II DOMINGO DESPUÉS DE EPIFANÍA
Forma Extraordinaria del Rito Romano
En aquel tiempo celebráronse unas bodas en Caná de Galilea y estaba la
madre de Jesús allí. Fue convidado también Jesús con sus discípulos a
las bodas. Y llegando a faltar vino, la madre de Jesús le dice: No
tienen vino. Respondióle Jesús: Mujer, ¿qué nos va a ti y a mí? Aún no
ha llegado mi hora. Mas su madre dijo a los que servían: Haced cuanto él
os dijere. Había allí seis cántaros de piedra destinados a las
purificaciones judaicas, en cada uno de los cuales cabían dos o tres
metretas. Y les dijo Jesús: Llenad de agua los cántaros. Y los llenaron
hasta el borde. Y les dijo Jesús: Sacad ahora y llevad al maestresala. Y
así lo hicieron. Y luego que gustó el maestresala el agua hecha vino,
como no sabía de dónde era (aunque los sirvientes lo sabían, porque
habían sacado el agua), llamó al esposo y le dijo: Todos suelen servir
al principio el buen vino, y cuando ya han bebido bien los convidados,
entonces sacan el más flojo; pero tú has reservado el bueno hasta ahora.
Éste fue el primer milagro que hizo Jesús en Caná de Galilea y
manifestó su gloria, y creyeron en él sus discípulos.