XIV DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS
FORMA EXTRAORDINARIA DEL RITO ROMANO
Nadie puede servir a dos
señores. Porque despreciará a uno y amará al otro; o, al contrario, se dedicará
al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero. Por
eso os digo: no estéis agobiados por vuestra vida pensando qué vais a comer, ni
por vuestro cuerpo pensando con qué os vais a vestir. ¿No vale más la vida que
el alimento, y el cuerpo que el vestido? Mirad los pájaros del cielo: no
siembran ni siegan, ni almacenan y, sin embargo, vuestro Padre celestial los
alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellos?¿Quién de vosotros, a fuerza de
agobiarse, podrá añadir una hora al tiempo de su vida? ¿Por qué os agobiáis por
el vestido? Fijaos cómo crecen los lirios del campo: ni trabajan ni hilan. Y os
digo que ni Salomón, en todo su fasto, estaba vestido como uno de ellos. Pues
si a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se arroja al horno, Dios la
viste así, ¿no hará mucho más por vosotros, gente de poca fe? No andéis
agobiados pensando qué vais a comer, o qué vais a beber, o con qué os vais a
vestir. Los paganos se afanan por esas cosas. Ya sabe vuestro Padre celestial
que tenéis necesidad de todo eso. Buscad sobre todo el reino de Dios y su
justicia; y todo esto se os dará por añadidura.
Mt 6, 24-33COMENTARIOS AL EVANGELIO
MODOS DE ADQUIRIR EL CIELO. Santo Tomas de Villanueva
EL ABANDONO EN LAS MANOS DE LA PROVIDENCIA. San Juan Bautista de la Salle
EL ABANDONO EN LAS MANOS DE LA PROVIDENCIA. San Juan Bautista de la Salle