Santo Rosario.
Por la señal...
Monición
inicial: Se
hace hoy memoria de san Ambrosio, obispo de Milán y doctor de la Iglesia, que descansó
en el Señor el día cuatro de abril, que en aquel año coincidía con la vigilia
pascual, pero al que se venera en la fecha de hoy, en la que siendo aún
catecúmeno fue escogido para gobernar aquella célebre sede, mientras ejercía el
oficio de Prefecto de la ciudad. Verdadero pastor y doctor de los fieles,
ejerció preferentemente la caridad para con todos, defendió valerosamente la
libertad de la Iglesia y la recta doctrina de la fe en contra de los arrianos,
y catequizó el pueblo con los comentarios y la composición de himnos. Con
alguna de sus enseñanzas meditamos el rosario de hoy.
Señor
mío Jesucristo…
MISTERIOS LUMINOSOS
1.-El Bautismo del Señor en el Jordán
“Nosotros
somos sus ovejas; oremos, pues, para que se digne colocarnos sobre el agua que
vivifica (cfr. Sal 22, 2). He dicho que somos ovejas: pidamos, por tanto, el
pasto; y, ya que somos hijos, corramos hacia el Padre.”
2.-El Milagro de las Bodas de Cana
“Observas
que María no dudó, sino que creyó, y por eso ha conseguido el fruto de la fe.
Bienaventurada tú, dice, que has creído. ¡Mas también sois bienaventurados
vosotros que habéis oído y creído!, pues toda alma que cree, concibe y engendra
la palabra de Dios y reconoce sus obras. Que en todos resida el alma de María
para glorificar al Señor ; que en todos resida el espíritu de María para exultar
en Dios.”
3.- El anuncio del Reino invitando a la conversión.
“El
Padre vuelve a dar al hijo el tesoro que antes poseía, el tesoro de la fe, que
nunca disminuye; pues, aunque lo hubiese dado todo, el que no perdió lo que
había recibido, lo tiene todo. Y no temas que no te vaya a recibir, porque Dios
no se alegra de la perdición de los vivos (Sab 1, 13). En verdad, saldrá
corriendo a tu encuentro y se arrojará a tu cuello—pues el Señor es quien
levanta los corazones (Sal 145, 8)—, te dará un beso, que es la señal de la
ternura y del amor, y mandará que te pongan el vestido, el anillo y las
sandalias. Tú todavía temes por la afrenta que le has causado, pero El te devuelve
tu dignidad perdida; tú tienes miedo al castigo, y Él, sin embargo, te besa; tú
temes, en fin, el reproche, pero Él te agasaja con un banquete.”
4.-La Transfiguración del Señor
“Te
acercabas, pues, lleno de deseos por haber visto tal gracia; venías al altar,
lleno de deseos, para recibir el sacramento. Tu alma dice: me acercaré al altar
de mi Dios, al Dios que llena de alegría mi juventud (Sal 42, 4). Te has
despojado de la vejez de los pecados y te has revestido de la juventud de la
gracia. Esto te lo otorgaron los celestes sacramentos.”
5.- La institución de la Eucaristía
“Antes
de las palabras de Cristo, el cáliz está lleno de vino y agua; pero en cuanto
las palabras de Cristo han obrado, se hace allí presente la sangre de Cristo,
que redimió al pueblo. Ved, pues, de cuántas maneras la palabra de Cristo es
capaz de transformarlo todo. Pues si el Señor Jesús, en persona, nos da
testimonio de que recibimos su cuerpo y su sangre, ¿acaso debemos dudar de la
autoridad de su testimonio?.”