Santo Rosario.
Por la señal...
Monición
inicial: Se hace hoy memoria de san Antonio María Pucci, sacerdote de la Orden de los
Siervos de María, el cual, párroco durante casi cincuenta años, se dedicó sobre
todo a atender a los niños pobres y enfermos . Murió en 1892. Con algunas de
sus enseñanzas meditamos el rosario de hoy.
Señor
mío Jesucristo…
MISTERIOS DOLOROSOS
1. La Oración
de Jesús en el Huerto
“Obsérven
a Jesús Buen Pastor además, hecho presa de los lobos feroces para salvar a las
ovejas, quiero decir allá en el Getsemaní, traicionado por Judas, atado por los
verdugos, arrastrado por los tribunales, escupido y ultrajado, flagelado,
coronado de espinas, condenado a muerte. Allí está levantado en la cruz donde
entrega su alma entre los más crueles dolores.”.
2. La
flagelación de Jesús atado a la columna.
““Los
exhorto a estar llenos de mansedumbre y caridad, para guardar entre ustedes esa
unión y paz.”
3. La
coronación de espinas
“Sin
embargo, hay muchos entre los cristianos modernos que, bajo la apariencia de
curiosidad del escriba que se acercó a Jesús para tentarlo, ellos están
ansiosos por aprender la ley de Dios (...) pero cuando se trata de poner en
práctica lo que han aprendido son perezosos y negligentes, sin hacerse un
mínimo de violencia, ni mortificar sus pasiones, ni aminorar los depravados
apetitos de la carne, y reprimir a los movimientos de la ira, que tan a menudo
los conduce a revelarse incluso contra Dios, a quien deben amar con todo tu corazón, con toda tu
alma y con todas tus fuerzas (cfr. Lc 10, 27).”
4. Nuestro
Señor con la cruz a cuestas camino del Calvario
“Las
barcas en el mar cuanto menos están cargadas, tanto menos tienen miedo a la
tempestad, y tanto más fácilmente llegan al puerto; y cuanto más estás
agravadas por el peso de la mercadería que transportan, tanto más corren
peligro de naufragio. Lo mismo pasa con nuestros cuerpos: si nada se les niega,
si se los satisfacen en todo; si se los tratan con opulencia, si se les concede
toda diversión, cada pasatiempo, cada satisfacción, se rebelan al espíritu, y
caen al abismo de todos los vicios.”
5. La
crucifixión y muerte del Señor
“Somos
hermanos porque todos siervos, porque todos hijos de la Reina de los mártires,
que nos ha elegido entre miles, nos ha revestido del habito de sus dolores, nos
ha destinado a compadecerla y a hacerla compadecer por los demás en los
sufrimientos crueles que tuvo que soportar a los pies de la cruz. Por lo tanto,
amémonos como hermanos, ayudémonos los unos los otros en nuestras fatigas, en
nuestros distintos compromisos. (...).”