Santo Rosario.
Por la señal...
Monición inicial: Se hace hoy memoria de santo Tomás de Villanueva, obispo, que, siendo
religioso de la Orden de Ermitaños de San Agustín, aceptó por obediencia el
episcopado, sobresaliendo, entre otras virtudes pastorales, por un encendido
amor hacia los pobres hasta entregarles todos los bienes, incluida la propia
cama . Entregó su alma a Dios el 9 de septiembre de 1555. Con algunas de sus
enseñanzas meditamos el rosario de hoy.
Señor mío
Jesucristo...
MISTERIOS DOLOROSOS
1. La Oración
de Jesús en el Huerto
“Para
dejar de pecar, ayudará al principio la abstinencia, la soledad y clausura,
silencio, oración, ocupación, vigilia, consideración de la muerte y del Juicio,
del Cielo y del Infierno.”
2. La
flagelación de Jesús atado a la columna.
“No
considerar las cosas que se ven, sino las que no se ven; vivir de la fe y no de
la tierra, es también profetizar. El solo hecho de huir de los bienes presentes
es anunciar las delicias del cielo y hacer temer los tormentos del infierno.
Los que se mortifican profetizan la eternidad.”
3. La
coronación de espinas
“Apartad
las piedras, los guijarros y las espinas que embarazan vuestro camino; quitad
los pecados que manchan vuestra alma, las querellas, los disgustos, los odios,
las enemistades, las usuras, los adulterios, las envidias, el orgullo, todos
esos pecados que separan de Dios. Confesaos, llorad, adornad el alma de buenos
deseos, expiad vuestras culpas con ayunos y limosnas y entonces la justicia
preparará su morada.”
4. Nuestro Señor
con la cruz a cuestas camino del Calvario
“Contemplando
el ánima en la Cruz del Señor, entiende un amor caritativo y grande, y, vista
esta grandeza de amor con que padeció por la redimir y darla gloria, es
inflamada de tan gran deseo y fervor de ya verse con su Esposo, que ni ya se
acuerda de pecados pasados ni se detiene en considerar beneficios recibidos,
sino con un dulce vuelo y suave arrebatamiento dice por el profeta David:
¿Quién me dará alas como de paloma, y volaré a mi amado Dios y descansaré?,
procurando de se ayuntar y unir con Dios.”
5. La
crucifixión y muerte del Señor
“Considera
nuestra ánima a Nuestro Redentor atado en la columna o enclavado en la Cruz, y
entiende que por nuestros pecados padece el Cordero inocente. De esta
consideración se entristece, gime y llora, por haber ofendido a Dios, siendo
causa de su Muerte.”