sábado, 20 de enero de 2024

21 DE ENERO. APRENDE DEL INFANTE JESÚS EL AMOR DE DIOS Y DEL PRÓJIMO

21 DE ENERO

APRENDE DEL INFANTE JESÚS EL AMOR DE DIOS Y DEL PRÓJIMO

 

MEDITACIONES PARA LA NAVIDAD Y EL TIEMPO DE EPIFANÍA

del P. Nicolás Avancini

 

ORACIONES PARA COMENZAR

TODOS LOS DÍAS:

+Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Dispongámonos a hacer este momento de oración, elevando a Dios nuestro pensamiento y nuestro corazón; y digamos: 

 

Oración para todos los días

Benignísimo Dios de infinita caridad, que nos has amado tanto y que nos diste en tu Hijo la mejor prenda de tu amor, para que hecho hombre en las entrañas de una virgen naciese en un pesebre para nuestra salud y remedio. Yo en nombre de todos los mortales te doy infinitas gracias por tan soberano beneficio.

En retorno de él te ofrezco la pobreza, humildad y demás virtudes de tu hijo humanado, y te suplico por sus divinos méritos, por las incomodidades en que nació y por las tiernas lágrimas que derramó en el pesebre, que dispongas nuestros corazones con humildad profunda, con amor encendido y con tal desprecio de todo lo terreno, que Jesús recién nacido, tenga en ellos su cuna y more eternamente. Amén. 

Pater noster, Ave María y Gloria.

 

21 DE ENERO

APRENDE DEL INFANTE JESÚS EL AMOR DE DIOS Y DEL PRÓJIMO

 

1. El amor se prueba con obras, con que se busca el bien del amado, aunque sea con la propia incomodidad. Considera, pues, cuáles sean las obras de Cristo, con que busca la gloria de Dios; aun con grave incomodidad suya. Porque supo agradar al Padre toleró las incomodidades todas. Llora, movido del celo de la honra de Dios, por los pecados de los hombres para borrarlos, dando sus lágrimas y su sangre. Convida a que vengan a aquella cueva a los pastores y a los gentiles, para darles a conocer la gloria de Dios. Si amas a Dios, muéstralo con obras; primero en ti, después en otros, procura promover su gloria. Sólo Él, a la verdad, es digno de que esta únicamente se le dé.

 

2. Considera que también Cristo probó para con nosotros, su amor, ofreciendo por nosotros todas aquellas incomodidades. Dale gracias; y ama a Jesús. Aprende a amar al prójimo, y a hacerle bien, no por tu comodidad, sino por provecho suyo y su salvación: Purifica tu amor para con los hombres, de modo que por sólo esto los quieras. Pues esto es ayudar a Cristo en la redención de los hombres.

 

3. Considera que probó Jesucristo su amor para con nosotros, recibiendo en sí todos nuestros males de cuerpo y alma: los dolores, las tristezas, los tedios, las penas que merecíamos, la satisfacción por los pecados que no podíamos dar. Él llevó sobre sí nuestras flaquezas, y tomó para sí nuestros dolores. ¿Qué debes al médico que se hizo enfermo por ti? ¿Qué al fiador que así por ti satisfizo? ¿No podrás tú compadecerte siquiera de tu prójimo? ¿No podrás sufrir a lo menos sus defectos?

 

ORACIONES PARA FINALIZAR

TODOS LOS DÍAS

 

Concluyamos nuestra oración implorando la intercesión de la santísima Virgen María y del Glorioso Patriarca san José:

 

Oración a la Santísima Virgen

Soberana María que por tus grandes virtudes y especialmente por tu humildad, mereciste que todo un Dios te escogiera para madre suya. Te suplico que tú misma prepares y dispongas mi alma y la de todos los que en este tiempo se preparan para celebrar el nacimiento de tu adorable Hijo.

¡Oh dulcísima Madre!, concédenos tu profundo recogimiento y divina ternura para que seamos un día dignos de verle, amarle y adorarle por toda la eternidad. Amén.

 

Oración a San José

Oh Santísimo San José, esposo de María y padre putativo de Jesús, infinitas gracias doy a Dios porque te escogió para tan altos ministerios y te adornó con todos los dones proporcionados a tan excelente grandeza. Por el amor que le tuviste al Divino Niño, te ruego la gracia de abrasarme en fervorosos deseos de verle y recibirle sacramentalmente hasta que lo vea y goce en el cielo. Amén. 

 

***

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.

Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.

Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.

Santos Patriarcas, Profetas y justos que aguardasteis la llegada del Mesías, rogad por nosotros.

Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.

***

¡Querido hermano, si te ha gustado esta meditación, compártela con tus familiares y amigos!

***

Ave María Purísima, sin pecado concebida.