miércoles, 24 de mayo de 2023

DÍA 25. LA YERBA LUISA. MES DE MARÍA. BEATO FRANCISCO PALAU

DÍA 25. LA YERBA LUISA. MES DE MARÍA. BEATO FRANCISCO PALAU

 

Por la señal de la santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Oración preparatoria para todos los días.

 

Bellísima y habilísima Jardinera, aquí tenéis a vuestros pies un corazón convertido por sus culpas en bosque lleno de espinas y abrojos, donde tienen sus madrigueras y hacen sus crías las pasiones más feas y vergonzosas: a vuestras órdenes están millares de operarios pendientes de vuestros labios, que esperan les mandéis arrancar de él todo lo malo y todo lo vicioso, y sembrar y plantar lo santo, lo bueno y lo virtuoso.

Yo os entrego, yo os doy el terreno de mi alma; mandad, Señora del mundo, mandad, Reina de los Ángeles, y será transformado en un paraíso de delicias para Vos y Vuestro Hijo; mandadlo, y vuestras órdenes serán fielmente ejecutadas. Yo os prometo que cooperaré a mi conversión con santos propósitos y firmes resoluciones; mas ¡ay! éstas serán estériles si Vos no las fecundáis.

Yo soy una tierra árida, seca, consumida y abrasada por los ardores de mi concupiscencia; en vuestras manos están las llaves de aquella fuente cristalina y pura cerrada por mis culpas… abrid los favores y las gracias y los dones del cielo correrán a torrentes sobre mí. Yo soy un huerto sin muros abierto a todas las ilusiones del ángel malo, al mundo y a sus vanidades. Yo os constituyo su guardiana, protegedme y amparadme. 

Vos, oh amabilísima Hortelana, me pedís durante todo este mes flores y yerbas aromáticas, ramilletes, guirnaldas y coronas, ¡ay de mí! En mi alma no hay otra cosa que confusión, desorden, vergüenza, espinas y un bosque desarreglado. Señora, ordenadle, cultivadle, sembrad en él la semilla de todas las virtudes; plantad en él esas flores que buscáis, ponedlas en orden según sus especies.

Aquí estoy, vuestra propiedad soy, no me opondré, no resistiré, sino que cooperaré a la obra santa que en estos días, dedicados a vuestra gloria y al bien de mi alma, Vos os proponéis hacer; principiadla, perfeccionadla y acabadla. Yo os ofrezco estos ejercicios a honra vuestra y a la gloria de vuestro Hijo. Amén.

 

Bendita sea tu pureza….

 

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Día veinticinco

 

I. La yerba-luisa

1. Esta planta no tiene flor, ni en su ramaje pompa ni vanidad; pero su fragancia es muy fina y de un olor muy agudo y delicado; y además para la salud del cuerpo, tiene virtud especial. Aunque no tenga en sí la belleza de una flor, suple esta falta su principal que es la viola y la rosa.

 

II. Pobreza

2. Es una virtud la pobreza indispensable para que obre en nosotros la caridad. El amor de Dios vacía y limpia el alma de todo cuanto hay en ella que no sea Dios, y ese vicio, ese desprendimiento interior de toda cosa criada, es una virtud tan necesaria que sin ella la caridad no obra. Si al desprendimiento interior se une el exterior, y la renuncia de todos los bienes y riquezas del mundo, la pobreza toma una mayor perfección. La pobreza en sí y de por sí, ya sea interior o exterior, se presenta sin flores como la yerbaluisa, y sin la templanza a la que pertenece (modera el apetito de bienes y de riquezas) no formaría ramillete digno de ser presentado sobre el altar; mas la caridad la eleva a una alta dignidad y la toma para embellecerse a sí misma.

III. La pobreza en María

3. María desde su concepción inmaculada tuvo su corazón enteramente vacío de criaturas. Dios y sólo Dios ocupó siempre de lleno todos sus afectos y pensamientos. Hasta la predicación de su Hijo, vivió muy pobremente y cuando Jesús salió para la predicación, lo renunció todo y le siguió pobre, viviendo, como su Hijo y los Apóstoles, de las limosnas de los benefactores, y en esta pobreza exterior siguió el curso de su vida.

 

IV. Yerba-luisa

4. ¿Tienes el corazón lleno? ¿De qué? Míralo bien, te importa mucho. Si le tienes lleno de criaturas, si estás rico con ellas, eres pobre y miserable, porque estás vacío de Dios. El corazón se llena de lo que ama: ¿amas a Dios? ¿A Dios de todo tu corazón? ¿Dios y sólo Dios le llena todo? ¿Eres pobre de espíritu? ¡Feliz, feliz si no cabe en él criatura alguna! Si le tienes lleno de amores profanos, vacíale, límpiale y preséntale así pobre en manos de la más rica Reina y al hacer tu ofrenda, dile:

 

La presentación de la flor

Señora: Yo os ofrezco hoy la pobreza; yo me comprometo con este presente a un desprendimiento tal como el amor de Dios lo pide. Ahí va, Señora, mi luisa, unida a la rosa: aceptadla y dad fuerza a mis resoluciones.

 

 

3 Avemarías y Gloria Patri

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Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.

Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.

Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.

Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.

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Ave María Purísima, sin pecado concebida.