viernes, 22 de septiembre de 2017

EL TRIUNFO DE TU MISERICORDIA. Oración de santo TOmás de Villanueva


EL TRIUNFO DE TU MISERICORDIA. 
Oración de santo Tomás de Villanueva
Cantaré siempre las misericordias de Yavé (Ps. 88,1) Las cantaré en este mundo y las cantaré en la eternidad, cuando las haya experimentado plenamente. Hoy, canto y temo, entonces mi corazón cantará y no callará, sin temor a tristeza alguna. Ya no hablaré en mis cánticos de mi santidad ni de mis méritos, que habré enterrado en el olvido, sino solo de la misericordia que tuviste conmigo desde el principio. Entre tantas criaturas que no quisiste sacar de la nada, me elegiste a mí para darme el ser; iluminaste mi alma con la luz de la fe, la lavaste con las aguas del bautismo y después decidiste enseñarme los secretos de tu ley y misterios. Colócateme, Señor entre tus hijos y más tarde entre tus sacerdotes, y lo que es más, entre los que confían cantar tu gloria en el cielo. Vivía yo cubierto de pecados, era abominable a tus ojos, y te portaste conmigo como si no lo advirtieras. Y ¿por qué motivo? No puedo encontrar otro sino el de tu infinita bondad, que los ha disimulado primero, para perdonarlos después. Más todavía me diste gracias que superaron cualquier delito (Is. 40,2), porque en donde abundo éste, sobreabundo la gracia (Rom. 5,20)
Luchaba yo contra ti, y tú añadías bondad sobre bondad, misericordia sobre misericordia, mientras yo iba sumando malicias a malicias, pecados a pecados. Mi corazón se endurecía, mis ojos cegabanse, hacías brillar tu gloria delante de mí, y yo los apartaba para no verla; me llamabas y volvía los oídos, y tu Señor, no te irritabas. ¡Me has vencido! ¡Si, me has vencido por fin! ¡Has sido más fuerte que yo! Derrotado, te bendigo y glorifico tu nombre. Rindo mis armas, vencedor mío, y las coloco entre tus manos.