¡VIVA MARÍA!
INTRODUCCIÓN
Entre los obsequios con que los devotos de María imploran la protección de su dulce Madre es muy general dedicar a su culto y honor el mes de Mayo, mes el más hermoso del año, el cual con sus flores y amenidad parece convidar a los fieles a ofrecer a esa gran Reina una corona de actos de virtud y el timiama de la oración. Para que esta devoción se haga más variada, gustosa y provechosa, se observan las reglas que siguen.
1º.- En la pieza donde se acostumbra rezar el rosario, o en la sala de labor o estudio (no haciéndose en Oratorio o Iglesia) se expondrá alguna devota imagen de la Virgen, adornándola del mejor modo cómo con vasos de flores y candeleros según la devoción o posibilidad de cada uno.
2º.- La tarde o noche antes del primer día de Mayo reunida la familia delante la referida imagen iluminada, se rezará el rosario, y letanía de la Virgen con pausa, se dirá la oración que está señalada para la vigilia del 1º de Mayo , y luego se anunciará la flor, o sea acto de virtud, con que se obsequiará a María en el siguiente día.
3º.- Se procurará recibir algunas veces los santos sacramentos durante este mes con particular devoción, haciendo antes confesión general si fuese necesario.
4º.- El porte de todo el mes ha de procurar sea tal que agrade a María, y se conozca con obras y palabas que es verdadero devoto suyo.
5º.- Las Ave Marías y Salve si hay proporción pueden cantarse para elevar el espíritu y hacer más dulce el ejercicio.
6º.- El primer Domingo de Junio, (u otro día a elección del devoto) es el destinado para ofrecer el corazón a María y consagrarse en perpetuo esclavo suyo; y para que esa ofrenda sea más agradable a tan dulce Madre podrá observar las reglas siguientes: 1. En los días que medien desde el último de mayo, se ocupará en examinar su conciencia cuanto sea necesario , y en hacer varios actos de arrepentimiento para recibir con fervor especial los Santos Sacramentos en dicho día o en su vigilia. 2. Es hora muy propia de hacer esa consagración concluidas las gracias después de haber comulgado y antes de partirse de la Iglesia. 3. El que no pueda hacerla en esta ocasión podrá suplirlo después en cualquiera hora y lugar. 4. Esta consagración no contiene voto ni promesa alguna, lo que se previene para evitar toda equivocación. 5. Se hallará la oración para consagrarse a María después de la última del mes.
