quien os habla, sabe algo, no lo debe a la excelencia de su talento, sino al afecto que por este gran hombre siente. Los que aman, conocen mejor que los demás las obras de sus autores predilectos, por la solicitud con que se ocupan de las mismas. San Pablo dice a los Filipenses,: “Es justo que yo piense así de todos vosotros, pues tengo impreso vuestro recuerdo en mi corazón, por ser vosotros todos, los que, sea en mis cadenas, sea en la defensa y confirmación del Evangelio, participáis de la misma gracia que yo”.

Por lo cual, si vosotros también queréis dedicaros diligentemente a su lectura, no tendréis que buscar otra cosa. Ya que es muy verdadera la palabra de Cristo, que dice: “Buscad y hallaréis; llamad y os abrirán". Muchos de vosotros, debiendo ocuparos en la educación de los hijos, el cuidado de la esposa y la sustentación de la familia, no podéis dedicaros del todo a esa ocupación. Procurad, al menos, aprovecharos de lo que han recogido los demás, poniendo tanto interés en escuchar nuestra palabra, cuanto lo tenéis en atesorar riquezas. Pues si bien es vergonzoso exigiros tan solo este interés, con todo es de desear que por lo menos tengáis éste.