28 de septiembre
SAN WENCESLAO Duque, Mártir
Porque son vírgenes,
siguen al Cordero doquiera que vaya.
(Apocalipsis, 14, 4).
San Wenceslao, duque de Bohemia, tan grande respeto
tenía por el Sacramento del Altar, que personalmente preparaba el pan y el vino
destinados al santo Sacrificio, y por la noche se levantaba para ir descalzo,
aun en pleno invierno, a visitar las iglesias de su capital. Nada le dolía
tanto como ver que se derramase la sangre de sus súbditos. Atacado un día por
Radislao, príncipe vecino, le propuso, para evitar efusión de sangre, dirimir
sus diferendos mediante un combate singular. Al lanzarse sobre él su adversario,
vio a dos ángeles que lo defendían, y, cayendo a los pies del santo, le propuso
la paz. Su hermano Boleslao atrajo al duque a su casa y lo mató alevosamente
cuando iba a la iglesia a oír misa, el 28 de septiembre del año 938, a la edad
de 31 años.
MEDITACIÓN SOBRE LA MANERA DE VIVIR
SANTAMENTE EN EL MUNDO
I. Para vivir santamente en el mundo, hay que observar
los mandamientos y evitar todo lo que pueda ofender a Dios. ¿Te atreverías a
decir que ello es imposible, cuando ves a San Wenceslao practicar en el trono
las más eminentes virtudes, y conservar intacta su virginidad hasta la muerte?
¿Cómo te conduces con respecto a Dios? ¿No es verdad acaso que el menor de tus
cuidados es el de agradarle? Piensas en hacer fortuna, en vivir
cómodamente, y no piensas en servir a Dios y conquistar su amistad. Que en
adelante tu única ocupación consista en hacer la voluntad del Señor.
II. Obra en todo siguiendo a tu conciencia; es un
secreto monitor que te recordará tus deberes. Si nadie te reprocha el infeliz
estado en que vives, tu conciencia te lo advertirá. De tiempo en tiempo escucha
lo que te dice. No busques en hacerte de gran reputación en el mundo, sino más
bien trabaja por contentar a Dios y a tu conciencia. Nada haré según la
opinión del mundo y sí todo según mi conciencia. (Séneca)
III. Para vivir santamente en el mundo, también es
preciso cumplir nuestros deberes para con el prójimo. Tienes parientes, amigos
y servidores; debes ocuparte de ellos. Dios te lo manda. Si se condenan como
consecuencia de tu debilidad en corregirlos, o de los escándalos que les das,
responderás de ello ante Dios. Haz toda clase de esfuerzos para ganar la
estimación de las personas virtuosas; en cuanto a los impíos, el aborrecimiento
con que te persiguen constituye tu gloria: él es una prueba de tu virtud; porque
no te pareces a ellos te aborrecen. Torturad, perseguid, condenad:
vuestra injusticia es la prueba de nuestra inocencia. (Tertuliano)
La preocupación por el personal de servicio.
Orad por las personas constituidas en dignidad
ORACIÓN
Oh Dios, que, al conceder al bienaventurado Wenceslao
la palma del martirio, lo habéis trasladado de un trono terrenal a la gloria
del cielo, dignaos, por su intercesión, preservarnos de toda adversidad y
hacernos participar de su gloria. Por J. C. N. S. Amén.