miércoles, 12 de enero de 2022

JESUCRISTO CON SU RESPLANDOR NOS ILUMINA. San Gregorio Nacianceno

 

II DOMINGO DESPUÉS DE EPIFANÍA

Lecciones del II Nocturno de Maitines

 Sermón de S. Gregorio Nacianceno.

Oración in sancta Lumina.

No puedo contener los impulsos de mi alegría; olvidado de la propia pequeñez, pretendo ejercer la misión del gran Juan, o más bien procuro ponerme a su servicio, y si bien no soy precursor, con todo, vengo del desierto. Jesucristo recibe el sacramento de la iluminación, o, mejor aún, con su resplandor nos ilumina. Cristo es bautizado; descendamos nosotros juntamente con Él, para que también con Él ascendamos.

Juan bautiza, y se le acerca Jesús, santificando al mismo que bautiza; sepulta al viejo Adán en las aguas y santifica las mismas aguas del Jordán, de suerte que así como Él era espíritu y carne, así a los que habrían de ser bautizados en lo sucesivo, se les santificase por la virtud del Espíritu y por el elemento del agua. El Bautista se niega a bautizar, pero Jesús insiste. Yo, dice el Bautista, tengo necesidad de ser bautizado por ti. La antorcha habla al Sol, y la voz al Verbo.

Jesús sale del agua, levantando consigo al mundo sumergido en el abismo. Y vio cómo el cielo se abría. El primer Adán lo había cerrado, para sí y para nosotros, así como se le había cerrado el Paraíso terrenal con una espada de fuego. El Espíritu Santo da testimonio: cosas tan semejantes concuerdan entre sí. Del mismo cielo se nos da el testimonio, ya que de lo alto del cielo había descendido Aquel en favor del cual fue dado.