sábado, 6 de enero de 2024

ROSARIO EN REPARACIÓN AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA CON SAN ENRIQUE DE OSSÓ

 


Santo Rosario.

Por la señal... 

Monición inicial:  Hoy, primer sábado de mes, ofrecemos este rosario en reparación al Corazón Inmaculado de María respondiendo así a su llamada en la ciudad de Pontevedra (ESPAÑA) a Sor Lucía, a quien la Virgen se apareció en Fátima: "Mira, hija mía, mi Corazón cercado de espinas que los hombres ingratos me clavan sin cesar con blasfemias e ingratitudes. Tú, al menos, procura consolarme y di que a todos los que, durante cinco meses, en el primer sábado, se confiesen, reciban la Sagrada Comunión, recen el Rosario y me hagan compañía durante 15 minutos meditando en los misterios del rosario con el fin de desagraviarme les prometo asistir en la hora de la muerte con las gracias necesarias para su salvación."

 

Ofrecemos el rosario como acto de reparación al Inmaculado Corazón de María

-por las blasfemias y ultrajes que se cometen contra la Inmaculada Concepción de María.

-por las blasfemias y ultrajes que se cometen contra la Virginidad perpetua de Nuestra Señora.

-por las blasfemias y ultrajes que se cometen contra la maternidad divina de María, rechazando al mismo tiempo recibirla como Madre de los hombres. (Avemaría)

-por aquellos que infunden en los niños y en los jóvenes el desprecio hacia la Virgen Inmaculada.

-por aquellos que ultrajan, desprecian y maltratan las imágenes y representaciones de la Virgen Santísima.

*** PARA RECIBIR LA PROMESA DE LOS CINCOS PRIMEROS SÁBADOS ES NECESARIO, DURANTE CINCO SÁBADOS SEGUIDOS: 1) Rezar el rosario y meditar en sus misterios y 2) Confesar y comulgar con esta intención.

 

MISTERIOS GOZOSOS

1.- La encarnación del Hijo de Dios en las entrañas purísimas de la Virgen María.

“¡Oh alma mía! sé humilde como María Inmaculada, y merecerás ser exaltada a los ojos de Dios y de los hombre, en la tierra y en el cielo. Amén..”

2.-La Visitación de Nuestra Señora a su prima santa Isabel.

“Examina tu corazón, y persuádete, hija mía, que nunca te excederás en amar a María, en honrarla, en imitarla y extender su devoción… Jesús te va delante con su ejemplo… Ningún mortal por más que hagas podrá honrar a María tanto como la honró el Hijo de Dios… ¡Oh María, Madre querida de mi corazón, vida, dulzura y esperanza mía! en vida, en muerte en el tiempo y en la eternidad mostrad que sois mi Madre… En todos mis peligros y tentaciones os invocaré con confianza, y saldré siempre victoriosa de mis enemigos… ¿No es verdad, Madre mía de mi alma, María Inmaculada?.”

3.-El nacimiento del Niño Dios en el portal de Belén

“Oh mi Niño Jesús! ¡Oh mi amado Jesús! ¡Oh mi adorado Jesús! Cuanto os veo más pobre y más abatido por mi amor en ese establo, tanto sois más amable a mi corazón... ¡Oh María, oh José! Disponed una cuna en mi corazón, que quiero albergar en ella a vuestro hijito Jesús... No la desprecies, Jesús de mi alma; ven y acepta tal cual es, la casa pobrecita de mi corazón... Adórnala Tú, purifícala Tú, con todas las virtudes, y conságrala para tu morada, y sea mi corazón tu lugar de descanso y recreo eternamente. Si más tuviera y cosa mejor poseyera, bien sabes, Niño hermoso, que sin reserva te la diera. Dame, pues, lo que me mandas, que es un corazón puro y humilde, y mándame lo que quieras. Amen..”

4.-La purificación de Nuestra Señora y presentación del Niño Jesús en el templo

"Yo te saludo, ¡oh María! llena de gracia, toda hermosa, inmaculada y perfecta, sola predilecta del Altísimo en el primer instante de tu Purísima Concepción… Tú eres la honorificencia de nuestro pueblo, Tú la alegría de Israel, Tú la gloria de Jerusalén. ¡Oh María, Virgen prudentísima, Madre de Dios y mía misericordiosísima, abogada de los pecadores! Intercede por todos tus devotos, y consérvanos puros de alma y cuerpo hasta verte gloriosa en el cielo y cantar en tu compañía las misericordias de Dios. Amén."

5.- El niño Jesús perdido y hallado en el templo

“¡Oh buen Jesús! Sois mi maestro en todas las virtudes; sedlo en especial en la del trabajo, para que siendo hacendosa como vuestra esposa Teresa de Jesús, nunca me coja el enemigo ociosa... y así evite las tentaciones..”

 

MISTERIOS DOLOROSOS

1. La Oración de Jesús en el Huerto

“¡Oh Jesús mío! Quiero de veras enjugar vuestro sudor, aliviar vuestros dolores, trabajando con mis oraciones y buen ejemplo en la conversión y santificación de las almas... No quiero que vuestra sangre caiga en el suelo; caiga mejor en la tierra de nuestros corazones, para con ella ablandar su dureza y convertirlos a Vos. Amen..”

2. La flagelación de Jesús atado a la columna.

“Ya lo veo, Señor; fuiste llagado por mis maldades, molido por mis delitos: el castigo causador de nuestra paz descargó sobre Ti, y por tus llagas hemos sanado todos. Yo soy, pues, quien pecó; este Cordero ningún mal ha hecho: convierte, oh Padre Eterno, tu mano contra mí, descarguen los azotes contra mis espaldas, porque muy justo es que pague la pena quien cometió la culpa.”

3. La coronación de espinas

“¿Qué es esto, Jesús de mi alma?... No os azotan ahora los verdugos... ni os coronan los soldados... ni descubro clavos ni espinas que os hagan salir la sangre... ¿Por qué, Dios mío, este sudor de sangre, este dolor?... ¡Oh ánima mía! tus culpas son las espinas que le punzan... ésos los verdugos que le atormentan... ésa la carga tan pesada que le hace sudar este sudor... ¡Oh Corazón de mi amado Jesús! ¡Cuán caro te cuesta mi remedio y salud!... ¡Si a lo menos me aprovechase de ella, y esa sangre divina ablandase la dureza de mi corazón!.”

“¡Oh Jesús mío! Reina en todos los entendimientos por fe, en todos los corazones por amor, y en todas las almas eternamente por lumbre de gloria en el cielo. Amén.”

4. Nuestro Señor con la cruz a cuestas camino del Calvario

“¡Oh Corazón compasivo de mi adorado Jesús, que te olvidas de tus tormentos por consolar a las devotas mujeres que se compadecían de Ti! Enséñame a llorar sobre Ti y sobre mí: sobre Ti por lo que padeces por mí; sobre mí por lo mucho que pequé contra Ti… Llore yo mis pecados y los de mis prójimos, y alivie tu cruz y tus dolores con mis buenas obras. Amén.”

5. La crucifixión y muerte del Señor

“¡Oh Rey soberano, dulcísimo Jesús y Salvador mío! Merezca yo también oír de tus labios en mi última agonía como el buen ladrón, al rogarte que te acuerdes de mí ahora que estás en tu reino: “Hoy estarás conmigo en el paraíso.” Amén.”

 

MISTERIOS GLORIOSOS

1.-La Resurrección del Señor.

“¡Oh Rey inmortal y de todos los siglos, Dios mío y de todas las cosas! No me dejes perecer en manos de mis enemigos, antes bien revísteme de tu fortaleza, para que pueda cantar eternamente victoria de la muerte y del pecado.”

2.- La Ascensión del Señor

“¡Oh alma mía! ¿quieres reinar y ser gloriosa y exaltada con Cristo?... Hazte sierva de todos por su amor... humíllate en todas las cosas... esfuérzate en ser humilde y mansa de corazón... porque escrito está: “El que se humilla será ensalzado... El que padece con Cristo en la tierra, reinará con Él en el cielo.”.”

3.- La Venida del Espíritu Santo sobre los Apóstoles reunidos en torno a la Virgen María

“Venid a mi alma, oh Espíritu Santo, Padre de los pobres, Consolador de los afligidos, Dador de todo bien, Fuente de todas las gracias, Lumbre de los corazones... Llenadme con vuestra gracia, gobernadme con vuestra sabiduría, santificadme con vuestro amor, sostenerme con vuestra fortaleza, penetradme con vuestra unción, adoptadme por vuestra hija, pacificadme con vuestra presencia, inflamadme con vuestra infinita misericordia después de haber morado con gusto en mi alma...”

4.- La Asunción de María Santísima a los Cielos

“¡Oh Madre mía María, exaltada sobre todos los Ángeles y

Bienaventurados! Gózome con vuestro gozo, y alégrome con vuestra gloria... Alcanzadme gracia eficaz para venir un día a glorificar con Vos a mi Jesús en el cielo, después, de haberle glorificado con mis buenas obras aquí en la tierra. Amén.”

5.- La Coronación De La Virgen Como Reina Y Señora De Todo Lo Creado.

“¡Oh María, Madre mía, coronadme en esta vida con la corona de vuestra misericordias y virtudes, para que un día sea coronada por vuestro Hijo Jesucristo con la corona eterna de la gloria, donde nos veamos todos. Amén.”

 

Si se recitan los misterios luminosos:

MISTERIOS LUMINOSOS

1.-El Bautismo del Señor en el Jordán

“¡Oh mi Jesús! Si me asistes con tu gracia, ¿quién será capaz de separarme de tu amor? Nada ni nadie. En prueba de mi fidelidad mi grito será siempre: ¡Viva Jesús mi amor, mi Dios y Salvador! ¡Húndase el mundo antes que desagradar a mi Soberano Señor!.”

2.-El Milagro de las Bodas de Cana

“La Madre de Dios es mi Madre... ¡Qué motivos de confianza!!! Como niña tierna, cuando algo me falte para mi felicidad temporal o eterna, iré a mi Madre, la Virgen María, y le diré: Mostrad que sois mi Madre; me falta pan, trabajo, virtudes... dádmelo... No tengo vino de caridad, y Vos, como en las bodas de Cana, me habéis de socorrer; que ya estáis acostumbrada a socorrer necesidades, porque también fuisteis pobre y necesitada como yo... ¡Qué gozo y fortaleza dará a mi lama en la tentación al recordar que la Madre de Jesús es mi Madre!... ¡Qué consuelo y dulcedumbre derramará en mi corazón al verme afligida el exclamar: La Madre de Dios es mi Madre!... ¡Qué confianza renacerá en mi pecho en las dudas al invocar a la Madre de Dios por mi Madre!!!.”

3.- El anuncio del Reino invitando a la conversión.

¡Oh Jesús, camino, verdad y vida de mi alma, salvadme! Haced que no ande por otro camino, ni conozca otra verdad, ni viva otra vida que la vuestra, oh Jesús mío y todas mis cosas. Amén..”

4.-La Transfiguración del Señor

“¡Oh mi buen Jesús! Vivifica mi alma y mi cuerpo con tu divino amor. Que todo cuanto hay en mí clame siempre: ¡Viva Jesús! Mi lengua, mi corazón, mis pensamientos, mis recuerdos, mis obras todas, selladas estén siempre con esta divina expresión: ¡Todo por Jesús; viva Jesús!... ¡Oh mi amado Jesús! Tú eres todo mío..., haz que yo sea también toda tuya,.”

5.- La institución de la Eucaristía

“Yo creo, oh Jesús de mi alma, que estáis en el Santísimo Sacramento; os adoro, os amo y deseo mucho recibiros; venid a mi corazón; yo os abrazo, no os ausentéis de mí. Os amo, os adoro, os doy gracias, Jesús de mi corazón, por los que no os aman y os ofenden en este Sacramento de amor..”