miércoles, 10 de mayo de 2023

DÍA 11. LAS FRANCESILLAS. MES DE MARÍA. BEATO FRANCISCO PALAU

DÍA 11. LAS FRANCESILLAS. MES DE MARÍA. BEATO FRANCISCO PALAU

 

Por la señal de la santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Oración preparatoria para todos los días.

 

Bellísima y habilísima Jardinera, aquí tenéis a vuestros pies un corazón convertido por sus culpas en bosque lleno de espinas y abrojos, donde tienen sus madrigueras y hacen sus crías las pasiones más feas y vergonzosas: a vuestras órdenes están millares de operarios pendientes de vuestros labios, que esperan les mandéis arrancar de él todo lo malo y todo lo vicioso, y sembrar y plantar lo santo, lo bueno y lo virtuoso.

Yo os entrego, yo os doy el terreno de mi alma; mandad, Señora del mundo, mandad, Reina de los Ángeles, y será transformado en un paraíso de delicias para Vos y Vuestro Hijo; mandadlo, y vuestras órdenes serán fielmente ejecutadas. Yo os prometo que cooperaré a mi conversión con santos propósitos y firmes resoluciones; mas ¡ay! éstas serán estériles si Vos no las fecundáis.

Yo soy una tierra árida, seca, consumida y abrasada por los ardores de mi concupiscencia; en vuestras manos están las llaves de aquella fuente cristalina y pura cerrada por mis culpas… abrid los favores y las gracias y los dones del cielo correrán a torrentes sobre mí. Yo soy un huerto sin muros abierto a todas las ilusiones del ángel malo, al mundo y a sus vanidades. Yo os constituyo su guardiana, protegedme y amparadme. 

Vos, oh amabilísima Hortelana, me pedís durante todo este mes flores y yerbas aromáticas, ramilletes, guirnaldas y coronas, ¡ay de mí! En mi alma no hay otra cosa que confusión, desorden, vergüenza, espinas y un bosque desarreglado. Señora, ordenadle, cultivadle, sembrad en él la semilla de todas las virtudes; plantad en él esas flores que buscáis, ponedlas en orden según sus especies.

Aquí estoy, vuestra propiedad soy, no me opondré, no resistiré, sino que cooperaré a la obra santa que en estos días, dedicados a vuestra gloria y al bien de mi alma, Vos os proponéis hacer; principiadla, perfeccionadla y acabadla. Yo os ofrezco estos ejercicios a honra vuestra y a la gloria de vuestro Hijo. Amén.

 

Bendita sea tu pureza….

 

***

Día once

 

I. Las francesillas

1. Las francesillas si bien no son plantas aromáticas, pero tienen gran estima y ocupan un lugar preferente en todos los jardines bien ordenados. A excepción del perfume, reúne muchas cualidades propias de una flor en grado muy alto: belleza y variedad en los colores, pequeña, pero muy apiñada en sus hojas.

 

II. La religión

2. La francesilla tiene un bollo de pequeñas raíces, y por aquí se alimenta; sube encapullada sobre un palito recto y en esto nos dice que pertenece a la familia de la justicia. Sube recta, y forzada por el peso de sus hojas, se inclina hacia el Sol de justicia. Sube recta hacia Dios y da a Dios el tributo de honor, de gloria, de amor, de obediencia y sumisión que le es debido. Religión es una virtud por la que el hombre da al verdadero Dios el culto que le es debido… La devoción, la oración, las preces y súplicas, el canto de himnos y salmos, el sacrificio, las ofrendas y oblaciones, los juramentos, votos y promesas, nuestras funciones religiosas, la erección de templos y altares, todo esto pertenece a esta virtud: es religioso el que la tiene.

III. La religión en María

3. María pagó a la justicia divina el tributo de amor, de adoración, de obediencia, que le debía; pagó no sólo por ella, sino por todos los hombres. Al pie de la cruz ofreció en sacrificio voluntario a su Hijo y a sí misma.

 

IV. Las francesillas a María

4. ¿Debes a Dios alguna cosa? ¡Ay! mucho y muchísimo. Le debes primeramente amor, le debes honor, le debes acción de gracias, le debes obediencia, respeto, oración, alabanzas y súplicas… se lo pagas, ¿y se lo pagas bien? Medítalo… ¿Das a Dios aquel homenaje de obsequios que le es debido? Examina bien tu conciencia: da un paseo por el jardín de tu alma, y mira cómo están las francesillas, mira cómo pagas a Dios estos tributos. De entre medio de una planta que parece una yerba despreciable sube sobre un palillo un botón, y revienta la flor. No basta tengas escondidos allá en los adentros tus buenos sentimientos religiosos: vean tus obras buenas, y glorificarán los prójimos a tu Padre que está en los cielos: has de dar de ellos un testimonio público; así te lo pide la religión.

Toma tus francesillas y porque no tienen olor, pon en medio de ellas a la reina de las flores, la rosa, y ponla en las manos de nuestra jardinera María, y le dirás:

 

Presentación de la flor

Señora: Recibid estas mis flores; aceptad estos mis propósitos. Yo me obligo a dar un público, sincero, ine quívoco y fiel testimonio de amor, de respeto, de obediencia, de gratitud, de adoración a mi Dios en los tiempos y en todas las circunstancias que la religión me lo prescribe. Recibid, hortelana mía, recibid estas mis resoluciones; a vuestro cuidado fío las francesillas.

 

3 Avemarías y Gloria Patri

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Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.

Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.

Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.

Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.

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Ave María Purísima, sin pecado concebida.