jueves, 2 de abril de 2020

JACULATORIAS PARA PEDIR A DIOS NOS LIBRE DE LA PESTE. San Zacarías, obispo de Jerusalén


JACULATORIAS PARA PEDIR A DIOS NOS LIBRE DE LA PESTE,
ESCRITAS POR SAN ZACARÍAS,
Obispo de Jerusalén.

ORIGEN DE ESTA DEVOCIÓN
Cuando, en 1546, reinó una grave plaga en Trento, refieren que los Santos Padres del
Concilio Tridentino tradujeron devotamente ciertas letras o caractéres dispuestos en forma de una cruz, compuesta por San Zacarias, Obispo de Jerusalen. En efecto conocieron los Santos Padres que fue un remedio muy útil contra la peste llevar con veneración estas letras, significaban varias Jaculatorias devotas y oraciones afectuosas antiguas y aprobadas para librar del contagio, como consta de la explicación arriba expuesta.
Las dichas letras fueron antiguamente escritas en un pargamino por el mismo Santo Obispo de su propia mano, y "despues se encontraron en un convento de religiosos en España, y tenidas en gran veneracion (con efecto admirable) de las personas devotas que las veneran y traen consigo, rogando conforme á su significación.
En Portugal se dio cuenta que no entró el contagio en las casas en cuyas puertas han puesto estas Cruces, ni en las personas que consigo la llevaron.
5 obispos españoles han concedido 200 días de Indulgencia al que rece devotamente estas Jaculatorias y 200 más a quien las rece, rogando á Dios por las necesidades de la Iglesia y del Estado.


VIVA JESÚS.

 EXPLICACIÓN DE LOS CARACTERES DE LA CRUZ

Z. El celo de vuestra casa me libre,
 

✞ La Cruz vence, La Cruz reina, La Cruz
impera, por señal de la Cruz líbrame, Señor,
de la peste.
 

D. Dios, Dios mío, apartad de mí y de este
lugar la peste, y libradme.
 

I. En vuestras manos, Señor, encomiendo mi
espíritu, mi corazón y mi cuerpo.

A. Antes de existir el cielo y la tierra existe

Dios, y Dios es poderoso para librarme de esta
peste.

✞ La Cruz de Cristo es poderosa para

expulsar la plaga de este lugar y de mi cuerpo.

B. Bueno es experimentar el socorro de Dios

en silencio para que aparte de mi la peste.

I. Inclinaré mi corazón a acatar vuestros

mandamientos, y no seré confundido porque
os invoque.

Z. Me armé le celo contra los pecadores

viendo su paz y esperé en vos.

✞ La Cruz de Cristo ahuyenta los demonios, el

aire corruptible y la peste.

S. Yo soy tu salud, dice El Señor, Clama á mí y

te oiré y libraré de esta peste.

A. Un abismo llama á otro abismo, y tu voz

expelió los demonios, líbrame de esta peste.

B. Bienaventurado el que espera en el Señor,

y no oye las doctrinas vanas y falsas.

✞ La Cruz de Cristo, que antes era señal de

oprobio y contumelia, y ahora lo es de nobleza
y gloria, me sea de salvación, y aparte de este
lugar al demonio, al aire corrupto, Y á la peste
de mi cuerpo.

Z. El celo de honor de Dios me convierta antes

que muera.

H. ¿Es esto lo que das al Señor pueblo loco?

Dale tus votos, ofrécele un sacrificio de
alabanza, confía en El, que es poderoso para
librar á este lugar y mí de esta peste, porque
los que confían en El no están confundidos.

G. Peguese mi lengua á la garganta y mis

fauces si no os bendijese, librad a los que
esperan en vos, en vos confío, libradme Dios,
de esta peste, á mi y á este lugar, en el cual se
invoca vuestro santo nombre.

F. Cubriese la tierra de tinieblas en vuestra

muerte, Señor Dios mío, acabe y quede
confundido el poder del demonio porque vos,
Oh! Hijo de Dios vivo, vinisteis a destruir las
obras del demonio, apartad con vuestro poder
de este lugar y de mí, vuestro siervo esta
plaga, descienda la corrupción a las tinieblas
exteriores.

✞ Cruz de Cristo defiéndenos, y aparta de este

lugar la peste, Señor, libra á vuestro siervo de
esta peste, porque sois benigno y
misericordioso, de mucha misericordia, y
verdadero.

B. Bienaventurado aquel que no da su

atención a las doctrinas vanas y falsas. El
Señor me librará del día malo, en vos espere,
libradme de esta peste.

F. Dios se ha hecho mi refugio, porque que he

esperado en vos; libradme de esta plaga.

R. Mirad por mi Adonay*. Desde el trono de

vuestra Santa Majestad. Y por vuestra
misericordia libradme de esta peste.
* palabra hebrea que significa Dios y Señor de todo.

S. Vos sois mi salvación; sanadme y seré

saludable, sanadme y seré salvo.

Concluidas estas Jaculatorias se rezan las

Letanías de nuestra Señora, y un Padre
Nuestro y Ave María, a los Santos, abogados
de la peste, para que sean nuestros
intercesores con el Señor.

Al dar la hora se rezan las dos jaculatorias que

se encuentran a cada lado de la Cruz

Santo Dios,

Santo Fuerte,
Santo Inmortal
Líbranos Señor de la
Peste y de todo mal

Por vuestras llagas.

Por vuestra Cruz,
Líbranos de la peste,
Divino Jesús.

ADVERTENCIA.

No se hallan conformes las letras iniciales con las de los versos, porque aquellos están en latín, y así estos están en traducción castellana.



JACULATORIA

Aplaca, mi Dios, tu enojo.
Tu justicia y tu rigor
Dulce Jesus de mi vida,
Misericordia, Señor.

GLOSA

Señor, ante tu presencia
nuestras culpas confesamos,
con el alma las lloramos,
conmuévase tu clemencia,
cese la inmortal dolencia,
que arrastra tanto despojo;
hoy á tu piedad acojo
tantos ruegos repetidos,
duélante nuestros gemidos,
Aplaca mi Dios, tu enojo.
Mira de tu Hijo amoroso
las Imágenes Sagradas
en las calles exaltadas
por el pueblo fervoroso:
óyelo clamar lloroso
rogándote favor:
templa ya la ira, Señor,
pues confesamos unidos,
que tenemos merecidos
Tu Justicia y tu rigor.
Y tú Redentor amable.
Tú Médico Soberano.
¿no extenderás esa mano
con impulso favorable?
Vuelva el aire saludable
á animar tantas personas caídas
de mal afligidas,
cesen ya tan tristes suertes,
no mas muertes
no mas matanzas,
Dulce Jesús de mi vida.
El sana en tu amor,
el convaleciente llora,
el moribundo te implora,
todos claman á porfía:
la Dulcísima MARIA
nos ayuda por su amor,
¿os negareis con rigor a su ruego,
y nuestro llanto,
oyendo entre clamor tanto
Misericordia, Señor?.

CON LICENCIA ECLESIÁSTICA
por D. J. A. Pantoja, por su original. 
En Lugo -ESPAÑA-, en la imprenta DE PUJOL,
Junio de 1834.