CONSUELA CRISTO A SUS APÓSTOLES
ESTANDO PARA PARTIR.
MARTES DE LA V SEMANA DE PASCUA
MEDITACIONES PARA EL TIEMPO PASCUAL
DE LA OBRA “VIDA Y DOCTRINA DE JESUCRISTO” DEL P. NICOLÁS AVANCINI
ORACIÓN PARA COMENZAR
TODOS LOS DÍAS:
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Poniéndonos en la presencia de Dios, adoremos su majestad infinita, y digamos con humildad:
“Omnipotente Dios y Señor y Padre mío amorosísimo, yo creo que por razón de tu inmensidad estás aquí presente en todo lugar, que estás aquí, dentro de mí, en medio de mi corazón, viendo los más ocultos pensamientos y afectos de mi alma, sin poder esconderme de tus divinos ojos.
Te adoro con la más profunda humildad y reverencia, desde el abismo de mi miseria y de mi nada, y os pido perdón de todos mis pecados que detesto con toda mi alma, y os pido gracias para hacer con provecho esta meditación que ofrezco a vuestra mayor gloria… ¡Oh Padre eterno! Por Jesús, por María, por José y todos los santos enseñadme a orar para conocerme y conoceros, para amaros siempre y haceros siempre amar. Amén.”
Se meditan los tres puntos dispuestos para cada día.
MARTES DE LA V SEMANA DE PASCUA
CONSUELA CRISTO A SUS APÓSTOLES
ESTANDO PARA PARTIR.
1.- A vosotros os conviene que yo me vaya (1): También creeré yo que repetía esto a los Discípulos tristes. No dice: A Mi me conviene, aunque muchísimo le convenía que después de la pasión gozase de su gloria y se sentase a la diestra del Padre; sino: A vosotros os conviene. Para que entiendan que así en carne pasible como gloriosa, no se atendió a Sí sino a los suyos; y que lo que aún ahora hace, todo por tu bien lo ejecuta. ¿Así, por ventura, no es justo que no te pongas a tí por fin de tus propias operaciones? ¿No es acaso debido que todo lo que haces lo hagas solo por Dios, que todo lo hace por tí?
2.- Porque si no me partiere, el Espíritu Santo no vendrá a vosotros (2). Amaban los Apóstoles a Cristo aún con amor de carne; y en esto se amaban a sí mismos. Convenía que lo que tenían de sensual lo convirtiesen en espíritu, y se perfeccionase su fe, su esperanza y su caridad. Quiere Cristo, pues, ser amado con amor tan puro y tan espiritual, que el afecto que se le tiene mezclado con amor propio, no impida al Espíritu Santo. ¿Y cómo no le impedirán tantos desordenados afectos? La mente ocupada no admite la plenitud de la gracia, dice san Bernardo(3).
3.- Pero si me fuere, yo os le enviaré (4). La venida del Espíritu Santo pendía de la subida de Cristo al cielo. Así lo decretó Dios, para que una consolación aún carnal se destruyese, y se diese otra del todo espiritual. Y creo que aún ahora esta decretado por Dios, que, nadie guste con suavidad las cosas celestiales y del espíritu, si no se priva de la terrenas y carnales. Repara tú, ¿qué es lo que te lleva tras sí? ¡qué afectos de tierra y carne! Y sabes que esos son los que te impiden el gusto de las cosas espirituales. Tendráslo en éstas, si desechas aquéllas.
(1) Joan., 16. (2) Ibid. (3) Serm. 6 de Asccns. (4) Joan., 16.
ORACIÓN PARA FINALIZAR
TODOS LOS DÍAS:
Oración del papa Clemente XI
Creo, Señor, haz que crea con más firmeza;
espero, haz que espere con más confianza;
amo, haz que ame con más ardor;
me arrepiento, haz que tenga mayor dolor.
Te adoro como primer principio;
te deseo como último fin;
te alabo como bienhechor perpetuo;
te invoco como defensor propicio.
Dirígeme con tu sabiduría,
átame con tu justicia,
consuélame con tu clemencia,
protégeme con tu poder.
Te ofrezco, Señor,
mis pensamientos, para que se dirijan a ti;
mis palabras, para que hablen de ti;
mis obras, para que sean tuyas,
mis contrariedades, para que las lleve por ti.
Quiero lo que quieras,
quiero porque quieres,
quiero como lo quieres,
quiero hasta que quieras.
Señor, te pido que ilumines mi entendimiento,
inflames mi voluntad,
limpies mi corazón,
santifiques mi alma.
Que me aparte de mis pasadas iniquidades, rechace las tentaciones futuras, corrija las malas inclinaciones, practique las virtudes necesarias.
Concédeme, Dios de bondad,
amor a ti, odio a mí,
celo por el prójimo
y desprecio a lo mundano.
Que sepa obedecer a los superiores,
ayudar a los inferiores,
aconsejar a los amigos
y perdonar a los enemigos.
Que venza la sensualidad con la mortificación,
la avaricia con la generosidad,
la ira con la bondad,
la tibieza con la piedad.
Hazme prudente en los consejos,
constante en los peligros,
paciente en las contrariedades,
humilde en la prosperidad.
Señor, hazme atento en la oración,
sobrio en la comida,
constante en el trabajo,
firme en los propósitos.
Que procure tener inocencia interior,
modestia exterior,
conversación ejemplar
y vida ordenada.
Haz que esté atento a dominar mi naturaleza,
a fomentar la gracia,
servir a tu ley
y a obtener la salvación.
Que aprenda de ti qué poco es lo terreno,
qué grande lo divino,
qué breve el tiempo,
qué durable lo eterno.
Concédeme preparar la muerte,
temer el juicio,
evitar el infierno
y alcanzar el paraíso.
Por Cristo nuestro Señor. Amén.
V/. Regina cæli, lætare; alleluia.
R/. Quia quem meruisti portare; alleluia.
V/. Resurrexit sicut dixit; alleluia.
R/. Ora pro nobis Deum; alleluia.
V/. Gaude et lætare, Virgo Maria; alleluia.
R/. Quia surrexit Dominus vere; alleluia.
Oremus:
Deus, qui per resurrectionem Filii tui Domini nostri Iesu Christi mundum lætificare dignatus es, præsta, quæsumus, ut per eius Genetricem Virginem Mariam perpetuæ capiamus gaudia vitæ. Per eundem Christum Dominum nostrum. Amen.
Fidélium ánimae per misericordiam Dei requiéscant in pace. R.Amen.
***
Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.
Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.
Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.
Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.
Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.
***
¡Querido hermano, si te ha gustado esta meditación, compártela con tus familiares y amigos!
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Ave María Purísima, sin pecado concebida.