XV DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS
Forma Extraordinaria del Rito Romano
En aquel tiempo iba Jesús camino de
una ciudad llamada Naín, y caminaban con él sus discípulos y mucho gentío. Cuando
se acercaba a la puerta de la ciudad, resultó que sacaban a enterrar a un
muerto, hijo único de su madre, que era viuda; y un gentío considerable de la
ciudad la acompañaba. Al verla el Señor, se compadeció de ella y le dijo: «No
llores». Y acercándose al ataúd, lo tocó (los que lo llevaban se pararon) y
dijo: «¡Muchacho, a ti te lo digo, levántate!». El muerto se incorporó y empezó
a hablar, y se lo entregó a su madre. Todos, sobrecogidos de temor, daban
gloria a Dios, diciendo: «Un gran Profeta ha surgido entre nosotros», y «Dios
ha visitado a su pueblo».
Lc 7, 11-16
COMENTARIOS AL EVANGELIO
Homilía de maitines LA SANTA IGLESIA SE REGOCIJA AL VER LOS HOMBRES QUE CADA DÍA RESUCITAN ESPIRITUALMENTE. San Agustín
TRES MUERTOS RESUCITADOS POR JESUCRISTO. San Agustín
LA MUERTE ESPIRITUAL Y LOS MEDIOS PARA SALIR DE ELLA. San Juan Bautista de la Salle
Juan Pablo II ¡LEVÁNTATE!
Benedicto XVI LA MIRADA DE JESÚS
CREO EN DIOS OMNIPOTENTE. Homilía