martes, 7 de octubre de 2014

EL ROSARIO DE HOY EN LA FIESTA DE NUESTRA SEÑORA CON EL PAPA SAN JUAN PABLO II


Santo Rosario.
Por la señal... 
Monición inicial: Celebramos hoy la fiesta de Nuestra Señora del Rosario instituida por el papa san Pío V en el día aniversario de la victoria obtenida por los cristianos en la batalla naval de Lepanto (1571), victoria atribuida a la Madre de Dios, invocada por la oración del rosario. La celebración de este día es una invitación para todos a meditar los misterios de Cristo, en compañía de la Virgen María, que estuvo asociada de un modo especialísimo a la encarnación, la pasión y la gloria de la resurrección del Hijo de Dios. Nos servimos para ello, de algunas de las invocaciones que durante su pontificado elevó el Papa San Juan Pablo II.
Señor mío Jesucristo…

MISTERIOS DOLOROSOS
1. La Oración de Jesús en el Huerto
“¡Dios te salve María, mujer de fe, primera entre los discípulos! Virgen, Madre de la Iglesia, ayúdanos a testimoniar siempre la esperanza que nos habita, teniendo confianza en la bondad del hombre y en el amor del Padre. Enséñanos a construir el mundo, desde el interior: en lo profundo del silencio y de la oración, en la alegría del amor fraterno, en la fecundidad insustituible de la Cruz.”.
2. La flagelación de Jesús atado a la columna.
“¡Virgen Inmaculada! Tu intacta belleza espiritual es para nosotros fuente viva de confianza y de esperanza. Tenerte como Madre, Virgen Santa, nos afianza en el camino de la vida como prenda de eterna salvación. Por ello a ti, oh María, recurrimos confiados. Ayúdanos a construir un mundo en el que la vida del hombre se vea siempre amada y defendida; toda forma de violencia, desterrada; la paz, por todos tenazmente buscada.”
3. La coronación de espinas
“María, Virgen Inmaculada,  Mujer del dolor y de la esperanza,  sé benigna con toda persona que sufre  y obtén a cada uno la plenitud de vida.  Mira a las madres que lloran por sus hijos;  mira a los abuelos que carecen  de suficientes recursos  para sostener a sus nietos  que han quedado huérfanos. Abraza a todos con tu corazón de Madre. Reina del mundo entero, Virgen santísima, ruega por nosotros.”
4. Nuestro Señor con la cruz a cuestas camino del Calvario
“María, Estrella luminosa de la mañana  puesta por Dios  sobre el horizonte de la humanidad,  extiende benigna tu manto sobre nosotros,  peregrinos en los caminos del tiempo  entre múltiples peligros y asechanzas,  e interviene en nuestro auxilio  ahora y en la hora de nuestra muerte.”
5. La crucifixión y muerte del Señor

“¡Dios te salve María, virgen dolorosa, Madre de los vivos! Virgen esposa ante la Cruz, nueva Eva, sé nuestra guía por los caminos del mundo, enséñanos a vivir y a transmitir el amor de Cristo, enséñanos a permanecer contigo junto a las innumerables cruces en las que tu Hijo todavía está crucificado.”